miércoles, 12 de marzo de 2008

Querido Diario...


Mi estado de ánimo ha variado más que el tiempo en España últimamente... Domingo y lunes estuve de bajón total, no me soportaba ni a mí mismo. En cambio, inesperadamente, ayer estuve de muy buen humor y bastante animado, el examen de Física me salió perfecto, sólo un pequeño incidente hubo por la mañana. Os dije que una amiga había cortado con el novio... pues bien, el novio vive lejos de ella y ya está con otra. Ella al principio estaba muy mal, pero me sorprendió saber que ya había otro chico de la clase detrás de ella, y aunque ella no lo quiera admitir, también le gusta. Y hablando del tema con otra amiga y ella, me salió del alma decir que veía injusto todo esto. La otra amiga pensaba que lo dije porque no era justo que estuviese con otro tan rápidamente, pero mi amiga si que entendió a qué me refería. Era porque es injusto que algunos que estén pasando por un pequeño bache en la vida, encuentren el alivio y la nueva oportunidad tan pronto, mientras que otros se han de aguantar toda la vida esperando solo una muestra de lo que a otros sobra.
Después de esto, todo siguió con normalidad. Pero como siempre, la oscuridad aumentó con la llegada de la noche...
No me sentía interesado en la lectura (Un mundo sin fin, me encanta!), pues mantenía mi pensamiento en las palabras que había pronunciado esa mañana. Y pensando y pensando, vi que había sido demasiado egoísta... el injusto había sido yo. Quería privar de la felicidad a los demás, pues no soportaba ni un minuto más no tener yo la mía, y eso no está bien... He de alegrarme por que ella ahora sonría contenta, ha de estar bien, es lo que se merece. Simplemente, los injustos somos nosotros, porque deseamos la felicidad que estamos destinados a no sentir.
Tras pensar un rato, decidí buscar por mi cuarto mi diario... ese diario que empecé a escribir la primera vez que fui a Alemania, un lejano 4 de Julio de 2003. Con sólo 13 añitos, empecé a plasmar (en mi irregular y fea letra, plagada de faltas ortográficas), lo que sentía, lo que veía, lo que esperaba. Y poco a poco, dejé de escribir, dejándolo abandonado el 14 de febrero de 2006 hasta anoche, en más de dos años de silencio.

Dos años en los que habría escrito mucho, pero no lo hice, pensé que no era necesario, o no me sentí con fuerzas para ello...
Lo tengo entre mis manos, y al leerlo de nuevo veo cuánto he cambiado... antes era un chico tímido, (bueno, como ahora) pero que se sentía con fuerzas para comerse el mundo, tenía ilusiones, cada 3 páginas hablaba de alguna chica que me había gustado, y la terminaba esperanzado uniendo nuestros nombres. También hablaba, y veo que era un tema demasiado recurrido, sobre los abusos de mis compañeros, anotaba todo lo que me decían y lo que me hacían sentir, pero aún así me creía capaz de conseguir todo lo que me propusiese, me daba ánimos a mí mismo, estaba convencido de que llegaría a ser feliz algún día con la persona de la que estaba enamorado... qué iluso era! Me juego lo que sea a que no habría sido capaz de aguantar tanto en ese momento si mi yo del pasado hubiese podido ver mi desastrosa y solitaria vida actual.

He cambiado mucho... físicamente, por supuesto, no tengo nada que ver a cuando tenía 14 años. Personalmente, también he cambiado, porque he perdido esa fuerza que me animaba a seguir... y dudo recuperarla algún día. También he cambiado en gustos, ya no me importa apoyar lo que me gusta, antes no quería escuchar música clásica, por ejemplo, pues pensaba que eso era de bichos raros; como tampoco me atreví a mencionar mi duda sexual, quizás por miedo, quizás por vergüenza. Pero anoche lo escribí en mi diario...¡¡¡sí, soy un bicho raro, y encima, maricón!!! Pero bastante orgulloso de serlo, porque soy como soy, y, en ese aspecto, me gusta como soy.

Y bien, pasemos al día de hoy, me he extendido demasiado en lo que pensaba noche, habré de abreviar más, para no aburrir!
Hoy ha sido normalito, examen de Matemáticas, el que casi suspendo por los pelos la última vez, pero que en esta ocasión me ha salido de 9 como mínimo! Estoy algo sorprendido aún... espero no desilusionarme tan pronto.
Esta tarde, de nuevo en casa de mi amiga haciendo un trabajo, y de nuevo ver cómo el chico ese le lanza miraditas y ella le sigue el juego... no estoy celoso... ¿cómo iba a estarlo? Me alegro por que ella esté mucho mejor que hace una semana, y me alegro si de ésto sale una bonita historia de amor. Simplemente siento tristeza y rabia, mucha rabia, al ver que todo el mundo es feliz, o vive sin ella pero sin problemas, y que esa felicidad para mí es terreno totalmente vedado. Seriamente lo pienso y lo afirmo, la felicidad se olvidó de que yo también la necesito, y sin ella, no conseguiré aguantar mucho más.


Bueno, me he explayado demasiado y encima con confusión, mis más sinceras disculpas.
Espero que no vuelva a ocurrir! :P

Muchos besos!
Y un abrazo a esas personas que en ocasiones me hacen creer que no todo está perdido ^^

PD: la fotografía es mía, la hice una noche viniendo en coche de Córdoba. Personalmente, me gusta... ¿que opináis vosotros?