martes, 6 de enero de 2009

Día de Reyes



Respecto al blog, mal empezamos el año, desapareciendo cuatro días sin justificación ni aviso alguno. Aparte de ello, todo bien, perfecto... bueh, todo lo perfecto que podría estar.

He pasado este breve lapsus de tiempo en mi otra casa, en Torre del Mar. Adoro estar allí. Sí, es sólo una urbanización algo más apartada, siguen habiendo coches y tal... ¡pero es tan distinto a la ciudad! (y eso que vivo en una ciudad pequeñita... o en un pueblo grande). Te despiertas en un remanso de paz delicioso, no oyes más que los pájaros por tu ventana, o al vecino poniendo Luis Miguel, Tamara o Roberto Carlos, bajas a desayunar ya vestido (odio estar en pijama), te tuestas unas rebanadas de pan cateto en la chimenea, miras las llamas, te sientas en los sillones, juegas si eso al billar o tocas algún instrumento (teclado eléctrico, guitarra o acordeón) en el sótano, te vicias a la nintendo DS, o a la PS2, te subes a la azotea te quedas horas mirando a la calle y al mar a lo lejos. Hace un tiempo perfecto, un poco de frío, pero se agradece, ya que de otra forma no podrías disfrutar la chimenea. También puedes darte un paseo por el pueblo pequeño, ver a los chicos montar en caballo o comiendo pipas en los bancos, o a los viejos apiñados en los bares, en el típico "Bar Tolo", viendo el fútbol quizás o echando unas partidas de dominó.

Ayer por la tarde salí con mis padres por el pueblo a ver la cabalgata. Mi hermana se quedó en la casita con su novio y sus amigos, que habían venido esa mañana a visitarla en el coche de él. Ésta vez, gracias a Dios, no me sentí tan mal como la anterior, tan solo y desamparado, tan desdichado. Así que animado me dirigí a ver el ambiente festivo con mis padres. Poco ambiente hubo. La cabalgata era chiquitísima... pero suficiente para el pequeño pueblo (no es Torre del Mar en realidad, sino otro pueblecito aledaño). La inmensa procesión de reyes y pajes se componía tan solo de dos tipos con barba y un tercero con la cara pintada de negro, cada uno subido en su caballo blanquecino moteado, repartiendo caramelos y caramelos a mansalva. Y los que los cogían, no eran más que los 20 o 30 niños del pueblo, poco más. Gritos, mujeres en bata, señores mayores con zapatillas de estar en casa y cayado, chicos de mi edad con el atuendo típico: pantalón de chándal y sudadera patrocinadora de empresas de construcción y remodelación.  En realidad, en ocasiones pienso que esos chicos no tienen sentido de la estética... Y la verdad, es que sí lo tienen, pero el suyo propio. A veces me pongo a criticar por aquí y por allá las personas de los pueblos... pero es que son así. No son inferiores ni nada, sólo son "de pueblo", sin que ello sea un término peyorativo.

En fin, tras este monólogo a vuelapluma... aunque a eGeo no le gusta que diga ello, ya que según él  parece de friki de Harry Potter... así que usaré "Monólogo Interior" ® (El signito ese es porque es Marca Registrada, ya que él lo "patentó" :P)... decía, después de este intermedio, que lo importante en estos días ocurrió hoy, esta mañanita. Todos los niños de España, aquellos que se habían comido conmigo las uvas, estaban abriendo sus regalos con ansia, y sus padres estaban arrascándose el bolsillo con dolor. A mí, la verdad, siempre me ha gustado regalar cosas... detalles, libros, cualquier tontería, siempre solía acertar. Me lo pasaba pipa levantándome la mañana de Reyes muy temprano, sacar los regalos envueltos, ir en cuclillas al salón y ponerlos allí entre los otros, que "misteriosamente" habían aparecido durante la noche, aquellos que observaba intentando adivinar su contenido, para después volver a la cama y seguir durmiendo. Sobre las 8, mis padres se despertaban y nos despertaban a nosotros. Con el pijama y sin zapatillas, corriendo íbamos al salón. Recuerdo un año en el que recibí uno de mis mejores regalos. No era más que dos muñecos, pero eran mis muñecos, que estaban de pie en la cornisa de la chimenea. Dos maravillosos "Power Rangers", uno rojo y otro azul, que se le movían hasta el dedo gordo de las manos. Maravillosos, seguirán andando por la casa, algún día los rescataré, y se los enseñaré a eGeo. Eran mis ídolos... por cierto... ¿sabéis que dicen que el Power Ranger rojo es ahora actor porno... gay? Pues sí, y es el de la foto de arriba, por si no adivinábais a cuento de qué venía. No sé si será actor por no o no... pero vaya, está que trina. 

El caso es que estas Navidades han sido diferentes, mucho, como ya dije hace unos posts. Y los Reyes, por extensión, también. Este año no le he comprado NADA a mis padres... nada de nada, he pasado totalmente... No es que no quisiera... sino que me encontraba desganado, sin ilusión, sin ideas, no estaba inspirado para hacer regalos. Estas Navidades no han sido Navidades... y sinceramente, se les echa de menos. Yo tampoco esperaba ningún regalo, les dije que no necesitaba nada, que ni lo quería... aunque estaba claro que algo me caería. Pues sí, cuatro cositas me han caído, de las cuales no me quejo ninguna. Dos discos de música, de mis cantantes preferidos: Vetusta Morla, y "C'etait Ici", de Yann Tiersen (sabían que me gustan porque miles de veces les he dicho que quiero sus discos... estaba a huevo, aunque no lo hacía pretendiendo que me lo regalasen), también una palestina azul (que por ello, según dice mi mediocuchillo, deja de ser palestina por ser azul) y un bolsito para meter el móvil (acostumbrado a los paréntesis, diré que mi móvil es demasiado gordo para el bolsito... pero bueno, es muy mono, ¡y de la marca Aha, igual que un grupo de música de los 80!). No me puedo quejar, claro que no, tengo dos discos maravillosos, y algo que abrigase mi cuello, al fín el pañuelo que nunca me decidí a comprar.

Como dije, yo no les regalé nada... bueh, sí, "apadriné" algunas cosas para mi hermana, las compró mi madre y yo las pagué... pero no busqué nada yo, cosa de la que me arrepiento, ya que es lo más importante. El dinero es lo de menos... lo importante es preocuparse por la satisfacción de los demás, buscarle algo que tú crees por tu criterio que le va a gustar, lo que implica cuánto conoces al otro. Y este año, no lo he hecho... no he tenido detalle alguno. Me siento mal. Siento que les he fallado, que yo he "matado" a la Navidad y a su significado con mis sentimientos negativos. No puedo evitarlo. Haré lo posible por que la distancia me afecte lo más mínimo con mi gente de aquí. Ahora que lo pienso, y después de que haya pasado lo veo más claro... sólo me encuentro realmente cómodo con Sally, Sarita, Lara y todo su grupo... con los demás, con mi clase... incluso a veces con mi familia, no estoy a gusto. Espero que sea solo una mala racha... al menos con mi familia, seguro que lo es, pues les quiero muchísimo. Son algo importante para mí, por supuesto, lo que más, ya que me han influenciado (positivamente) para ser como soy. Mis amigos... bueh, ese es otro tema que ya podré definir un poco más mañana, cuando se dé el reencuentro en las clases...

... se acabaron las Navidades... una de las Navidades más sosas... más me vale que las Navidades siguientes sean felices junto a mi eGeo...

¡¡Un besazo a todos!!