lunes, 29 de septiembre de 2008

Mesenlleando


Mil disculpas. (También por la palabra inventada)

Hoy solo he escrito el cachito que me faltaba de lo de ayer. No he contado ni lo que pasó el finde, no muy interesante, pero digno de mención. Resumen rápido: estuve en la montaña con Sarita, nos llovió, anduvimos por un bosque maravilloso encantado entre la niebla, nos mojamos, estornudé pero ya estoy bueno, hice fotos, pero pocas buenas. Ya está.

Hoy no he hecho nada. Con nada, quiero decir eso, nada. En clase, no he atendido, imposible. No paraba de pensar en eGeo... que si eGeo en los diagramas de sectores en Estadísticas, ¿cuánta fuerza en sentido opuesto debería emplear yo para vencer la atracción hacia eGeo? en Física, cómo hacer una función inversa de eGeo durante Matemáticas, los prefijos y sufijosde su nombre para Lengua, y dibujando rectilíneos corazones entrelazados en la clase de Dibujo. No he parado de pensar, pero tampoco de hablar de él. Lola ya sabe toda la historia, al igual que Kitty, y he intentado contárselo a Lea, pero cada vez está más inaccesible. Vale, puede ser porque ya no me siento con ella, y que la causa de mi rechazo en los recreos sea porque está siempre con su ogro... digoo, novio... pero es que ella tampoco hace nada por evitarlo. Es muy muy orgullosa. No quiero perderla... pero me da igual, ahora sólo pienso en eGeo. ¡eGeo, eGeo, eGeo, cuánto te quiero, eGeo! ¿Se me nota? Pues no me imagináis en persona, emocionándome cuando leo en su blog mi nombre y lo que me dedica, saltando de alegría en mi cuarto cuando me doy cuenta de dónde estoy, y de dónde voy a estar en 4 días.

No me enrollo más, he de cenar.

Esta tarde he ido al gimnasio, y he estado hablando con el novio de Chris (al que he de buscarle nombre), con Lara y con el treinteañero. El primero ha sido el más interesante... con Lara no hablé mucho, con el treinteañero... bueno, cuando me propuso el trío, ya se tuvo que ir. Que pena, con lo interesante que se ponía la cosa (es ironía, aunque lo del trío lo dijo, supongo que en plan coña). Pero con el novio de Chris... he hablado muchísimo durante toda la tarde, y veo que es muuuucho más interesante que el mismo Chris, con el que estaba más emocionado yo. Me ha dicho que le gustan mis fotos, y que le parezco un chico muy mono. No le he creído, por supuesto. Tampoco le he dicho que él también lo es, no sé por qué. Hemos hablado de música, le he enseñado varios grupos (le doy las gracias al Rey del Recorte, que permanece exiliado, por descubrirme a Camille) y dice que soy muy interesante pues tengo algo de conocimiento sobre todas las cosas. El caso es que ya me voy, sin haber podido escribir apenas. Ahora, en el intermedio de Física o Química, termino el post. He estado ocupado, ya ves, hablando con él Mañana prometo escribir más, aunque saldré con mi Sophía a comprar cierta cosita, luego iré a inglés... pero intentaré sacar tiempo de debajo de las piedras. Aunque no sé bien qué contar... diré lo ansioso que estoy de ver a eGeo, claro está. Diez veces lo he nombrado ya en este post. Ya no lo digo más.

Un besazo a todos, otro más grande para mi amor. Y perdonadme, odio escribir todo tan rápido y tan mal.

PD: Foto del bosque "encantado".

El Gato en el grupo gay


Como dije el viernes pasado, había quedado con Sally y Sarita, dispuesto a juntarme con Lara, Chris y los otros chicos en una plaza. Lo que no dije el viernes pasado es que antes de escribir, fui a pelarme, me tocó una peluquera distinta, y me peló demasiado para mi gusto. Pero no pasa nada, lo podré soportar, el pelo me crece muy muy rápido. Volviendo al tema... esa tarde no tenía ni idea de lo que iba a pasar, solo que seguramente se me pasaría el tiempo demasiado rápido: a las 9 de la noche tenía que estar en casa, y sobre las 6 y media salí en busca de los demás.

Al final, ellas llegaban tarde, de manera que, tras las insistencias de Lara y del chico treinteñero vía msn, me acerqué temeroso a ver quién andaba por allí. Vi en los jardines un grupo enorme (buah, unas 15 personas) de gente, y dos manos levantadas saludándome. Mientras yo me acercaba por la otra punta, dos chicas vinieron corriendo hacia mí. La primera, Marta, que andaba por allí saludando a los otros y me vio, me dió dos besos, y se fue. La segunda... Lara, que vino lanzada a darme un enorme abrazo. ¡No imagináis, como no lo habría imaginado yo antes, qué bien me sentó ese abrazo, cuán reconfortado me hallé pegado a su gran y cálido cuerpo! Me llevó hasta los demás, y me los fue presentando uno a uno. Una pareja lesbiana... un gay muy gay y guapísimo, con el pelo igualito que eGeo... el rubito mono de siempre... un tocayo mío, SUPER GUAPO y simpático (con mi suerte, hetero).... una chica que nunca habló... un chico más pequeñito, muy mono y tierno... algunos otros más... y el novio de Chris. El mismo Chris, no apareció hasta el final.

El cielo estaba cubierto de nubes, hacía algo de fresquillo, pero nos daba igual, estuvimos sentados en el húmedo césped, reunidos en círculo, con las mochilas, bolsas y mariconeras en el centro, hablando todos con todos y haciendo el tonto. Yo, bueno... yo no, el payaso no lo hice, pero sí intenté hablar. Al principio no... me senté al lado de Lara, muy simpática ella y habladora conmigo, intentando integrarme en los demás. Pero vi que no hacía falta esforzarse... mi tocayo bromeó conmigo mucho sobre la coincidencia de nombres, y yo le hice reir también, el rubito me prestó atención por una vez en su vida, dejó de pasar de mi y me preguntó por mi vida, lo mismo hizo el novio de Chris. Creo que hablé con todos y cada uno de los presentes, aunque no fuesen precisamente brillantes conversaciones, contacto... emm... contacto oral hubo. Pero aunque no fuese el centro de atención ni el alma de la fiesta, me sentí muy bien: parecía que era parte del grupo, se me escuchaba y yo me prestaba a oir a los demás. Estaba cómodo, mucho, me sentía en mi lugar. Nunca había sentido eso con personas recién conocidas... pero allí fue así. 

Sobre las 7 y algo aparecieron Sally y Sarita, les presentaron a todos, y se sentaron con nosotros. Estuve un rato hablando con ellas, hasta que Sally sacó de su mochila tipo Doraemon sus mazas, bolas, palillos chinos, y demás material circense, y empezó a hacer malabares. Lo intenté con los palillos chinos, pero ni manera. Con las pelotas de tenis sí me fue mejor, si practico, lograré dominarlo, pero lo dejé cuando vino mi tocayo, me las pidió, y nos maravilló a todos con sus artes... ejem... malabariles (se ve que hoy no ando fino para encontrar el léxico adecuado...). Mientras Sally seguía enseñándole a Sarita a usar los palillos chinos, vi a lo lejos a Sophía Lauren, así que a su encuentro fui. Estuve con ella charlando un rato, terminando con planes de vernos próximamente (¡¡Un besazo para Sophía si me lee!! ^^). Volví, y estuve más con mi nuevo grupito gay. Hablé con Lara, con Sarita, con todos... y entonces apareció el treinteañero, que se retrasó mucho. Saludó a todos, y yo me alejé un poco: él y yo entendimos por qué.

Como dije la otra vez, en la anterior ocasión, la primera en que nos vimos, él pretendió acercarse y darme dos besos... pero ante mi mirada, se cortó y me ofreció su mano. Pues bien, este viernes nos alejamos un poco, miré alrederor, comprobé que nadie nos veía, dije "¿y qué importa?", y me dio los dos besos. Todo ésto fue así tan extraño porque me prometió que me los daría cuando nos viésemos, pero claro, sin que mis chicas nos viesen. ¡Y qué bonito fue para mi, qué novedoso y excitante, el acariciar otra faz de un chico gay, con su piel gay, y esos pelitos gays que me hacían tantas cosquillitas gays!. Día para recordar: mi primer beso en la cara con otro gay, aunque tuviese treinta años y fuese a escondidas. Ayyy, pero ya aviso... ¡¡¡le voy a desgastar a eGeo la cara de tantos besos que le voy a dar!!!

Sigo contando... Después del beso, estuvimos un rato hablando los cuatro: Sally, Sarita, el treinteañero y yo. Ya la noche anunciaba su llegada, haciendo bajar el mercurio del termómetro, y enfriando mi cuerpo. Tenía frío, pues con una camiseta de manga corta ya era insuficiente abrico, así que Sarita me puso encima una chaquetita de punto pequeñita, que poco logró impedir la llegada del resfriado y del dolor de garganta. Pero, sorprendentemente (más sorprendente para mi que el beso en la mejilla del treinteañero!!!), el novio de Chris, que andaba cerca, me vió con esa chaquetilla, me escuchó, y me dió rápidamente el pañuelo que tenía guardado en su bolso. Un palestino morado, ya sabéis, eso que tanto se han puesto de moda. ¡¡El novio de Chris, me prestó atención, y me dio su palestino, incluso él mismo me lo puso!!. Ahora su breve descripción: es alto, muy delgado, vestía con pantalones anchos, converse a los pies y palestino al cuello, tiene gafas, una cara bonita, y un pelo larguito, parecido al que tenía yo antes (de pelarme, que tendré proximamente). Era guapo, la verdad, y me gustaba cómo se comportaba: ni muy gay, ni totalmente hetero... se le notaba algo de pluma, pero eso nunca viene mal. Vale, lo confieso, me gusta un poco que alguien tenga pluma... aunque sólo me gusta si es natural: quiero decir, que si alguien no tiene porque no tiene, bien, pero que no sea porque se reprima. Eso es lo que odio. ¡¡Fuera represión!!

El caso es que me lo dio, y a partir de entonces pude sentir mi garganta caliente... ¡¡Gracias, chico amable!! Al rato vino el propio Chris, y me vio con el pañuelo, pero no dijo nada, simplemente lo miró. Se sentó junto a su novio, y se estuvieron besando un rato y hablando de sus cosas, mientras yo lo hacía con el treinteañero (hablar, ojo, de besarle nada). Otra anecdotita... después de aparecer él, otras dos chicas vinieron llamando a Chris, pero se acercaron directamente a mi... de nuevo, volveron a confundirme con él... ¡y es que él también se había pelado (con peinado algo distinto al mío, pero también con el pelo más corto)! Con él, esta vez hablé muy poco... apenas unas palabritas, un estrechamiento de manos, y me tuve que ir. Ya eran las 9, y tanto Sarita como yo debíamos partir: ambos nos íbamos a nuestros respectivos pueblos, que son muy cercanos. Le entregué su palestina al novio de Chris, el que me dio un tierno apretón de manos y me dijo que conseguiría mi msn, para hablar por él. Me despedí de los demás, y me fui a mi casa acompañado por Sally y el treinteañero. Sally se fue, y el treinteañero se quedó unos minutitos, solo para decirme que le había encantado que yo estuviese allí, demostrándome que no había tenido nada de qué temer, me dió dos besos nuevamente, y se largó. Subí corriendo a mi casa, una pequeña bronca sin importancia de mis padres, y de viaje a my second home.


Aquí acabó lo interesante del día. Luego lo típico... cena en familia, jugar a la PS2, y excitación con los chicos de "Todos a 100", leer, y dormir. Y apenas pude hablar con eGeo, ya que me quedé sin batería... pero sí lo hice durante un ratito con Kojie, que se acordó de mi. ¡Un beso desde aquí para los dos!


Fin de la historia. Me gustó muchísimo el día, y volví a sorprenderme. Y cada vez me sorprendo más....


Un besazo a todos!!!