martes, 21 de octubre de 2008

eGeo y Gato - Quinta Parte: En lo alto del mundo


Hacia allí nos dirigíamos. A lo alto de aquella roca marrón que se divisaba, entre los campos, por un camino de tierra como muchos que vería a partir de entonces durante mi peregrinaje.

Cuando nos alejamos de la civilización, y sólo los coches y camiones pasaban a nuestro lado a toda velocidad, al fin pude tocarlo. Nuestra piel no dejó en ningún momento de mantener el contacto, sea por nuestras manos o por nuestros labios, pero siempre estaba pegado a él. Tenía frío, pues corría algo de viento, pero me daba igual. Él me calentaba con su cuerpo, lo sentía tan cerca y me hacía sentir tan seguro de todo, que no me preocupaba de un mal aire. 

Comenzó el ascenso. Pero el mejor ascenso de todos los que he hecho... andar al lado de mi amor, o detrás de él, cogiéndole siempre de la mano, ayudándole al subir una empinada cuesta pedregosa, avisándole de los arbustos espinosos. Jadeando juntos del cansancio, pues el montecito, aunque no tuviese kilómetros de altura ni nos faltase el oxígeno, era grandecita, y no sabíamos bien por dónde ir. De repente, parábamos, y volvía el amor a requerir nuestros labios en forma de besos, nos abrazábamos y suspirábamos. Pero debíamos seguir si queríamos llegar arriba y tener suficiente tiempo. Subíamos, subíamos... y demasiado subimos, que no llegamos exactamente a donde quería eGeo, sino que llegamos hasta la verdadera cima, una extensión media y plana de tierra dura, con señales de haber sido barro poco tiempo atrás. Y desde arriba, allí lo vimos, justo debajo de nosotros, por la otra cara donde habíamos subido, la piedra a donde eGeo se había empecinado llegar. De manera que hubo que bajar de nuevo... pero por el lugar y de la forma más cochambrosa, por una ladera de mucha pendiente, con piedras sueltas y a considerable altura. Poco a poco, fuimos bajando, con los pies por delante cabeza al cielo, mirando con cuidado dónde los poníamos, y con las manos palpando el terreno tras la espalda. Yo, torpe de mi, hice que algunas de esas piedras se desprendiesen, y cayesen cerca de eGeo... pero rápidamente se solucionó. Finalmente llegamos abajo, yo bien, algo sudoroso, al igual que eGeo, pero no tan bien su maletita que le regaló Borja, que se llenó de polvo y tierra.

Allí estábamos. Colocó la toalla que previsor trajo sobre la cuadrada y lisa piedra, y sobre la maletita (como le llama él), o la mariconera/bolso (como le llamo yo) dejamos nuestras pertenencias: relojes, gafas, mi camisa, su chaqueta, las carteras... todo. Nos despejamos de nuestra identificaciones, y entonces solo así, y abrazados, pudimos identificarnos a nosotros mismos. Miraba al frente, y veía a la hermosa vista de Logroño, con sus edificios, su río, y sus gentecillas, viviendo ajenas al enorme acontecimiento que se estaba dando lugar tan cerca de ellas. Le hice algunas fotos, con el precioso paisaje detrás. A ese mismo lugar me prometió eGeo que iríamos, hace mucho tiempo, cuando en cierta tarde (que recuerdo perfectamente), me llamó llorando, desesperado, cansado de su vida. Ahora no tengo más que decirle, y decirme a mí mismo (por todos los momentos que pensé lo mismo que él), que ha merecido la pena todo. Me alegro de que en ese momento estuviese mal, porque si no, no habría tenido lugar todo ésto que pasó.

Nos tumbamos en la roca, sobre la amarilla toalla (curiosamente, de un club náutico... no sabía yo que había clubs náuticos en Logroño, cosa curiosa careciendo de mar, no?), y nuestros cuerpos automáticamente se entrelazaron en perfecta armonía. Me encantaba tumbarme en el suelo, y que él se tumbase encima mía, pecho aplastando a pecho, sus piernas sobre las mías, mis manos en sus cintura y las suyas tan hábiles acariciando mi cabello. Y apretarlo muy muy fuertemente contra mi cuerpo, haciéndome perder la respiración y provocándome algo de entumecimiento en los pectorales... pero no me importaba, me gustaba. Me gustaba porque al fin, algo era real. No tenía que utilizar la mente, no tenía que imaginar... ahí estaba, lo tocaba, y me respondía con otra caricia. 

En ese momento, lloré, lloré mucho, por varias razones... lloré de alegría, de dicha, de felicidad... pero también de tristeza, de dolor, por cosas que solo él y yo sabremos. Amargas lágrimas corrieron por mis mejillas, pero que él supo sanar con sus labios protectores, haciéndome recuperar la confianza en mí mismo.

Durante unas dos horas, que yo deseé fuesen vidas, dos enamorados estuvieron abrazados en mil posiciones diferentes, besando sus bocas y uniendo sus almas. Esos labios, ese aliento embriagador, el perfume de los dioses, el sabor delicioso de su lengua, la saliva que me dió vida, que me propulsó a la felicidad. Besos largos, pero que desgraciadamente no fueron eternos, y a los que ahora, con más ganas que nunca, echo de menos, siento que no le besé lo suficiente. Nunca imaginé que sería tan bonito sentir tu corazón palpitando al compás del otro. Es maravilloso, único.. Ese corazón que fue aumentando su pulso cuando nuestra temperatura subió. Hacía frío porque seguía el viento sacudiéndonos, pero fue inevitable lo que pasó. Más besos en la boca, en el cuello... le subí la camiseta, le lamí el pecho... y por último, recorrí toda su anatomía (bueno, toda la que ya imagináis) con ansiosos labios. Ese momento sí que fue especial... esos dos chicos del mismo género, estaban practicando sexo oral en lo alto de una montaña, a la vista de los trabajadores del campo que podrían verles debajo, y a cualquier voyeur con prismáticos de los edificios del extrarradio de la ciudad! Poco más voy a decir, no voy a dar detalles... sólo diré que me encantó, que intenté hacerlo lo mejor que pude, y espero que lo haya conseguido.

La cosa seguía poniéndose mucho más interesante, nos disponíamos a tumbarnos cómodamente para seguir disfrutando... pero... ¡oh, maldito seas, eGeo bendito, cómo odio ese momento!. Al moverse, pisó o le dió una patada a algo... yo me asusté desde el principio... y si, era lo que yo me temía. Sus gafas, rotas. El cristal fuera de su montura... y encima llama su madre... Agghhhh!! Con lo bien que estábamos... y de repente todo se pone en contra. Teníamos que dejar lo nuestro, e irnos rápidamente a una óptica... pero tampoco era para agobiarse ni desesperarse, pues esa tarde también tendríamos nuestro momento...


Continuará.... (ahora estoy hablando con él, por eso no sigo :P)


Un besazo a todos!!


PD: la foto es muestra de un pequeño acto de vandalismo (y de amor) que cometí en cierto pueblo de nuestro recorrido, Santo Domingo de la Calzada. Se ve que lo mío no es el graffiti.

Últimos acontecimientos


Lo siento. Mil disculpas. He estado muy muy ocupado estos días... estudiando filosofía y matemáticas, pasando el fin de semana fuera, haciendo deberes y redacciones de inglés. Y hablando con eGeo, lo único bueno de todo. Empezaré por el principio, para poneros en antecedentes.

El famosillo examencito de Filosofía... suficientemente bien. Yo creo que alrededor de un 8, teniendo en cuenta el grado de perrería (o perritud) del profesor. Era fácil, pero como siempre, nos pilla desprevenidos en algo, en esta ocasión, las preguntas. Eran super extrañas, te daba mil rodeos para preguntar lo más sencillo, lo que nos despistaba. Nos lo sabíamos todo, pero no sabíamos qué teníamos que responder exactamente. Este señorito tiene tela... pero bueno, espero que salga muy bien, para empezar con fuerzas el curso y no defraudarme. Porque estudiar, estudié... poco, la verdad... pero me cogió un dolor de cabeza increíble los últimos días que me hacían ir más lento.

Hoy martes ya nos dieron la nota del examen, y para mi sorpresa, he sacado un 9'5. Creo que no está nada mal, contando que estudié relativamente poco, que es el primer examen, y que tenía ese dolor de cabeza... También hemos tenido el examen de matemáticas... pero sobre ese prefiero no hablar. No sacaré buena nota, así que prefiero pasar a otra cosa.

Estuve tan cansado esos días por lo que pasó le viernes anterior, que poco dormí. Estuve con Sally, Sarita y la otra chica en un concierto. ¡Mi primer concierto!. Llevaban mucho tiempo insistiéndome, para que fuese, pero yo no tenía ganas... pues era de grupos de aquí, de Fuengirola y alrededores, grupos pequeños, que hacen una música que no me gusta mucho... o, mejor dicho, que pensaba que no me gustaba. Heavy metal, rock, hip hop... y algo que sí me atrae, el rock alternativo. Fui un poco asustado... pero finalmente accedí, tenía ganas de ver a mis chicas. Allí estuve, a las 9 y media como un clavo, esperándolas, cuando aparecieron tres chicos... ellos también vendrían con nosotros, según me habían avisado ellas. No eran nada fuera de lo normal... al revés, era un grupo típico, de película. El alto y grande, algo tímido, el bajito gordito de pelo largo y ondulado y cara grande, más hablador, y el tercero muy deltado y de estatura media. Pero ninguno destacaba por su belleza, precisamente. Al rato, aparecieron ellas... y ya nos fuimos a la sala donde se hizo el concierto. Estuvimos laaaargo rato esperando, unas 2 horas, en las que también estuve con Lara, con mi doble, su novio, otra pareja lesbiana, y los otros, que estaban por allí aunque no pensaban entrar. Al final, sobre las 11 y media, entramos. La puerta, por un callejón maloliente, aroma de porros y meado, gente rara y mayor... pero no nos importaba, porque cada uno iba a su bola, no te miraban mal ni nada. Yo, con el pañuelo que me dio eGeo, por supuesto. Dentro, vimos a dos de los tres grupos que actuaban: Blindfall, granadinos de rock alternativo, una inglesita cantando con buena voz, y Tripas Clown, uno de los grupos endémicos de Fuengirola, que hacen metal fusionado con hip-hop. El primero me gustó mucho más que el segundo, aunque hay que decir que el guitarrista sin camiseta y sudoroso de Tripas Clown no estaba nada mal. Respecto a eso, Sally me estuvo insinuando mucho... que si le hacía fotos para que me las mandase, que si estaba bueno o no, que si era lo que más me gustaba del grupo... yo intenté desviar los temas, que no pareciese muy evidente que se me caía la baba. En cierto momento, mientras actuaba el segundo grupo, entró mi doble, Chris, para avisarme que el treinteañero estaba fuera. Le llamaré Luca. De manera que salí para saludar a Luca, y allí estaba con más del grupo. Un fuerte abrazo, con dos marcados besos en las mejillas, y muchas preguntas sobre mi, y sobre mi novio, pues le conté de pasada que tenía un amigo íntimo de Logroño. Estuve un rato con ellos, volví a entrar, estuve hablando con Chris. Me hice unas fotos con él, para comparar el parecido... que algo tenemos, si, pero no tanto como dicen. Volvimos a salir a la noche cálida, demasiado cálida, pero ya sólo estuve con mis chicas, con Sally y con Sarita.

Me pillaría el momento cariñoso, o les pillaría a ellas, que no paré de abrazarles. Estaba a gusto, contento, y me sentía en total confianza con ellas, sobretodo por lo que pasó en cierto momento. Sarita me preguntó que de quién era el pañuelo, y le dije que de un amigo. ¿El de Logroño?. Pues sí, ese con el que hablo tanto. Y Sally insinuó..."así que amigo, ehh??". Y poco después de eso, se levantó y me abrazó. Ya tienen que saber que estoy con un chico logroñés... y se lo han tomado muy bien. Me encantó estrechar su delgado cuerpo entre mis brazos... cuántas veces había necesitado yo un abrazo así!. El concierto acabó sobre la 1, pero yo hasta las 2 y media no llegué a casa, pues estuve hablando con eGeo. Al acostarme, volví a llamarlo otra horita, y sobre las 4 mis ojos se rindieron al sueño. Tenía una grato recuerdo del concierto, lo había pasado muy bien... y la próxima, repetiré sin dudarlo un instante. A las 9 estaba ya de pie, preparando las cosas, para irme a casa de mis abuelos... un fin de semana aburrido, sin nada interesante que contar, y también durmiendo poco. 

Sigo algo cansado... pero bueh, mañana me dormiré hasta tarde, ya que, por lo del plan Bolonia y todo eso que ya sabéis, van a hacer huelga en mi instituto... Lo he estado pensando seriamente, si estoy de acuerdo o no con todo ello... pero tengo tanto sueñecito que prefiero dejar el honor y la seriedad a un lado por una vez, y tomarme una licencia para dormir.

Y ya está, poco más ha pasado. Que me veo cada vez con menos tiempo para escribir, eso si... pero eso es en parte culpa mía, y en parte por las circunstancias, que tengo muchas cosas que hacer. Si yo supiera organizarme bien, tendría tiempo... y eso es lo que pienso hacer. Desde mañana, mejor planificación en mi vida, y post diario sin falta. Que yo os contaré lo que pasó con eGeo, sí o sí, aunque ya ni lo lea la gente. Me hace ilu.


¡¡Un besazo a todos!!