Bueno, al final no fui a casa de Kitty... me duché, eso si (también tocaba a principios de junio... la siguiente el año que viene... es que me preocupa tanto la sequía!!! :P), pero luego me dio un bajón físico, me empezó a doler la cabeza y los ojos, la misma carraspera de siempre... y pocas ganas tenía de salir.
Me puse entonces a intentar algo con la lógica de Filosofía... y si, milagrosamente conseguí concentrarme y ahora el cálculo de deducción natural me sale al dedillo. Solo queda repasar, estudiar mañana lo poco de teoría que entra... y listo.
Cuando vino mi madre de hacer unas compras, me estuvo dando la tabarra... este viernes tenemos una boda (ya lo contaré mañana, falta de tiempo), y tenía que ver lo que me ponía. Decidido, una camisa cualquiera, un pantalón negro (que no es nada para vestir, pero da el pego), y faltaban los zapatos también oscuros. A falta de ellos, y viendo que estaba más recuperado, he salido con ella al Zara y al Ulanka a buscarlos. En Zara nada interesante, solo un cani con malas pintas que me miraba mal descaradamente, porque iba con mi camisa blanca de mangas cortas con la camiseta rosa pálido debajo.
Y con estas "pintas" fuimos al Ulanka, donde de repente, de un flechazo, me hipnotizó el dependiente. Era de mi estatura, muy delgado, pelo (ni corto ni largo) negro moldeado con un poco de gomina, vestido de negro, collar al cuello, y una cara preciosa... a decir verdad, me recordó mucho a Neo!! Y era gay, descaradamente... solo por su forma de andar ya se sospechaba, y ya al hablar, despejó toda duda posible.
Discutí levemente con mi madre sobre qué zapatos llevarme, y al final conseguí los que quería. Eran mucho más baratos, pero no eran zapatos en sí... eran unas zapatillas, parecidas en algo a las converse que tanto impacto han tenido, pero mucho más cortas, de color negro y con estampados detrás. No son ideales para ir a una boda... pero yo no quería ir tan formal, y además sabía que esas luego me las pondría, no como otros zapatos que me he comprado para bodas anteriores, y que siguen en la caja en el armario detrás de la pantalla donde escribo.
La cosa es que el chico no paraba de mirarme... así que yo a él tampoco. Me dio mi talla del pie, un 43, me lo probé, y listo. Luego fui a pagarlo y vi que echaba unas piruletas de una bolsa en un tarrito al lado del mostrador. Al verme observándole, me ofreció una, y la cogí encantado. Empecé a lamer mi piruletita de corazón rosa, y no paraba de mirarme con unos ojos preciosos. Ahí, en plan peli erótica. Y me divertía, jajaja!.
Luego mi madre terminó de comprarse otra, y nos dijimos adiós, con una mirada a los ojos y una sonrisa dibujada en los labios.
Cuando ya iba por la calle, mi madre me preguntó como quien no sabe la cosa que si yo conocía al de la tienda... le dije que no, le pregunté que por qué lo decía, y no me contestó.
Espero que no se haya dado cuenta de nada, ni de que sospeche... quizás fue muy descarado, pero me salió así, no pude evitarlo.
Bueno, ya está, ahora a prepararme a ver el Internado, que ya llevo dos capítulos sin ver!
Un besazo a todos!! ^^
Me puse entonces a intentar algo con la lógica de Filosofía... y si, milagrosamente conseguí concentrarme y ahora el cálculo de deducción natural me sale al dedillo. Solo queda repasar, estudiar mañana lo poco de teoría que entra... y listo.
Cuando vino mi madre de hacer unas compras, me estuvo dando la tabarra... este viernes tenemos una boda (ya lo contaré mañana, falta de tiempo), y tenía que ver lo que me ponía. Decidido, una camisa cualquiera, un pantalón negro (que no es nada para vestir, pero da el pego), y faltaban los zapatos también oscuros. A falta de ellos, y viendo que estaba más recuperado, he salido con ella al Zara y al Ulanka a buscarlos. En Zara nada interesante, solo un cani con malas pintas que me miraba mal descaradamente, porque iba con mi camisa blanca de mangas cortas con la camiseta rosa pálido debajo.
Y con estas "pintas" fuimos al Ulanka, donde de repente, de un flechazo, me hipnotizó el dependiente. Era de mi estatura, muy delgado, pelo (ni corto ni largo) negro moldeado con un poco de gomina, vestido de negro, collar al cuello, y una cara preciosa... a decir verdad, me recordó mucho a Neo!! Y era gay, descaradamente... solo por su forma de andar ya se sospechaba, y ya al hablar, despejó toda duda posible.
Discutí levemente con mi madre sobre qué zapatos llevarme, y al final conseguí los que quería. Eran mucho más baratos, pero no eran zapatos en sí... eran unas zapatillas, parecidas en algo a las converse que tanto impacto han tenido, pero mucho más cortas, de color negro y con estampados detrás. No son ideales para ir a una boda... pero yo no quería ir tan formal, y además sabía que esas luego me las pondría, no como otros zapatos que me he comprado para bodas anteriores, y que siguen en la caja en el armario detrás de la pantalla donde escribo.
La cosa es que el chico no paraba de mirarme... así que yo a él tampoco. Me dio mi talla del pie, un 43, me lo probé, y listo. Luego fui a pagarlo y vi que echaba unas piruletas de una bolsa en un tarrito al lado del mostrador. Al verme observándole, me ofreció una, y la cogí encantado. Empecé a lamer mi piruletita de corazón rosa, y no paraba de mirarme con unos ojos preciosos. Ahí, en plan peli erótica. Y me divertía, jajaja!.
Luego mi madre terminó de comprarse otra, y nos dijimos adiós, con una mirada a los ojos y una sonrisa dibujada en los labios.
Cuando ya iba por la calle, mi madre me preguntó como quien no sabe la cosa que si yo conocía al de la tienda... le dije que no, le pregunté que por qué lo decía, y no me contestó.
Espero que no se haya dado cuenta de nada, ni de que sospeche... quizás fue muy descarado, pero me salió así, no pude evitarlo.
Bueno, ya está, ahora a prepararme a ver el Internado, que ya llevo dos capítulos sin ver!
Un besazo a todos!! ^^