viernes, 31 de octubre de 2008

This is Halloween, y algunas cosas más.


Para empezar, ahí tenéis uno de los temas principales de la obra maestra de Tim Burton, Pesadilla antes de Navidad, o en el idioma original, Nightmare before Christmars. Y ahora, esperando amenizaros la lectura con la música de fondo, a leer vosotros, y yo a escribir!.


Pues si, señores, hoy es Halloween. Para los que lo desconozcáis, la razón de la festividad de este día 31 de Octubre se remonta a unos 2500 años atrás, el día en el que, según los celtas, las almas de los muertos podían salir de los cementerios y vagar entre los vivos, intentando ocupar los cuerpos de éstos. Para evitarlo, las personas se vestían con trajes horribles y decoraban espeluznantemente sus casas (ejemplo: las calabazas... algún día haré una!), queriendo así asustar y ahuyentar a los espíritus infames. Después la tradición se dejó influir por la Iglesia Católica, llegando a ser lo que es hoy, una extraña mezcla de honra para los muertos y un miedo hacia ellos. La celebración emigró a America, donde se deformó mucho más, y ahora poco a poco van volviendo a nuestras tierras. Ahora no es más que márketing y consumismo, una excusa más para gastarse dinero en las discotecas. Y como buen adolescente y borrego que soy, he de hacer lo que hace todo el mundo (nótese toda la ironía y sarcasmo de ésta frase).

El caso es que teníamos un plan. Salir con Sally y Sarita, y encontrarme con los demás de mi nuevo grupo. Pero hoy, si, hoy, justo hoy hoy hoy, ha empezado a llover. El primer día que llueve en serio después de muchísimos meses, y tiene que ser hoy, expresamente hoy. Si es que... ¡manda huevos!. Pero aún así, la gente saldrá, y se empapará, y se morirá de frío, y se pondrá mala, y el parte de faltas del Lunes y los días siguientes estará lleno de efes. Nosotros rezaremos, al menos yo, porque han organizado que si, que voy a ir a casa de Sarita a comer con ellos, a preprarme, y luego saldremos por ahí, llueva, nieve, truene o granice. ¡Voy a vestirme para Halloween, por primera vez en mi vida, desde la última vez que me vestí de Lacasito hace unos 10 años! La verdad es que del traje no tengo apenas nada preparado, solo lo que encontré por casa: guantes de látex, una bata de médico de mi madre, y un polvos de talco. Con eso, algo de sangre de mentirijilla, y nuestra imaginación, tengo que tener un disfraz fabuloso para esta noche... se intentará... Deseadme que pase una buena noche, ya que es la primera vez que salgo por ahí! Espero encontrarme con Lara, Luca, Chris y su novio, y todos los demás... porque lo paso verdaderamente bien con ellos!.

Poco más que contar. Mucho exámen la semana que viene: 21 páginas para una composición de Historia que no sé cómo haré, Inglés, Francés, Física, 15 páginas de la Lírica medieval, otras tantas del romanticismo, más sintaxis, formación de palabras, valores del se, etc... para Lengua... ¡Con lo buena que parecía la jodía, y lo difícil que nos lo pone todo! Pero bueno, todo se podrá, si se hace con tiempo... por eso ayer, entre otras cosas, ni encendí el ordenador, y anteayer mi post fue tan pobre en contenido literario. Hoy tampoco tengo mucho tiempo para escribir... pero me lo he prometido, he sacado el tiempo de debajo de las piedras, y aquí estoy. Siento que no sea muy interesante.

Más cosas de clase. Hoy han venido unos suecos y suecas, de Suecia, por un intercambio que organizó el ayuntamiento, pero en el que pocas personas han participado. De mi clase solo dos, el mijeño guapo y otro chico colombiano. Las suecas son muy simpáticas, rubias, ojos azules, altas, al igual que los suecos, aunque éstos eran más fríos, pero mucho más guapos y grandes, interesantes. Hablaron mucho de Suecia, de Estocolmo y de toda la región, así que ya me he propuesto una meta. eGeo querido, tu y yo pasaremos algún verano en los infinitos bosques suecos, así que vete buscando ropa de abrigo. El mijeño está muy bien conmigo, hablamos mucho, y ahora le da por hacerme cosquillas. El otro día en Física me pidió que le diese un masaje y me pasé la hora masajeando su cuello. Estoy practicando para cuando venga, o vaya a ver, a eGeo... porque no dejo de pensar en él! Kitty también está más cariñosa, no para de abrazarme y de darme besos, sin razón alguna, y ya le he dicho que cuando la abrazo me imagino que es él, mi amor. Le echo de menos, muchísimo. Pero eso era lógico, así que no voy a hablar de éste tema, porque no tengo tiempo y voy super rápido. Otra cosita, también relacionada con el mijeño, esto no es realmente importante, pero ya que estoy os lo suelto. Él, y mucha gente en clase, me dice que me deje algo de barba, que me quedaría muy bien, y yo siempre me negaba... hasta que se metió el caballero Don Dinero de por medio. Si estoy una semana sin afeitarme, me dará él 7 euros, y Kitty me dará también unos cuantos... y la suma aumentará cuantos más días pasen. La verdad, si soy sincero conmigo mismo, no es por el dinero, pues no lo necesito... es por el hecho de dejarme la barba larga por una vez, para ver lo que pasa. Si el resultado es desastroso, tengo el pretexto de la apuesta... si me queda bien... quizás me vaya planteando un cambio de look, quién sabe.

Este fin de semana me quedaré aquí... no haré mucho, estudiar, salir un poco, y dar clases. El lunes estuve dándole clases a una chica que se está convirtiendo en una gran amiga. Se sienta a mi lado, pero no hablamos mucho de nuestra vida personal, hasta que ella vio en el tuenti que "estoy con alguien", por lo que no para de preguntar quién es. Se lo acabaré confesando... aunque me costará, porque ella cree que ese alguien es una chica. Mal encaminada va... El caso es que yo la estoy encaminando pero en inglés, que es sobre lo que le estoy dando las clases. Este domingo quedaré con ella, la verdad es que se le notan los avances. El miércoles también quedé con Sarita para explicarle cosas de filosofía, aunque no está en mi instituto, pero como damos el mismo temario y yo saqué un 9'5 en el examen anterior, confía en mí para que sea su tutor. Espero que también le vaya bien. Y por último, Kitty, que tengo ya por costumbre el irme a su casa a estudiar dibujo técnico, para un examen que tenía hoy. El examen, horrible, totalmente diferente a lo que nos aseguró la profesora, lo que se convierte en otra razón más para odiarla, además de por ser la madre de cierto individuo del cual no quiero acordarme (el novio de Adán hace dos años, el que estaba en clase. Mierda, me he acordado... tendré que pensar en eGeo un rato). Al final, ya que la catástrofe ha sido general, nos hemos quejado y ha dicho que lo repetirá. Espero que no nos vuelva a coger desprevenidos... o tendré que dejar de darle caramelos. Y es que nosotros en clase de Dibujo Técnico solemos llevar caramelos, para comerlos allí... mala costumbre que esa bruja nos ha impuesto. El caso es que todo el mundo le quiere a ella, menos yo... no nos soportamos mutuamente, se nota en el ambiente.


Otra cosa, mariposa. En mi instituto es costumbre hacer un viaje de fin de curso cuando se llega a 2º de Bachillerato, normalmente, un crucero por el Mediterráneo. Pues bien, este año el destino fijado es Estambul como punto de partida, y una vueltecita por las islas griegas, oséase, sobre mi queridísimo mar Egeo. Atenas, Rodas, Estambul... ciudades que estaría maravillado de conocer, y más teniendo a mis amigos en un crucero durante una semana... pero me surjen dudas, muchas. Es caro, , unos 900 o más euros, y aunque existe la posibilidad de financiarlo vendiendo bombones y demás a los tíos, primos y abuelos (¡el mío ya me ha reservado 10 cajas, sin aún tener nada seguro!), pero aun así sigue siendo caro, ya que tienes que tener mucha maña y habilidad para los negocios si quieres pagártelo todo así. Y si me lo pagasen mis padres... no, no, sin duda, no querría, yo no querría. No quiero que se gasten tanto en un viaje mío, y menos en este momento, en el que están algo mal por dinero por problemas familiares... y si encima le añadimos el factor crisis, pues empeora la cosa. Ya veré lo que hago... aunque cuando me enteré, lo primero que pensé fue en ahorrar ese dinero, e irme yo solo con eGeo a cualquier sitio. Si pudiera disponer del dinero de los bombones, iría vendiendo hasta a las casas de los ricos de Marbella, para gastarme lo ganado con él en un futuro y pasar de mis amigos. Pero también... es la última vez que estaré con ellos, si me voy a Madrid... y cosas así no se suelen repetir mucho. Aunque sinceramente, no sé qué me tira más, si ir con mis "amigos", o si visitar todas esas ciudades cámara en mano. En fin, la duda sigue ahí, y en mi mente el debate está abierto todavía.


Me despido ya, mañana contaré el final de la historia! Ese final tan esperado!

Un besazo a todos!!! ^^

PD: Mirad lo que he encontado sobre Halloween... Esto sí que da miedo... :P


¡Ay, que ya voy echando de menos ciertas cositas de eGeo!

miércoles, 29 de octubre de 2008

Una de vídeos: Humor

Me gusta mucho Youtube. Me encanta, lo adoro. Llevo más de 5500 vídeos vistos en la cuenta que me hice hace dos años. Desde entonces he subido algunos vídeos, pero que no han tenido mucho éxito... son sobre nuestras actuaciones en el instituto, por lo que es lógico que no tengan muchas visitas. Hoy no tengo mucho sobre lo que escribir, y aunque me siento más inspirado y dispuesto que otros días, tengo ganas de enseñaros los trastos de mi baúl de los recuerdos. 


Potter Puppet Pals in "The Mysterious Ticking Noise"

Algunas personas sin demasiadas cosas que hacer y con talento hicieron esta pequeña obra "maestra" con títeres, que representaban a los personajes de Harry Potter.
Pegadizo y original, sin duda!





The Original Human TETRIS Performance by Guillaume Reymond


Otro grupo de gente abrrida se dejó engatusar por este tal Guillaume Reymond, un suizo muy paciente, para interpretar el conocido juego de Tetris. Lo que yo digo, demasiadas personas no tienen cosas interesantes que hacer...





Cal Band- Big Game Video Game Show 2007


Lo siguiente es parecido, pero mucho más grande, y a mayor escala... una banda de una universidad californiana, la Cal Band, interpreta en los intermedios de los partidos de fútbol americano obras conocida moviéndose en asombrosa coordinación.




Coro de Quejas de Helsinki

Pues eso...¿de qué se quejan los Helsinkianos?






Gomaespuma - El himno español

¿Recordáis cuando quisieron escribir la letra del himno de España para que los futbolistas no tuvieran que tararear como tontos? Pues aquí está la letra propuesta por los geniales Gomaespuma.





Bueno, aquí acaba una de mis pequeñas colecciones... podría poner muchísimos más... que ya os enseñaré poco a poco. Decidme por favor si os ha gustado, o si ya los conocíais... para saber si poneros más otro día en el que ande poco inspirado.

¡Un besazo a todos!

martes, 28 de octubre de 2008

eGeo y Gato - Octava parte: Disfrutando con mi ángel


Estábamos en la cima del mundo. Ante nosotros se divisaba Navarrete y toda la vasta región verde y arboleada, tras nosotros estaba el viñedo. El lugar era bastante alto, una especie de meseta donde se cultivaba el rectangular viñedo, en cuya esquina más sobresaliente estábamos sentados, sobre un cuadrado de hormigón situado encima de un cilindro, que pienso que debía guardar una boca de riego.

Éramos los reyes del universo. Los artífices de todo, no había dioses, porque la realidad la habíamos creado nosotros. No estábamos soñando, porque no existe sueño tan perfecto como pasar un rato con la persona amada, como pude descubrir. Ese hormigueo en el estómago, pero también esa tranquilidad... esa paz... por primera vez en mi vida, supe qué era vivir el momento. No pensar en el futuro ni en el pasado. Sólo mirar a esos ojos que nada más quieren mirarte a ti. Acariciar su cabello, su cuello, su graciosa nuez, bajar por su fuerte espalda hasta la cintura. Saber que es algo prohibido, pero que tienes permiso para hacerlo, porque ya nadie pone reglas. Tal complicidad entre los dos... no teníamos que decir nada, si yo quería besarle e interrumpirle la conversación, lo hacía, no se iba a molestar, como yo no me molestaría en nada que él me pidiese, pues yo estaba dispuesto a todo. Estaba con él, después de todo lo que he pasado antes en mi vida, no es momento para andarse con tonterías y sí es el momento de disfrutar sin miedo.

Allí, sobre esa inestable superficie, nos intercambiamos nuestros regalos. Al igual que a eGeo, omití total e inconscientemente el pequeño detalle que habíamos tenido esa misma mañana. Volved unas 10 horas atrás. Allí, en la montaña fría donde corría tanto viento, nos despojamos de todas nuestras ropas y nos intercambiamos los boxers, justo antes de salir pitando hacia la óptica. Desde entonces, todos los viernes en conmemoración con ese día me pongo su ropa interior... es algo tan bonito, saber que llevo puesta una suave prenda que él ha utilizado tanto, y de una manera tan íntima... Ahora, regresad al futuro. Los nuevos regalos, mi pequeña sorpresita que le tenía preparada... se la di al fin. El presente en cuestión consistía en un llavero de acero inoxidable dividido en forma de corazón, es decir, una mitad del corazón para él, y otra para mi. Me parece que es una bonita forma de simbolizar nuestro amor complementario, espero que le haya gustado. También le regalé una pequeña tontería, que no sé si le hizo ilusión o no... le dí una foto mía con 7 añitos, en la que salía demasiado guapo para ser yo... pero espero que almenos tenga un recuerdo, antiguo, pero un recuerdo de mi pasado ^^. Él me dio una pulserita muy mona, azul, que me encanta, y que nunca me quitaré. ¡¡Gracias eGeo, sé que no hace falta gastar dinero para decirte que te quiero, pero esta muestra material de amor fue maravillosa!!

Ya habíamos hecho lo que debíamos hacer... y ahora tocaba la diversión, dar rienda suelta a la pasión que yo tanto había guardado. Allí, en el extremo de la plantación, delante de todo Navarrete, todos los campos colindantes inferiores y a la vista del que se atreviese a mirar, él sentado sobre el hormigón y yo de rodillas, le volví a hacer una felación, que a mi me encantó, maravillosa (y si me permitís... riquísima... pff!). Me dijo que si quería ir a la penetración... pero no le contesté, en parte porque me daba un poco de miedo, y en parte porque ya estaba muy bien así. Cuando estaba en la "faena" empezamos a escuchar cascos de caballos, eran jinetes provenientes de una escuela de equitación cercana. Los veíamos subir por la ladera de enfrente, pensando que no llegarían hasta nosotros... pero imaginad cuál fue nuestro horror cuando vimos que aparecían aproximándose en línea recta hacia nuestra posición. Corriendo, nos pusimos bien la ropa, cogimos las cosas y nos fuimos andando rápidamente hacia el otro lado del campo, perpendicular a donde ellos se acercaban. Nos metimos en una de las calles del viñedo, y allí nos escondimos hasta que pasaron. Yo creo que vieron, sin duda porque había suficiente visibilidad y luz, a dos chicos tocándose y con los pantalones casi bajados, tapándose estúpidamente con los rácimos de uvas. Ja, me gustaría saber ahora quién se tomará esas uvas en Nochevieja... ¿serás tú el afortunado? :P 

Pero eso no dejaba de darle más interés al asunto... si, vale, lo confieso. Me puso muchísimo saber que alguien desconocido nos podría ver, pero que no iban a hacer nada. Eran unos 12, y muchos de ellos eran jóvenes... ¡y encima, una estaba grabando en vídeo!. Por primera vez en mi vida soy protagonista de esas curiosas anécdotas tan graciosas que se cuentan en los recreos, en clase, o en el bar, para provocar la risa ajena y caer bien. ¡Espero que hagan buenos chistes sobre nosotros!. Finalmente, pasaron... y volvimos a lo nuestro. Hablábamos tranquilamente, nos besábamos... volvimos al tema "central", osea, volví a arrodillarme... hasta que se lo dije, seguro de mí mismo. Sí, quiero hacerlo contigo. Volvimos a besarnos, unos besos enormes, largos y profundos. ¡Qué bien besaba! Era tan tierno, tan perfecto todo... Me encantó sentir la humedad de su boca entre mis labios, mi lengua saborear sus dientes, sus músculos masajeando los míos. Os parecerá asqueroso... pero sabéis lo que lo habéis probado que es divino. Y lo que no lo habéis probado, os aseguro que ya lo probaréis, a todo el mundo le llega.

Pero era momento de hacer cosas nuevas...

(Continuará)

¡¡Un besazo a todos!!

domingo, 26 de octubre de 2008

Armonía, paz, felicidad con mis amigos.


El viernes fue como un día cualquiera en clase, sólo cabe mencionar que casi me duermo en Dibujo. Y yo NUNCA me he dormido en dibujo, ni he sentido cansancio... pero si no eché una cabezadita, fue porque la profesora (madre de un individuo del que tengo que hablar, una tercera persona importante, que nunca nombré pero sí mencioné) no me quitó el ojo de encima. Matemáticas, física, lengua, todas bien... hasta filosofía, que ya estoy cogiéndole gustillo a la asignatura, ya me cae mejor el profesor... aunque el tufillo a leche agria que desprende al tenerlo en primera fila sigue provocando un ligero mareo tras una larga exposición.

Esa tarde vino lo bueno... Empezó normal, escribí un poco, hice algunas cositas en casa, y hablé con los míos. Me duché y a las 7 quedé con Sarita, Sally, la chica tímida, y otra chica más (en cuya casa celebramos el cumpleaños de la primera... donde conocí al rubito... que me calló al principio mal, pero ahora veo que es simpática) en frente de cierta librería que me gusta mucho. Me compré una napolitana riquísima de chocolate blanco y negro, con trocitos de almendra por encima, recién hecho... mmm, riquísimo. Sí, ahora mismo estoy muerto de hambre. Sigamos... Yo llevaba la cámara de fotos, dispuesto a retratar a la gente. No iba en plan bien, de hacer fotos buenas y de calidad... más que nada quería pasármelo bien con ellas, tontear y ser yo también el protagonista ante mi objetivo.

Nos fuimos al parque de siempre, donde estaban los otros chicos, el grupo gay, Lara, Luca y otros, pero no mi doble y su novio. Estuve con ellos, le hice algunas fotos al rubito, y ahora que digo ésto me acuerdo de una cosa. La noche que salí con Luca y los otros a la feria, a la vuelta a mi casa con él y Lara, me contaron lo que pensaban. Creen que es seguro que el rubito vaya detrás mía, que esté interesado en mi, sólo para tener sexo. Me eché a reir... Ja! ¿Así que el rubito quiere sexo conmigo? Y bueno, aparte de la sorpresa, pues es la primera vez que alguien de mi alrededor de esa calaña se interesa por mi para sexo... alguien que es guapo quiero decir, no Adán. Yo no soy ni guapo ni nada... pero no sé, será que está aburrido de su novio (porque TIENE novio...). Aparte de sorprenderme, pues me hizo muchísima gracia, porque sé lo que pasaría si intentase algo. Le dejaría en ridículo, sin duda, pues sé cómo hacerlo. Desde el principio le dije que no le tenía miedo... y es que le tengo calado, sé cómo contraatacar. Siempre que él, claro ataque... que espero que no lo haga. De todas maneras, intente hacerlo o no, sé que tengo la protección jurada de Luca y Lara, que por lo visto prefieren ser mis amigos y ayudarme que seguirle el royo al rubito, con los que lleva años de relación. Me sentí protegido... mucho, porque Luca es bastante fuerte y Lara tiene también su maña. Puedo creerme afortunado, la verdad. Ah, bueno, y no hace falta decir que el rubito ni interesa ni puede interesar... yo estoy para eGeo, y siempre lo estaré. Que se pongan todos los rubitos del mundo en fila delante mía, que yo pasaré de cada uno de ellos...

La cosa es que al rato, tras hacer fotos y el idiota con las chicas, aparecieron Chris y su novio, que también guarda un cierto parecido conmigo (aunque él si que es guapo, le he cogido más cariño que a Chris, es mucho más interesante). Les saludé, y al novio le di dos besos en la cara, justo en frente de Sally. No me dijo nada, solo me miró... quizás no pretendía nada. Me volví a hablar con ellas... cuando noto unos golpecitos en la espalda. Me doy la vuelta... y lo veo. Sonriente, con un pelo espantosamente cortado e igual de bajo que siempre... ¿adivináis? ¡Sí! ¡Adán!

Le digo hola, le ofrezco la mano, y me la estrecha. Me dice que por qué he paso de él, y es que en el instituto ha estado varias veces y ni le he hablado. Le sigo estrechando la mano, cada vez con más fuerza, tranquilo yo, firme, respirando pausadamente, con toda la seriedad del mundo le pongo la mano roja, sin que se note el esfuerzo. Dice que le hago daño, y me alegro. Le digo que no sé por qué lo dice, que no he pasado de él... y me repite que sí, que pasé de él el otro día por el msn, para irme a hablar con mi novio. Y es que así fue, me empezó a hablar, y le dije que estaba hablando con alguien. ¿Con quien?. "Pues con mi novio. Adiós." Y sí, lo de que estaba hablando con mi novio, así me lo dijo, en voz alta, y delante de las chicas. Me giré un momento para ver si seguían allí o si habían escuchado... pero estaban mirando para otro lado. Me volví, le pregunté que si quería algo más... y giré 180 grados sobre mis pies, osea, que le di la espalda desafiante y seguro. Miré tras mi hombro, y lo vi marchar hasta otro grupo de gente. No lo volví a ver, porque ni lo busqué.

¡Qué bien me sentí! Nunca pensé que la venganza, por poca que fuese, supiese tan bien... Me encantó despreciarlo, hacerle ver que no le importaba... porque es la verdad. Ya no es nada para mi... no es interesante que hable conmigo, no me puede proporcionar nada nuevo. Me aburre, y no lo veo necesario. Por eso ni le saludé cuando vino a nuestro instituto en el recreo, aunque estaban todos alrededor suya, y a pesar de su voz llamándome a grito pelado entre la gente, yo seguí andando tan campante. No es que pase de él... es que ni me va ni me viene, no interesa. Que haga lo que quiera... yo estoy muy muy bien como estoy, no necesito nada de él ni de nadie. Tengo a mi novio, porque aunque él lo dijese con un tono que no me gustó nada, sé que lo tengo, y vosotros sabéis qué bien me va. Soy FELIZ, Adán, así que jódete, tu sigue follando con los demás y poniendo esa carita de corderito y una sonrisa tan falsa como tu dignidad. Lo siento, me calienta la sangre este tipo... cambiemos de tema.

El caso es que sí, y más después de eso, yo estaba feliz, exultante, alegre y animado. Me hice más fotos con las chicas, le enseñé la gran cámara al que quisiese verla, incluso charlé con la chica antipática... todo fue perfecto. Estuve muy pegado a Sarita y a Sally... se nota que hay mucho cariño. La segunda ahora está encaprichada con un chico, uno perteneciente a una de las bandas de aquí, y me alegra verla ilusionada. Le abrazaba, y ella me devolvía los abrazos. Nos hicimos una foto en la que ella me daba un beso, y luego me regaló una de sus chapas preferidas. ¡Qué mona es esta chica! ¡Y además, tiene unos ojos tan bonitos! Le deseo muchísima suerte... pues se la merece. ¡Todo el mundo merece ser feliz, y ella está cerca de conseguirlo al fin!

Al rato apareció Luca, pero estuvo poco tiempo con nosotros... se fue con Lara y otras chicas a tomar algo. Me dio un abrazo, pero él si se cortó y no nos besamos. Cuando lo coja por el msn, le tengo que contar que vi a Adán... él dice que quiere "conocerlo", pues le conté mi historia y siente algo de odio por él, porque me hizo daño a mi. Si que me ha cogido cariño, si... pero tengo la certeza de que no intentará nada. Sabe que estoy con eGeo (es el primero que se enteró, pues justo al despedirme de mi amor, me mandó un sms!), y siempre me pregunta por él. Me cae bien... estoy feliz porque los he conocido. Sé que son personas buenas, todas ellas, y que me no me defraudarán. Puedo confiar en ellas, y tendré su apoyo... son AMIGOS de verdad... algo que yo nunca he tenido. ¡Qué pena no haberlos conocido antes! Todo habría cambiado si los hubiese tenido hace años...

Y ya está. A las 9 y cuarto me compré una hamburguesa en el Burguer King, me fui a mi casa, listo para recoger las cosas e irnos a mi otra casa, a pasar el finde. Estos dos días han sido aburridos, siempre lo mismo: televisión, chucherías, dormir, comer, jugar al billar, cantar en el Singstar, ver Todos a 100 y no calentarme con tantos coños, y, lo mejor de todo, hablar con la luz de mis días, eGeo. Poco más que contar... como no tenemos ningún puzle nuevo, me aburro muchísimo. 

Y mañana ya empieza una nueva semana... qué pereza me da! Pero bueno, los días, por alguna extraña razón, se me pasan volando... y así será mi vida, un transcurrir de días vacíos hasta que llegue el gran momento en el que viva con eGeo. Vamos tachando numeritos en la agenda... cada vez queda menos!

¡Un besazo a todos!


viernes, 24 de octubre de 2008

eGeo y Gato - Séptima parte: Subiendo al cielo.


Después de la tan esperada llamada, y tras reponerme anímicamente, le dije a mi padre (quien estaba sentado debajo del albergue) que iría a dar una vuelta a buscar a eGeo. Atravesé el pueblo hasta la entrada, por donde llegué de hacer el camino, pensando que él estaría por allí. Anduve y anduve impaciente, aunque sabía que llegaría en unos 20 minutos después de su llamada. De la ventana de una de las casas del pueblo, casas antiguas y grandes, colgaba un maceta con flores, y en medio de ellas, un clavel que se alargaba hacia el exterior, poniéndose a mi altura, como incitándome a lo que llegaría a hacer. Miré a derecha e izquierda, no pasaba nadie, así que sesgué con cuidado el largo tallo que la naturaleza me ofrecía, y seguí con mi intranquilo pasear.

Finalmente, me llamó, preguntándome que dónde estaba. Me indicó que me dirigiese hacia la Iglesia... y allá que fui, casi corriendo. Ya la veía desde lejos, sólo tuve que callejear entre aquellas antiguas y frías paredes hasta llegar a su base. Allí, frente un pequeño parquecito, lo esperé durante poco tiempo, pues rápidamente apareció con la bicicleta. Se bajó, y nos abrazamos. Él decía que olía a sudor, me pedía perdón... pero yo le dije que no me importaba, pues olía a él, y todo lo que le perteneciera yo lo quería con igual fuerza. Apoyó su bicicleta en un árbol, puso la cadena... y entonces le regalé el rojo clavel. Mi niño se equivocó cuando lo dijo en su blog... no es una rosa, nene, es un clavel ^^ ¡Ay, pero qué mono, él también se equivoca!

Ya estábamos juntos... al fin. Eran alrededor de las 5 y media, si no recuerdo mal,  y hasta las 9 quedaban aún muchas horas de felicidad que podíamos compartir como pareja. Porque eso éramos, eso me sentía... al fin, pareja de alguien. Preocuparme por él, que alguien se preocupase por mi, tener muchísima confianza en cualquier momento, saber que lo que hago es lo correcto, estar compenetrado con el otro... estar sólo para eGeo, y que eGeo estuviese sólo para mi. Eso me encantó... éramos dos. Por fin en mi vida todo adquiría un carácter par.

Bajamos por el parque para ir al albergue, dispuesto a coger los regalitos que tenía para él en la pesada mochila, y quería que me acompañase... pero claro, mi padre estaría por allí y lo vería. Entonces se negó, alegando que le daba vergüenza, que no sabría qué decir, que no quería conocerlo... imagino que tendría algo de miedo, y vergüenza, eso lo comprendí. Pero le convencí... quería que lo conociese, pues ya que eGeo es único para mi, es importante que entre de lleno en mi vida. Sabía, y tenía ganas de que así fuese, que si mi padre ya lo conocía todo se volvería más seguro, más sostenible, ya no habría vuelta atrás y siempre existiría un eGeo en mi vida.

No sabíamos bien dónde era, así que dimos un rodeo un poco tonto, y aparecimos delante del albergue. Luego nos dimos cuenta de que la iglesia estaba justo detrás del albergue... El caso es que desde lejos ya pudo ver a mi padre, que estaba tomando el sol con una cerveza en una mesa, y los brazos abiertos con las manos detrás de la nuca. Nos acercamos a él, yo mucho más tranquilo de lo que podría imaginar... le presenté a mi amor (por supuesto, no dije eso... le llamé por su nombre, aunque intenté que el cariño no se notase mucho), se estrecharon la mano, y mi padre bromeó algo con él, que se rió un poco, cortado, y me siguió hasta la puerta del albergue. Ya le había dicho yo que mi padre era muy bueno, que sabía tratar con la gente y que le caería bien. El contacto duró lo mínimo, pero algo es algo, ya sabe que no es un ogro y que no se lo va a comer.

Subí al albergue y bajé corriendo con los regalitos, pero para dárnoslo ya habría tiempo después. Nos fuimos paseando por el pueblecito, hasta una tienda de comestibles, donde nos compramos una botella grande de Acquarius. Fue maravilloso darse la mano por debajo del mostrador... delante de la mujer, y con unos chicos detrás... hacía algo prohibido con la persona que más quería. Me indicó dónde vivían sus abuelos, y me estuvo hablando de ellos y de la relación con su madre. 
Entonces nos fuimos andando hasta las afueras del municipio, subimos una cuesta, ya ajenos a la sociedad, donde pudimos darnos la mano, abrazarnos y besarnos. A él le pesaba la mochila, pues llevaba más cosas, así que se la llevé yo. Me encantaba ir andando con él, al mismo paso, con mi cabeza apoyada en su hombro, parándonos muchas veces para besar esos labios tan suaves y dulces. Estaba feliz, radiante, relajado, acompañado de cierta persona por la que mi corazón daba saltos de alegría, en paz conmigo y con todo el mundo. Me sentí en mi lugar al fin, algo diferente en mi, ya que siempre me he sentido como un extraño en cualquier lugar. Pero no, a su lado, bajo su brazo, sí estaba bien, estaba protegido y tenía algo asegurado. Además... era tan mono, tan guapo! Tan alto y con un cuerpo tan bonito, con una personalidad increíble, muy dulce, tierno y cariñoso, todo lo que yo siempre habría necesitado. A cada frase asomaba un "mi amor, mi vida", y lo mejor era cuando me susurraba al oído que me quería. Si tuviera que guardar un solo recuerdo de toda mi vida, guardaría ese... las veces que sus labios pronunciaron entre mi pelo un "te quiero" dulce y melodioso.

Llegamos hasta una colina, una especie de pequeña meseta ocupada por un campo de vides. Ni pensamos que fuese propiedad privada, ni que pudiese haber alguien... nos daba exactamente igual. Estábamos ciegos de amor... en esa tarde tan bonita de principios de Octubre, bajo un cielo rasgado de coloristas nubes, y con el chico más estupendo del mundo, nada podía salir mal.

Y allí llegamos... y allí pasó todo lo que tenía que pasar, de lo que nada me arrepiento....

(Continuará)

¡¡Un besazo a todos!!

PD: Eso es Navarrete... un pueblo que nunca olvidaré.

jueves, 23 de octubre de 2008

eGeo y Gato - Sexta parte: La momentánea separación


Vuelvo a maldecir nuestra mala suerte, tres semanas después... aunque también hay que tener en cuenta la buenísima suerte que he tenido en general. Simplemente fue un pequeño incidente en una historia bonita de amor... nada importante.

Pero ahí estaban, por poco que importase, las gafas rotas. Y la madre de eGeo llamándola al móvil... se acabó lo que se daba. Tuvimos entonces que recoger todo el chiringuito, ponernos las ropas bien y prepararnos para bajar y buscar la dichosa óptica donde le pondrían los dichosos cristalitos. Era algo tarde, y un sábado, por lo que él temía no llegar a tiempo.

Empezamos a descender por la montaña de tierra, y entonces se hizo patente la ayuda de sus gafas. ¡El pobre no veía casi nada!. De manera que fui agarrándole del brazo, del hombro o de la cintura, con cuidado al bajar los terraplenes, observando sus graciosos y pequeños ojos con un mirar perdido, irradiando un cariño y un amor imposibles de describir. Pocos besos nos pudimos dar a la bajada, por las prisas, pero sí aprovechamos los últimos momentos de bucólica intimidad, ya que volveríamos a la incivilizada civilización. Fuimos hasta una parada de autobús que estaba muy cerca de su casa, por lo que él temió entonces que su madre nos viese. Por lo visto ella había ido a la peluquería, podía volver en un momento u otro y vernos. A cada coche que pasaba me preguntaba si era un Honda Civic oscuro... pero no, por suerte, ninguno hubo. Nos sentamos en la parada de autobús, a esperar durante un ratillo. Había dos niñas y una señora allí, que se alejó un poco, pero las chicas no paraban de mirarnos. Nunca olvidaré esta conversación...

Yo-Mira, este es mi DNI, el de los nuevos... pero salgo fatal, vaya.
Él- Que va, estás muy bien.
Yo- ¿Qué? ¿Me estás diciendo que soy guapo?..... ¿Tu no serás maricón, no??? (En voz alta)
Él- No, no, que va!!... (risas contenidas)
Yo- Ah, bueno, qué asco, vaya... (y nos separamos bruscamente, estábamos sentados y me fui al otro asiento)
Él- Si, que asco tio, yo eso no.

Y volvieron las risas que apenas podíamos contener. Volví a su lado, y con la mirada y los labios le susurré un "te quiero" sincero y puro, al que respondió. Necesitaba besarlo... pero aquellas niñas nos impedían actuar con libertad. Maldita sea... Bonito momento fue ese, sin duda, como muchos otros pequeños momentos de felicidad intensa que me regaló.

Llegó finalmente el autobús. Lo voy a confesar casi con vergüenza, pero en mi vida me he subido unas 5 veces a un autobús de línea. Y sin duda, esa fue una de las más especiales, que siempre recordaré. Nos sentamos juntos, casi al final, muy apretados, y entre su pierna y la mía nuestras manos se acariciaban disimuladamente. Habría saltado y me lo habría comido entero ahí, en ese asiento tan incómodo... pero tenía que mantener la compostura. Ya te asaltaré cuando estemos solos en Madrid, eso me lo tengo prometido... :P.

Llegamos a nuestra parada, y nos fuimos casi corriendo a su óptica. Rápidamente nos atendieron, y nos dijeron que en unos diez o quince minutos estaría lista. Menos mal, porque eran las 12:50 más o menos, y yo debía estar en el hotel a las 13:00, donde me estaría esperando mi padre. Volvimos paseando a donde tenía la bicicleta, detrás del hotel, y allí nos despedimos con un simple abrazo, que podría parecer eso a los demás, pero para nosotros fue muy intenso, como siempre. Desde el exterior no se percibió que los dos corazones saltaban de júbilo, pero también de tristeza, porque habríamos de separarnos una vez más. Cogió su bicicleta... y se fue. Fue el "Hasta luego" más razonable que le he dicho. Me dirigí a la entrada del hotel, y allí estaba mi padre con las mochilas, listo para andar.

Desde la 1 de la tarde hasta las 3 y media, más o menos, recorrimos unos 12 kilómetros. Al principio, por Logroño, entre la gente que ya nos empezaba a decir el consabido "Buen camino!"(entre esa gente encontré a una chica que me recordó a Alexa... pero se me olvidó preguntarle a eGeo ese mismo día si era ella, así que nada, ya nunca se sabrá). El asfalto era duro, y ese es uno de mis mayores problemas: que al andar por ciudad o cemento, me canso muy rápido, el pie se adapta siempre al mismo movimiento y acaba doliéndome. Salimos del área de edificios, pero no de la ciudad, puesto que fuimos por un enooorme parque, La Grajera (que ya quisiera yo uno de esos parques en mi ciudad... caramba!), en el que había familias comiendo, paseando en bicicleta o andando, pero ningún peregrino más, ya que habíamos salido demasiado tarde como para encontrarnos con ellos.

El parque de la Grajera se alargó durante unos kilómetros, casi la mitad del recorrido. Era bonito el parque... árboles altos, abetos, pinos, un lago que parecía artificial (donde unos chicos que pescaban se pusieron a gritar que habían conseguido una pieza muy grande, con la intención de sorprendernos, creyendo que éramos guiris... a lo que solté a mi padre un "já, se creen que no somos españoles!", y se callaron). Pero todo cansaba un poco, pues el terreno seguía demasiado duro. De repente, una dura cuesta, y empezamos a ver los primeros viñedos. Quién iba a decir que me pasarían tantas cosas en un campo como aquellos... Estaba feliz, y se me notaba, mi padre lo hubo de percibir. En cierta parte, bastante cerca de la carretera para mi gusto, en una reja metálica había cruces y corazones perfilados con trozos de madera o plásticos (Ejemplo en la foto). A punto estuve de poner otro corazoncito, por eGeo y por mi... pero no debía retrasarme, bastante había hecho mi padre ya por mí como para que esperase más. Y es verdad que no podía dejar de pensar en él, y en lo que había pasado... pero lo pensaba de otra manera. No lo recordaba con ansias... lo recordaba con seguridad, me sentía firme, atado ya a algo, tranquilo de que lo que tenía no me lo iba a arrebatar nadie.

A las 15:30 aproximadamente, y más frescos que una rosa, llegamos al pueblecito en cuestión, Navarrete. Rápidamente, nos fuimos hacia el albergue municipal, donde un francés muy mayor me hizo la credencial. El albergue no estaba mal... cuatro literas en una habitación, cada una en una pared, aunque la ducha sí dejaba mucho que desear. Me comí un bocadillo de jamón (ni comparación tiene el jamón de allí con el de aquí, por dios, el de Jabugo de Huelva es el mejor!) y me duché rápidamente con agua fría y me eché lo poco que quedaba de perfume, quería estar limpio para eGeo, aunque seguía con la misma ropa (Me cambié antes de empezar a andar, y luego me puse la camisa que había usado por la mañana, que no estaba ni sudada ni nada).

Sobre las 4 y media empecé a llamar a eGeo, y me empecé a poner nervioso porque no me lo cogía. Inquieto, iba andando de un lado a otro, llamándole, hasta 9 veces sonó su móvil y no lo cogió. Me empecé a preocupar. ¿Le habría pasado algo, se habría caído en esa precaria bicicleta? ¿Su madre no le habría dejado escaparse? ¿Por qué no cogía el móvil, maldita sea? Mucho me preocupé, me puse en lo peor. ¿Y si no puede venir? ¿Y si no le veo? ¿Y si no le vuelvo a ver? ¿Qué pensará de todo lo que había pasado esa mañana, lo recordará con alegría y orgullo, como yo, o por otro lado se arrepentía? ¿Es que había cambiado de opinión? ¿Dejaba de quererme? Durante una media hora me rallé muchísimo, dando vueltas cerca del albergue, intentando que mi padre no notase nada... pues mis ojos y mi alma estaban a punto de echarse a llorar. Por fin, con alegría noté que mi móvil estaba vibrando... me estaba llamando, al fin, seguía vivo! Cuando su cálida voz intenté evitarlo, pero terminé llorando, aunque pretendí que no lo percibiera mucho. Si, seguía queriéndome, iba directo hacia mi... pude respirar tranquilo, al fin. ¡eGeo, no imaginas la angustia que sentí, se me iba a acabar el mundo si te llamaba una vez más y no lo cogías!

Salí andando por el pueblo, en dirección a la entrada, dispuesto a encontrarme por última vez ese dia con el amor de mi vida.

(Continuará)

¡¡Un besazo a todos!!

miércoles, 22 de octubre de 2008

Nuestro nuevo blog.


nuestra-vida-juntos 


¡¡Ya tenemos algo en común eGeo y yo, ya queda menos para compartir ropa, casa, cama, y vida!!

Cuatro días después de la inauguración del blog, lo anuncio yo... si es que soy un desastre!!

Pues eso, que ya tenéis a vuestra disposición, para todo el curioso que quiera fisgonear en la vida de eGeo y Gato, nuestro blog particular, un proyecto propio que no sabemos si llegará a buen puerto o naufragará. ¡Se intentará remar con fuerza, para sacarlo adelante! Aquí tenéis la dirección: http://una-vida-juntos.blogspot.com/ , también puedes pinchar en la imagen y llegaréis allí.

No será un blog diario, ni mucho menos... pero varias actualizaciones por semana si intentaremos que haya, aunque no nos sentimos en la necesidad. No es como nuestros blogs particulares... es un blog aparte, en el que escribiremos cuando nos venga en gana, que procuraremos será asiduamente.

Lo propuso eGeo, aunque yo hace tiempo ya había pensado lo mismo, pero para más adelante... aunque viendo que nuestra relación ya es real, que solo falta vivir juntos, no es necesario esperar más. Ahí colgaremos todo sobre nuestro PLAN, hablaré de eGeo y eGeo hablará de mi, de nuestras historias... es simplemente una muestra más de amor, como las que tenemos todos los días.

Dentro de poco habremos de cambiar el diseño, tengo en mente algunas ideillas que le pueden gustar. ¡¡Ya os iremos avisando de las novedades!! ^^



Un besazo a todos!!

martes, 21 de octubre de 2008

eGeo y Gato - Quinta Parte: En lo alto del mundo


Hacia allí nos dirigíamos. A lo alto de aquella roca marrón que se divisaba, entre los campos, por un camino de tierra como muchos que vería a partir de entonces durante mi peregrinaje.

Cuando nos alejamos de la civilización, y sólo los coches y camiones pasaban a nuestro lado a toda velocidad, al fin pude tocarlo. Nuestra piel no dejó en ningún momento de mantener el contacto, sea por nuestras manos o por nuestros labios, pero siempre estaba pegado a él. Tenía frío, pues corría algo de viento, pero me daba igual. Él me calentaba con su cuerpo, lo sentía tan cerca y me hacía sentir tan seguro de todo, que no me preocupaba de un mal aire. 

Comenzó el ascenso. Pero el mejor ascenso de todos los que he hecho... andar al lado de mi amor, o detrás de él, cogiéndole siempre de la mano, ayudándole al subir una empinada cuesta pedregosa, avisándole de los arbustos espinosos. Jadeando juntos del cansancio, pues el montecito, aunque no tuviese kilómetros de altura ni nos faltase el oxígeno, era grandecita, y no sabíamos bien por dónde ir. De repente, parábamos, y volvía el amor a requerir nuestros labios en forma de besos, nos abrazábamos y suspirábamos. Pero debíamos seguir si queríamos llegar arriba y tener suficiente tiempo. Subíamos, subíamos... y demasiado subimos, que no llegamos exactamente a donde quería eGeo, sino que llegamos hasta la verdadera cima, una extensión media y plana de tierra dura, con señales de haber sido barro poco tiempo atrás. Y desde arriba, allí lo vimos, justo debajo de nosotros, por la otra cara donde habíamos subido, la piedra a donde eGeo se había empecinado llegar. De manera que hubo que bajar de nuevo... pero por el lugar y de la forma más cochambrosa, por una ladera de mucha pendiente, con piedras sueltas y a considerable altura. Poco a poco, fuimos bajando, con los pies por delante cabeza al cielo, mirando con cuidado dónde los poníamos, y con las manos palpando el terreno tras la espalda. Yo, torpe de mi, hice que algunas de esas piedras se desprendiesen, y cayesen cerca de eGeo... pero rápidamente se solucionó. Finalmente llegamos abajo, yo bien, algo sudoroso, al igual que eGeo, pero no tan bien su maletita que le regaló Borja, que se llenó de polvo y tierra.

Allí estábamos. Colocó la toalla que previsor trajo sobre la cuadrada y lisa piedra, y sobre la maletita (como le llama él), o la mariconera/bolso (como le llamo yo) dejamos nuestras pertenencias: relojes, gafas, mi camisa, su chaqueta, las carteras... todo. Nos despejamos de nuestra identificaciones, y entonces solo así, y abrazados, pudimos identificarnos a nosotros mismos. Miraba al frente, y veía a la hermosa vista de Logroño, con sus edificios, su río, y sus gentecillas, viviendo ajenas al enorme acontecimiento que se estaba dando lugar tan cerca de ellas. Le hice algunas fotos, con el precioso paisaje detrás. A ese mismo lugar me prometió eGeo que iríamos, hace mucho tiempo, cuando en cierta tarde (que recuerdo perfectamente), me llamó llorando, desesperado, cansado de su vida. Ahora no tengo más que decirle, y decirme a mí mismo (por todos los momentos que pensé lo mismo que él), que ha merecido la pena todo. Me alegro de que en ese momento estuviese mal, porque si no, no habría tenido lugar todo ésto que pasó.

Nos tumbamos en la roca, sobre la amarilla toalla (curiosamente, de un club náutico... no sabía yo que había clubs náuticos en Logroño, cosa curiosa careciendo de mar, no?), y nuestros cuerpos automáticamente se entrelazaron en perfecta armonía. Me encantaba tumbarme en el suelo, y que él se tumbase encima mía, pecho aplastando a pecho, sus piernas sobre las mías, mis manos en sus cintura y las suyas tan hábiles acariciando mi cabello. Y apretarlo muy muy fuertemente contra mi cuerpo, haciéndome perder la respiración y provocándome algo de entumecimiento en los pectorales... pero no me importaba, me gustaba. Me gustaba porque al fin, algo era real. No tenía que utilizar la mente, no tenía que imaginar... ahí estaba, lo tocaba, y me respondía con otra caricia. 

En ese momento, lloré, lloré mucho, por varias razones... lloré de alegría, de dicha, de felicidad... pero también de tristeza, de dolor, por cosas que solo él y yo sabremos. Amargas lágrimas corrieron por mis mejillas, pero que él supo sanar con sus labios protectores, haciéndome recuperar la confianza en mí mismo.

Durante unas dos horas, que yo deseé fuesen vidas, dos enamorados estuvieron abrazados en mil posiciones diferentes, besando sus bocas y uniendo sus almas. Esos labios, ese aliento embriagador, el perfume de los dioses, el sabor delicioso de su lengua, la saliva que me dió vida, que me propulsó a la felicidad. Besos largos, pero que desgraciadamente no fueron eternos, y a los que ahora, con más ganas que nunca, echo de menos, siento que no le besé lo suficiente. Nunca imaginé que sería tan bonito sentir tu corazón palpitando al compás del otro. Es maravilloso, único.. Ese corazón que fue aumentando su pulso cuando nuestra temperatura subió. Hacía frío porque seguía el viento sacudiéndonos, pero fue inevitable lo que pasó. Más besos en la boca, en el cuello... le subí la camiseta, le lamí el pecho... y por último, recorrí toda su anatomía (bueno, toda la que ya imagináis) con ansiosos labios. Ese momento sí que fue especial... esos dos chicos del mismo género, estaban practicando sexo oral en lo alto de una montaña, a la vista de los trabajadores del campo que podrían verles debajo, y a cualquier voyeur con prismáticos de los edificios del extrarradio de la ciudad! Poco más voy a decir, no voy a dar detalles... sólo diré que me encantó, que intenté hacerlo lo mejor que pude, y espero que lo haya conseguido.

La cosa seguía poniéndose mucho más interesante, nos disponíamos a tumbarnos cómodamente para seguir disfrutando... pero... ¡oh, maldito seas, eGeo bendito, cómo odio ese momento!. Al moverse, pisó o le dió una patada a algo... yo me asusté desde el principio... y si, era lo que yo me temía. Sus gafas, rotas. El cristal fuera de su montura... y encima llama su madre... Agghhhh!! Con lo bien que estábamos... y de repente todo se pone en contra. Teníamos que dejar lo nuestro, e irnos rápidamente a una óptica... pero tampoco era para agobiarse ni desesperarse, pues esa tarde también tendríamos nuestro momento...


Continuará.... (ahora estoy hablando con él, por eso no sigo :P)


Un besazo a todos!!


PD: la foto es muestra de un pequeño acto de vandalismo (y de amor) que cometí en cierto pueblo de nuestro recorrido, Santo Domingo de la Calzada. Se ve que lo mío no es el graffiti.

Últimos acontecimientos


Lo siento. Mil disculpas. He estado muy muy ocupado estos días... estudiando filosofía y matemáticas, pasando el fin de semana fuera, haciendo deberes y redacciones de inglés. Y hablando con eGeo, lo único bueno de todo. Empezaré por el principio, para poneros en antecedentes.

El famosillo examencito de Filosofía... suficientemente bien. Yo creo que alrededor de un 8, teniendo en cuenta el grado de perrería (o perritud) del profesor. Era fácil, pero como siempre, nos pilla desprevenidos en algo, en esta ocasión, las preguntas. Eran super extrañas, te daba mil rodeos para preguntar lo más sencillo, lo que nos despistaba. Nos lo sabíamos todo, pero no sabíamos qué teníamos que responder exactamente. Este señorito tiene tela... pero bueno, espero que salga muy bien, para empezar con fuerzas el curso y no defraudarme. Porque estudiar, estudié... poco, la verdad... pero me cogió un dolor de cabeza increíble los últimos días que me hacían ir más lento.

Hoy martes ya nos dieron la nota del examen, y para mi sorpresa, he sacado un 9'5. Creo que no está nada mal, contando que estudié relativamente poco, que es el primer examen, y que tenía ese dolor de cabeza... También hemos tenido el examen de matemáticas... pero sobre ese prefiero no hablar. No sacaré buena nota, así que prefiero pasar a otra cosa.

Estuve tan cansado esos días por lo que pasó le viernes anterior, que poco dormí. Estuve con Sally, Sarita y la otra chica en un concierto. ¡Mi primer concierto!. Llevaban mucho tiempo insistiéndome, para que fuese, pero yo no tenía ganas... pues era de grupos de aquí, de Fuengirola y alrededores, grupos pequeños, que hacen una música que no me gusta mucho... o, mejor dicho, que pensaba que no me gustaba. Heavy metal, rock, hip hop... y algo que sí me atrae, el rock alternativo. Fui un poco asustado... pero finalmente accedí, tenía ganas de ver a mis chicas. Allí estuve, a las 9 y media como un clavo, esperándolas, cuando aparecieron tres chicos... ellos también vendrían con nosotros, según me habían avisado ellas. No eran nada fuera de lo normal... al revés, era un grupo típico, de película. El alto y grande, algo tímido, el bajito gordito de pelo largo y ondulado y cara grande, más hablador, y el tercero muy deltado y de estatura media. Pero ninguno destacaba por su belleza, precisamente. Al rato, aparecieron ellas... y ya nos fuimos a la sala donde se hizo el concierto. Estuvimos laaaargo rato esperando, unas 2 horas, en las que también estuve con Lara, con mi doble, su novio, otra pareja lesbiana, y los otros, que estaban por allí aunque no pensaban entrar. Al final, sobre las 11 y media, entramos. La puerta, por un callejón maloliente, aroma de porros y meado, gente rara y mayor... pero no nos importaba, porque cada uno iba a su bola, no te miraban mal ni nada. Yo, con el pañuelo que me dio eGeo, por supuesto. Dentro, vimos a dos de los tres grupos que actuaban: Blindfall, granadinos de rock alternativo, una inglesita cantando con buena voz, y Tripas Clown, uno de los grupos endémicos de Fuengirola, que hacen metal fusionado con hip-hop. El primero me gustó mucho más que el segundo, aunque hay que decir que el guitarrista sin camiseta y sudoroso de Tripas Clown no estaba nada mal. Respecto a eso, Sally me estuvo insinuando mucho... que si le hacía fotos para que me las mandase, que si estaba bueno o no, que si era lo que más me gustaba del grupo... yo intenté desviar los temas, que no pareciese muy evidente que se me caía la baba. En cierto momento, mientras actuaba el segundo grupo, entró mi doble, Chris, para avisarme que el treinteañero estaba fuera. Le llamaré Luca. De manera que salí para saludar a Luca, y allí estaba con más del grupo. Un fuerte abrazo, con dos marcados besos en las mejillas, y muchas preguntas sobre mi, y sobre mi novio, pues le conté de pasada que tenía un amigo íntimo de Logroño. Estuve un rato con ellos, volví a entrar, estuve hablando con Chris. Me hice unas fotos con él, para comparar el parecido... que algo tenemos, si, pero no tanto como dicen. Volvimos a salir a la noche cálida, demasiado cálida, pero ya sólo estuve con mis chicas, con Sally y con Sarita.

Me pillaría el momento cariñoso, o les pillaría a ellas, que no paré de abrazarles. Estaba a gusto, contento, y me sentía en total confianza con ellas, sobretodo por lo que pasó en cierto momento. Sarita me preguntó que de quién era el pañuelo, y le dije que de un amigo. ¿El de Logroño?. Pues sí, ese con el que hablo tanto. Y Sally insinuó..."así que amigo, ehh??". Y poco después de eso, se levantó y me abrazó. Ya tienen que saber que estoy con un chico logroñés... y se lo han tomado muy bien. Me encantó estrechar su delgado cuerpo entre mis brazos... cuántas veces había necesitado yo un abrazo así!. El concierto acabó sobre la 1, pero yo hasta las 2 y media no llegué a casa, pues estuve hablando con eGeo. Al acostarme, volví a llamarlo otra horita, y sobre las 4 mis ojos se rindieron al sueño. Tenía una grato recuerdo del concierto, lo había pasado muy bien... y la próxima, repetiré sin dudarlo un instante. A las 9 estaba ya de pie, preparando las cosas, para irme a casa de mis abuelos... un fin de semana aburrido, sin nada interesante que contar, y también durmiendo poco. 

Sigo algo cansado... pero bueh, mañana me dormiré hasta tarde, ya que, por lo del plan Bolonia y todo eso que ya sabéis, van a hacer huelga en mi instituto... Lo he estado pensando seriamente, si estoy de acuerdo o no con todo ello... pero tengo tanto sueñecito que prefiero dejar el honor y la seriedad a un lado por una vez, y tomarme una licencia para dormir.

Y ya está, poco más ha pasado. Que me veo cada vez con menos tiempo para escribir, eso si... pero eso es en parte culpa mía, y en parte por las circunstancias, que tengo muchas cosas que hacer. Si yo supiera organizarme bien, tendría tiempo... y eso es lo que pienso hacer. Desde mañana, mejor planificación en mi vida, y post diario sin falta. Que yo os contaré lo que pasó con eGeo, sí o sí, aunque ya ni lo lea la gente. Me hace ilu.


¡¡Un besazo a todos!!

sábado, 18 de octubre de 2008

El Gato Volador


Ahora soy como Doraemon, son un Gato cósmico, el Gato Volador, pues al fin he encontrado a ese alguien que me donase sus alas, como decía en mi perfil, y al fin lo he encontrado.

Si, una vez más, voy a hablar de eGeo. Os estaré aburriendo... pero aquí cuento sobre mi vida, y mi vida es él. eGeo, demostrándome todo lo que me demostró en Logroño y lo que me ha prometido por teléfono, y que ha empezado a hacer, me ha enseñado a volar, me ha ayudado a impulsarme con el gorrocóptero que me dejó, consiguiendo poder cruzar los cielos y dejar atrás todo, el infierno personal en el que estaba. Ahora atravieso las nubes, juego con las palomas, converso con los ángeles y me tuesto al sol, aunque con cuidado de esquivar bien a los aviones, malditos aparatos que me recuerdan que siguen existiendo la Tierra y sus muchas y malas personitas allá abajo. Pero esas personitas son diminutas, a penas las veo, y no me intereso por verlas más, ya no me importan. Sólo me importa poder ver todas las noches a la Luna, y contarle mis novedades, rememorarle mi antigua vida en tierra firme, o no hablar de ningún tema en particular. La voz de mi Luna es preciosa, magnífica... y a vosotros, débiles terrestres que os sostenéis sobre los pies, os puedo asegurar que desde allá lo alto, la Luna nunca decrece, siempre se mantiene llena y completa, tan luminosa y clara como siempre. ¡Qué buena es la Luna, qué pena que sólo pueda apreciar su belleza durante pocos momentos, son tan cortas las noches, que siempre siento que no ha sido suficiente! Ansío el momento en el que pueda mejorar mi gorrocóptero, y pueda volar aaalto y alto, mucho más allá de las nubes, saludar a los astronautas y avanzar entre las estrellas envidiosas, para llegar a suficiente altura donde siempre pueda ver a mi Astro, y tener la oportunidad de tocarlo cuando quiera, acariciar su suave superficie e inspeccionar sus cráteres.

Ese momento llegará... me lo ha prometido Selene, que en algún momento pasearé por sus valles y recorreré cada parte de su geografía, todos los días que quiera. Dormiré en sus cuevas, y aunque a veces me sacuda con sus terremotos, me alimentaré  por siempre de su fuego interno, logrando renovar cada energía que malgasta en mi. Le devolveré todo lo que me ha dado, porque esa Luna me ha proporcionado muchas más cosas de las que cree, me ha lanzado el cable y ha puesto en funcionamiento mi gorrocóptero, asegurándome que nunca dejará de girar y girar para mantenerme en el cielo. Lucharé por él, haré extinguir todos esos diabólicos seres conocidos como aviones, provocaré la desaparición de los helicópteros y nadie más podrá alcanzar el espacio con ningun cohete ni propulsor espacial. Haré del Himalaya un lugar prohibido, acordonaré la zona para que nadie se acerque ni un poquito a nosotros, y nos haga ver que ellos siguen existiendo. Nos olvidaremos de todo lo demás, ocultaremos bajo las nubes su recuerdo, y sólo estaremos tú y yo: porque tú lo quieres, y porque yo también lo deseo con fuerzas.

Llegará ese momento, se lo juro a la Luna, al Sol, y a los pájaros, delfines del océano del mar, que por el día me acompañan en mi volar errante. 


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Perdonen éste rollo incomprensible. Quise escribir sobre una cosa, y me salió el tiro por la culata. Espero que al menos les haya gustado, aunque sea un poquitito. Y más espero que le haya gustado a su inspirador, mi Muso....

¡¡Que paséis un buen finde!!

¡Un besazo a todos!

viernes, 17 de octubre de 2008

eGeo y Gato - Cuarta parte: Desayuno con mi diamante



A las 7 sonó el despertador. Fue la primera vez en mi vida que me alegra oirlo, a ver cuándo toca la segunda. Me levanté, recordé lo de la noche anterior... y entonces pensé que podría ser todo un sueño, una mala jugada de mi mente, el engaño de mi subconsciente desesperado... pero al ver su foto, y sentir en mi cuello su pañuelo, salté de emoción en el baño y grité en silencio. ¡Era verdad!. Me duché rápidamente, y a la salida, vi sus llamadas perdidas: ¡el pobre me había llamado cuatro veces, se pensaba que estaba dormido!. Se lo cogí a la última llamada, y le dije que a las 8 estaría debajo del hotel como un clavo. Le mandé besos. ¡Son los besos más reales que he mandado nunca por teléfono! 

Como una bala, me duché, me peiné, me lavé los dientes unas cuantas veces, volví a peinarme e intenté arreglar mi vestimenta con lo poco que tenía: una camiseta de manga corta de quechua azul, una camiseta de manga larga totalmente blanca y fina, y una camisa de cuadros verdes, no precisamente muy bonita, pero que sí abrigaba. Y mis pantalones de siempre con las correspondientes zapatillas de peregrino. También me volví a perfumar con el pequeño frasquito que tenía, lo gasté del todo. La verdad, no sé si notó el perfume... pero yo aún lo noto en su pañuelo, lo que me hace recordar ese momento. Así, siempre que quiera sentirme más cerca de él, me echo mi perfume, y así creo estar a su lado una vez más.

A las 8 bajé, listo, dejando a mi padre dormido. Habíamos quedado en vernos a la 1 en el hotel, listos con las mochilas, para salir ya a andar hacia Navarrete. Bajé por el ascensor de cristal, y al pasar frente al mostrador, allí lo vi, tan guapo como lo había soñado, alto y delgado. No lo voy a volver a describir, tranquilos... Nos saludamos, un abrazo, y ya desde entonces se dibujó una sonrisa en mi cara que en todo el día no desapareció. En ningún momento pensé que se podía estar tan bien en la calle a las 8 de la mañana un sábado. Anímicamente, yo era la ostia, pero físicamente... bueh, la verdad es que tenía frío. Ocho grados centígrados marcaban los termostatos. Pero a su lado, me daba igual... pues en cuanto podíamos, me cogía de la mano y me calentaba con su suave piel. ¡De ensueño!

Fuimos paseando por la solitaria y gran ciudad hasta un parque. Me gustó mucho Logroño, tiene edificios muy antiguos, altos, y las calles muy muy espaciosas. Tiene algo especial Logroño... algo no tan especial como mi niño, por supuesto. El parque era muy bonito con alta arboleda y una fuentecilla en el medio, aunque parecía frío, quizás porque era un parque a las 8 y cuarto de la mañana. Nos sentamos en un banco, delante de la fuentecilla seca, y nos apretujamos. Me gustaba ver la fuente y los árboles al frente, girar el cuello, y con este simple movimiento, ver al amor de mi vida tan cerca. No nos pudimos besar mucho, o casi nada, solo darnos la mano y acariciarnos muy pegaditos, temiendo que le viese alguien conocido. Pero quién va a haber en la calle a esas horas, chico... yo estaba por saltarle y ponerme encima suya y besarle con la misma pasión de siempre... pero no, para la locura ya habría tiempo dentro de poco. Solo podíamos darnos la mano, y a escondidas. ¡Maldita sociedad hetero, a ver cuándo cambian las cosas, pero DE VERDAD!. Nadie nos dijo nada, por supuesto... solo un somnoliento barrendero nos saludó, extrañado al ver a dos adolescentes tan sonrientes en aquellas intempestivas horas de la madrugada.

Pero somos jóvenes, y siempre tenemos hambre. Me llevó por una calle enooorme y muy ancha, preciosa, creo recordar que la Gran Vía, hasta una cafetería muy mona estilo Starbucks. Allí nos sentamos en una mesa normal, uno delante del otro, a comernos nuestros respectivos desayunos. Un croissant y un colacao para él, y un donuts normal con el correspondiente capuccino para mi, todo lo pagué yo, no quería que él gastase nada, solo sus labios conmigo. El me dió un poco de su croissant (que estaba bueno, pero no tanto como él... puff, hoy llevo el día de piropeo, verá cuando le llame, le pienso ruborizar...), y yo le di con mi cuchara un poco de mi delicioso capuccino, algo fuerte como me gusta, y con espumita y canela por encima. Pero no le gustó, es normal, ya nos acostumbraremos el uno al otro con el tiempo, si el plan sale bien.

Salimos de la cafetería y anduvimos un poco más, hacia su barrio. Pasamos cerca de la casa de Borja, al lado de una iglesia horrorosa, me contó donde compraba las chucherías... En ese momento tuve una sensación muy extraña, la misma sensación extraña (pero boniiiita) que siempre, el estar en el mismo lugar donde él había pasado todos los años de su vida. Incluso me dijo dónde había vivido antes, cerca del parque donde estuvimos, y me sentí sin quererlo como un poquito más a su lado, más cercano a su vida y a su historia de lo que ya de por sí estaba. Y más lo sentí cuando pasé por su portal... por el número tal de la calle cual... aquel portal que ya había visto en una foto, allí estaba yo. Qué pena que en su piso hubiese gente... porque me habría encantado subir, ver su casa e ir a su cuarto, conocer su área más íntima, sentarme en su cama, ver su ropa y escuchar su música. Pero de todas formas, íbamos a hacer otra cosa, sí o sí, en otro lugar, en la montaña que se divisaba desde la carretera, ya a las afueras de la ciudad...


¡Continuará!


Un besazo a todos!!


PD: esos serán nuestros desayunos dentro de un año... solo que con más pelo, claro.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Breve inciso.


Hoy no escribiré la cuarta parte de lo que aconteció hace más de una semana ya. Eso traerá malas consecuencias para mi, porque me temo que habré de postergarlo para el viernes, lo que me hará olvidar muchas cosas de las que pasaron y ser menos preciso con los detalles. Pero lo intentaré, y si no, lo adornaré un poco con florituras, porque ya los sentimientos del instante son lo difícil de recordar. Mañana no podré tampoco escribir, por el mismo motivo por el que no he podido hacerlo con más tiempo hoy: el examen de Filosofía.

Llevo toda la tarde aquí sentado, aunque bien es verdad que he estado un rato al principio en el ordenador, hablando con mi niño. Si, en la intimidad, me gusta decirle niño, o nene, aunque sé que es muy cursi e infantil... él me produce una ternura increíble, seguramente parecida a la que siente una madre por su hijo. Solo que aquí cometeremos incesto :P. El caso es que después de eso, sobre las 5 y media, me he puesto a estudiar como loco. Bueh, no como tan loco, porque mucho no he estudiado. O si. Es raro... os cuento. Estamos dando historia de la filosofía... la historia no me gusta mucho, pero sí me interesaba saber cómo empezaron a razonar los filósofos. Empezamos, claro está, por los primeros, los presocráticos. Tales, Anaximandro, Anaxímenes, Pitágoras, Demócrito, Heráclito, etc... Todos ellos y sus interesantes vidas, más bien sus pensamientos. El caso es que en mi otra casa encontré un libro de Historia de la Filosofía Griega, y por curiosidad, estuve ojeándolo. Es exactamente lo mismo que estoy dando en clase, pero más extenso, y muchísimo mejor narrado, pues el autor utiliza en muchas ocasiones el humor, y así se me queda mejor grabado en ésta desentrenada cabezota mía. Así que me sé de todo de cada uno de ellos... pero no como viene en el libro de clase, incluso más. Y ahora, al leer el libro de texto, me cuesta más estudiar, pues no sé bien por dónde empezar ni qué coger o no coger para intentar memorizar. Mañana es el último día, la última oportunidad que tengo para sabérmelo todo, sí o sí.  Y bueh, de los deberes de física, de matemáticas, de estadística... no sé cuándo los haré... y del test que llevo DOS SEMANAS retrasado en la academia, creo que le voy a añadir una semana más... le caigo muy bien a la profesora, me parece, o se le olvidó completamente...

El caso es que normalmente necesito estar seguro de que me lo sé... y en muchos exámenes de filosofía, siempre he sentido que me faltaba algo por estudiar, que no lo había memorizado... y a la hora de la verdad, ante el papel, salían muchas cosas que no sabía que tenía ahí guardadas. Pero no quiero acostumbrarme a mi buena suerte (respecto a los exámenes, claro, lo demás... pff!), vaya a ser que me confíe y de buenas a primeras reciba un batacazo en la frente. Como siempre, acabo dejándolo todo para el último día... pero nunca me ha fallado. Ahora pienso... ¿y si no es suerte, y es que soy bueno estudiando? No, no, prefiero seguir pensando que es cosa de la diosa de la Fortuna, para no estar nunca seguro del todo y esforzarme siempre más, por si acaso...

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Cambio de tercio. Hoy he estado viendo unas cuantas muchas fotos con mi madre (bueno, en el descanso de media hora para merendar, si es que al final no estoy tanto tiempo ante el escritorio...), fotos de la familia de hace mucho tiempo, cuando yo era un renacuajo y jugaba a las casitas con mi hermana. Ups, se me ha escapado. Sí, yo jugaba a las casitas con mi hermana, y con mis amigas... me gustaba ser el padre, claro, que llegaba a casa después del trabajo, hacer como que conducía y que hablaba por el móvil... y luego coger papeles y garabatear números y palabras, a imitación de mi padre. También salgo en otra foto con una caja enorme de LEGO que tenía, hará unos 9 años, lo pasaba en grande haciendo navecitas con el indiesito, Iñaki, y su hermana, Miriam. En otras estamos en París, en Cazorla, en Nerja, en Almería, en bastantes otras salimos de camping, todos juntos, en la misma caravana de siempre, llevando unas ropas , camisetas y pantalones (mi hermana y yo ya no) que sólo aparecen por esa época. 

En muchas, podría decir que yo era guapo... Era tierno, carita redondita durante un tiempo, mofletes menos hinchados en otro, alto, y delgado, pero no esquelético, aunque me decían que así parecía. Un pelo rubio oscuro en verano y negro en invierno, ojos grandes, y siempre una sonrisa en la cara, mostrando mis blancos dientes. ¿Cómo podía ser tan feliz? ¿Cómo he podido cambiar tanto? ¿Cuándo se ha realizado el cambio, si de verdad he cambiado? Bueh, da igual... físicamente sí que he cambiado. Ya no soy tan guapo, ni mucho menos, mi cara ha cambiado muchísimo: gafas, pelo largo, más alargadas las facciones, marcas de la barba... Si, que ahora me veo muchísimo más feo. Y si no, preguntadle a eGeo cómo era antes... le regalé una foto mía con 7 u 8 años, vestido con uno de las sudaderas que nos hacía mi madre. Esas sudaderas o jerséys me encantaban... ella misma los cosía,compraba la lana y se inventaba los bordados, pasaba todas las tardes ahí con la gruesa aguja, mientras yo en muchas ocasiones le intentaba imitar... pegaditos a la estufa en el salón, en invierno, cubriéndonos con el largo mantel (o cubre mesas, o como sea que se llame, que volví a olvidar el nombre... eGeo debe recordarlo!), viendo los dibujos en la tele (me encantaba ver Canal Andalucía, ponían series antiguas, y de las buenas!), comiendo chocolate y haciendo cuentas en los cuadernillos Rubio que siempre nos compraban, mientras afuera hacía frío, y apetecía quedarse en el sofá de cuero marrón acurrucadito con los lápices en la mano. Qué recuerdos, jo, me vuelve tan tierno, siento una nostalgia increíble... Espero nunca olvidarlos, y volver a sentir lo mismo por los momentos que estoy "disfrutando" ahora.

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Se ve que no soy bueno escribiendo de nada en particular, lo mío no es saltar de tema en tema, necesito quedarme en algo fijo... aunque también me gusta hacerlo, variar bruscamente. Será que hoy me duele horrores la cabeza, llevo días durmiendo un poco mal, sin ver apenas la luz del sol... ayer llovió mucho, y me gustó, pero no salí por la tarde, y lo necesitaba. Ir al inglés no es salir por la tarde...

Necesito descansar... lamentándolo mucho, el Gato se va a dar unas pequeñas vacaciones. Al menos, por un día, mañana no encenderé el ordenador.

Hasta entonces, muy a mi pesar....

Un besazo a todos!!!




eGeo, te quiero más que nunca. Eres el mejor.

martes, 14 de octubre de 2008

eGeo y Gato - Tercera parte: El momento más feliz de mi vida



Si, ahí estaba, e incluso a mí, que se lo decía convencido, me costaba creerlo. Abrazaba su cuerpo, al fin el podía oir mi voz directamente, sin necesidad de antenas ni receptores-emisores de onda. La falta de su calor humano, el aroma corporal que desprendía... eso fue lo primero que eché en falta nada más despegarse de mi, cuando su madre, inoportunamente, llamó por segunda vez consecutiva, lo que me hizo ver que todo era real, tangible y racional, ya que esas cosas no pasan en las películas.

Y nada más separase y añorar su perfume, lo pude ver. Ojos bonitos, pequeños bajo las gafas de montura trasparente, con los rastros brillantes de las recientes lágrimas de felicidad que derramó por mi. Mientras hablaba con su madre, intentando poner una voz segura y firme, lo aprecié con más detalle. Era alto, como yo, y muy delgado, daba gusto ver su buen tipo, alto y fino pero fuerte, no un enclenque más. Muy bien vestido... unas zapatillas blancas, un pantalón algo ajustado, chaqueta de cuero, lo que llevaba debajo ya escapa a mi memoria... y su pañuelo azul al cuello. Pelo negro, grueso y larguillo, como a mi me gusta, que le caía graciosamente por el lado derecho de la cara, esa cara tan bonita, tan expresiva, determinante y bella, sobre la que predominaban unos labios que no podía dejar de mirar. Unos labios que sabía que me besarían, sí o sí, esa misma noche: ya no había lugar a dudas, todo iba a salir bien.

Muy muy emocionados, comenzamos a andar por las oscuras calles de la fría ciudad, pegados el uno al otro, sin querer soltar ese calor que habíamos acumulado en el abrazo. Llegamos hasta la rivera del río, y cuando nos disponíamos a descender al paseo que está al mismo nivel del agua, aparecieron varios chicos que venían de botellona, por lo que nos tuvimos que separar. Pero volvimos a juntarnos, cogidos de la mano, y llegamos al borde junto la valla. Juntos de la mano... qué grata sensación, imposible de describir, el sentir el tacto de su cálida piel con la mía fría... esas manos tan tan parecidas a las mías, que yo creía feas, pero que ahora me doy cuenta de lo maravillosas que son cuando las tiene él.

"¿Estás preparado?"

Un suspiro de, al fin, paz, y sabiendo que completaba mi misión...

"Si"

Poco a poco, vi como sus bellas facciones se acercaban a las mías, había esperado taaanto ese momento... Esos labios que habían imaginado tocarse, antes a casi 900 km, ahora estaban tan sólo a varios centímetros de distancia, cada vez menos, hasta que solo quedaron milímetros para conseguir mi sueño. De repente, sin darnos cuenta físicamente, pero si por el alma, un átomo de su ser entró en contacto con otro mío, después una pequeña molécula, hasta que así, poco a poco, instantáneamente, en cuestión de microsegundos, toda nuestra materia particular se fundió en una sola... 

Pfff.... Ahora vuelvo a respirar aliviado, como lo hice en ese momento... ahí estaba, al lado del Ebro, en una noche iluminada por la Luna, viendo su reflejo y el del puente de piedra viejo sobre la superficie tranquila del río. Sus labios... sus bonitos labios, calientes, abrazaban los míos, algo que había soñado tantas veces... se hacía realidad. Al principio yo lo haría torpemente, no llevaba el ritmo, digamos, pero rápidamente me habitué, le cogí el gustillo y aprendí a sacarle todo el jugo. No sé si beso muy bien, pero hice todo lo posible para ser mi primera vez. Hacía frío, calor, sol, granizaba, nevaba, había sequía, tronaban los corazones y de repente todo el mundo sufrió la sacudida del terremoto de la pasión cuando mi tímida lengua se atrevió a indagar dentro de su boca. Ese momento fue maravilloso... el rugoso tacto de su cálida lengua, saborear cada rincón entre sus limpios dientes... el hecho de hacer algo tan íntimo con una persona... poder hacerlo, y, lo más de lo más importante... que esa persona quiera hacerlo conmigo.

Al fin podía dar rienda suelta a mis pasiones, podía besar, acariciar y susurrarle al oído que le quería... recuerdo ahora tantos años esperando, pensando que no vendría nunca, que yo no había nacido para ello... vuelvo a leer y releer mi blog... y veo por qué estaba así, y la verdad, no me arrepiento de NADA de lo que pasó. Adán me hizo mucho daño, me convirtió a la mierda andante que me sentí durante muuuucho tiempo, los demás me dieron de lado, creí que nunca tendría yo mi oportunidad... pero ya ven. Ya veo. Como bien dijisteis, y como yo no quise creer, tuve mi oportunidad. Alguien me quería, por increíble que me pareciese, alguien era capaz de sentir algo por mi. En ocasiones pienso que todo es un sueño...

Después del beso, nos separamos, le abrazé, y lloré. Lloré por todo lo que he dicho antes... porque era REAL, porque alguien me quería, porque recordaba a Adán, y todo lo mal que había estado. El pago fue muy muy duro... pero la recompensa ha sido mucho mejor de lo que esperaba. Al fin di mis primeros besos, los verdaderos, de puro amor, como me prometí que haría hace dos años. ¿Os dáis cuenta? Justo dos años después de lo de Adán...

Cogidos de la mano, yo llorando, fuimos a una pequeña zona donde nos pudimos sentar, como un banco en semicírculo en frente del río, algo malholiente, pero cosa que no me importaba sabiendo con quién estaba. Allí, él, como si de un rey me tratase, puso su pañuelo azul en el asiento, sobre el que me puse. Y más besos, muchos más besos... caricias, susurros al oído, y más lloros, por mi parte y por la suya. Llorábamos verdaderamente por amor... y aquí es cuando veo que estoy realmente enamorado. Es una sensación increíble, que nunca antes había sentido, ni me habían intentado explicar... algo que se te agarra al alma, una necesidad irracional de querer a la otra persona... no sé, nadie ha podido explicarlo. Pero con las lágrimas empecé a tener frío, me dolía la garganta... Él, chico atento como nunca he visto, me regaló su pañuelo, lo puso alrededor de mi cuello y lo ató con fuerza... en toda la semana no me lo quité, solo para ducharme... y aún lo llevo en el cuello, y por siempre lo llevaré. Huele a él...

Nos movimos un poco, pues ya era tarde, alrededor de las 12 menos 10, así que anduvimos por esa pasarela al lado del río, cogidos de la mano. En otro de nuestros abrazos intensos y besos dulces, con su cabeza en mi hombro, empezó a cantarme nuestra canción. Si, como toda pareja, tenemos ya una canción... y es la de Sail away sweet sister, pero cantada por Axl Rose en el comienzo de una de sus canciones, Sweet child'o mine. Cuando comenzó con su voz dulce a susurrarme al oído, no pude evitarlo, y seguí llorando más, muy muy fuerte, jadeando, furioso.  Lloraba porque ese mismo momento, ese que estaba pasando, todo lo que sentía al tener sus labios al oído, todo eso lo había deseado yo a rabiar antes. Hace meses, lloraba porque lo necesitaba, porque estaba harto de tener que esperar su llamada para que un maldito repetidor mandase su onda desde una punta de España a la otra y poder soñar que lo tenía al lado... y hace justo dos semanas, lloraba porque ya lo tenía. Lloraba de felicidad, aunque en el fondo de ese lloro, se concentraban todas las lágrimas que antes había derramado. Consiguió calmarme, como siempre. Ahora que lo recuerdo, ese fue uno de los momentos en los que daría todo lo que tengo por seguir ahí con él. Otro precioso acto fue cuando, después, en cierto momento, él me puso hacia la barandilla, mirando el Ebro y la Luna, se colocó detrás de mí, cogió mis manos, las levantó, y comenzó a cantar la canción de Titanic, "My heart will go on". Un momento realmente precioso y lleno de magia... pero que no pudimos disfrutar mucho, ya que se aproximaban unas chicas, y yo tenía miedo de que nos viesen. Cachis...

Recorrimos pocas calles de la ciudad, siempre en torno al hotel... pasamos por un parque, y nuestras manos tuvieron que abandonar el continuo contacto por la presencia de personas, ya que por ahí rondaban las de baja calaña. Pero enseguida, volvimos a cogernos de la mano, la echaba de menos enseguida si no la tenía a mi lado. Volvimos al punto de encuentro... era suya la bicicleta que yo había visto, cómo no reconocerla...

Tristemente, pero sabiendo que nos volveríamos a ver, nos despedimos. Ya había mucha gente por ese lugar, así que tuvimos que conformarnos con un abrazo... pero él hizo algo que me encantó. Me metió en un portal cercano, y allí, me besó intensamente, uno de los besos más bonitos de los muchos que tuve. Luego, otro fuerte abrazo en el que habríamos deseado estar siempre juntos, pero que desapareció cuando la gente de la calle hizo acto de presencia. Y se fue con la bicicleta... pasó a mi lado, miró hacia mi, me dió su mano, y entonces sólo pude ver amor en sus ojos... increíble, no sé definirlo bien, quizás porque es ya tarde y ésto pasó hace más de una semana... pero el sentimiento sigue aquí.

Cuando entré en el hotel, casi llorando otra vez de emoción, llamé a Kitty. Le conté brevemente lo que había pasado, y me dirigí al cuarto. Mi padre me preguntó que qué tal, le dije que muy bien, y me metí en la cama. Me dormí con nuestra foto puesta en la pantalla del móvil, tras haberle enviado un sms de amor.

Mañana iba a ser un largo día, y debía descansar...

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Uff, estoy escribiendo esto a las 12 menos cuarto... como mis padres se enteren, me matan! Últimamente no paro, estoy estudiando bastante de Filosofía, a ver cómo me va, porque es difícil y acabo de empezar... ¡el examen es el viernes, el primero del curso! Deseadme suerte... yo, sacaré tiempo de debajo de las piedras, y os contaré diariamente lo que pasó... espero que sea ameno, y relatarlo bien... no quiero aburriros, aunque sé que ya es difícil captar vuestra atención si ya lo habéis leído todo de eGeo. Pero bueh, lo cuento para vosotros, para él, y para mi.

Un besazo a todos!!!


PD: He actualizado unas cosillas, pues escribí el post demasiado rápido y se me pasaron algunas curiosidades.

lunes, 13 de octubre de 2008

eGeo y Gato - Segunda parte: El Ansiado Encuentro


Allí estaba, en Logroño, una hora antes de lo previsto, hecho un manojo de nervios, con tantas cosas en la cabeza que no podía pensar en nada en particular. Habíamos llegado ya al hotel... precioso edificio, con arcos muy antiguos, música de fondo, buena decoración, mesas y sillas en el centro, en un patio triangular al que daban las puertas de todas las habitaciones a lo largo de varios pisos. Nos acercamos a recepción, y vi a la mujer detrás del mostrador... la recepcionista de la que eGeo me había hablado... ¡según él, hasta soñó con ella! Otra vez la sensación extraña... saber que me situaba en el mismo sitio donde el chico gay más importante de la Red (para mi, y para muchos) había estado recientemente...

Nos dieron la habitación del hotel de tres estrellas, pedida a través de internet, en el primer piso, en una esquina del triángulo. Una habitación pequeña, pero muy mona, dos camas individuales y grandes, televisión de pantalla plana, armario y caramelitos encima de la almohada. El cuarto de baño me encantó, una bañera muy grande, lavabos espaciosos y un ancho espejo donde miraré muchas veces a lo largo de mi estancia para ver si estoy guapo para eGeo. Miraba por la ventana, tras las pesadas cortinas, y veía allá el puente de piedra sobre el río, y las luces de la otra parte, la calle oscura, y unos curiosos dibujos en la pared de enfrente. Mi padre pidió algo para cenar en el servicio de habitaciones, un sandwich mixto para mi. Mientras venía o no, me duché, me cambié, intentando ponerme lo más presentable posible, lo máximo que me permitía mis feas ropas de viaje. Al final, una camiseta Quechua roja, unos vaqueros (los mismos que llevé durante toda la semana...) y un polar rojo oscuro, más bien burdeos. Y las eternas compañeras mis zapatillas. Me afeité, me enjaboné la cara con una pastilla que había por ahí, me peiné y repeiné, me eché mi perfume (un botecito pequeño rellenado con la colonia que utilizo yo, "Désir", de Rochas) por la ropa y el pelo, me rocié de desodorante y me lavé los dientes dos veces. Ya estaba medianamente bien.

Daba vueltas y vueltas por el cuarto, nervioso... habíamos quedado sobre las 11, él me daría toques cuando llegase en bicicleta... El móvil empezó a vibrar a las 11 y pocos minutos, me tragué rápidamente el trozo de pan restante, me lavé los dientes por tercera vez, todo a la velocidad del rayo, y bajé impaciente por el ascensor de cristal tras un "suerte, y que lo pases bien" de mi padre. Empezaba a ponerme muy muy nervioso... no sabía lo que me iba a encontrar, quizás me gustaba, y quizás no, aunque lo más probable era que yo no le gustase a él. ¿Se defraudaría, esperaría otra cosa, pensaría que le he engañado durante tanto tiempo? ¿O, por otro lado, los dos nos habríamos engañado, pensando que somos de cierta forma, y al vernos ver que el otro no correspondía a su ideal establecido? ¿De verdad me besaría esa noche, lo haría? Eso también me preocupaba... porque otras veces en mi vida he estado muy cerca de conseguir lo que quería, de ver expectante que una situación se acerca, pero que acaba pasando de largo... como por ejemplo, el beso que fervorosamente me prometió Adán en mi cumpleaños, el 3 de mayo. Pero no, no es momento de pensar en Adán, él ya está olvidado, sepultado en su propias ruinas.

Saludé a la recepcionista cuando abandoné el recinto del hotel, y llamé al amor de mi vida, que se encontraba tan tan próximo que ni sabía dónde se encontraba. Su bonita y emocionada voz me dirigió hacia la parte trasera del hotel. Yo solo veía una vieja bicicleta enganchada con una cadena en un poste de señalización, cuando, de repente, oí en el móvil, y por primera vez en mi vida en directo, la voz, esa voz fuerte, enérgica y emotiva, gritando mi nombre.


"¡¡Gatoo!!"


Y correr hacia mi izquierda, y correr, mucho correr cual alma que lleva el diablo (en esta ocasión, el amor) hacia la figura que se acercaba a mi desde el otro lado, pataleando el suelo e impulsándome con todas mis fuerzas para alcanzar el ser amado. Al fin, en una exhalación atravesamos lo largo de la calle, y nuestros cuerpos se tocaron, unieron en un abrazo, con tanto tanto impulso que casi caemos los dos al suelo. Lo tenía allí... abrazaba unas ropas, un conjunto de músculos, huesos, sangre y otros líquidos, apretaba contra mi cuello la cabeza llena de gruesos pelos, olía el aroma, sentía la respiración agitada de un cuerpo que nunca había visto pero que pronto iba a reconocer. Le temblaban las piernas, intenté tranquilizarlo con palabras... pero eran inútiles. Rompimos a llorar muchas veces cada una a cuál mayor, durante los 7 u 8 minutos que duró el abrazo.

"Ya estoy aquí, mi niño, tranquilo, ya estoy aquí... y te quiero"

Continuará...

Un besazo a todos!!!

eGeo, Ich Liebe Dich!

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Falsa alarma... mi padre consiguió arreglar el cable... ¿como? Pues juntando los dos extremos... yo, que soy un catastrofista de mucho cuidado... ains!! Por la falta de tiempo, lo he escrito rápido y no todo... mañana más, mil disculpas!!