jueves, 24 de julio de 2008

Sally y las dudas

Os voy a hablar sobre Sally, que es como he llamado a la chica tan interesante que conocí en La Viñuela y con la que chateo tanto.

Sally es alta, delgada, morena, largo pelo negro y rizado, y una piel blanca con alguna pequitas que me encanta, bonitos ojos... En casa de Sarita, quise hacerle algunas fotos... pero no me dejó, y era una pena, porque a mi me parece guapísima. Tiene un aspecto, no sé, será su piel farinácea, o ese pelo tan característico, o su forma de hablar... que me encanta. Puede parecer normal, del montón... pero tiene esa chispa que a mi siempre me había gustado antaño, cuando iba detrás de las chicas como un estúpido. Viste bien, con temática algo... gótica, pasando por lo emo... pero no de negro. No sé cómo explicarlo... lleva camisetas de Nightmare before Christmas, y le gusta el manga... me estoy explicando fatal, pero es que ni yo sé aclararme qué es lo que tiene. Ese áurea de misterio, quizás... aunque puede que yo le haya implantado esa curiosidad a su alrededor, porque es una persona distinta a las que conozco.

Pero lo que más me gustó de ella, ya que en las chicas no puedo sentir ninguna atracción física (ni queriendo, vaya, menos mal), fue su personalidad. Es distinta, original... tenía su propia forma de pensar, destacaba de los demás por su manera de ser. Es simpática, divertida, inteligente... le gusta el manga, escucha música de todo tipo (le encanta Yann Tiersen!!), dibuja muy bien, sabe cantar, es autodidacta como yo en el piano y tenemos el mismo nivel, quiere aprender a tocar más instrumentos, siempre desea aprender cosas nuevas... Su forma de ser me encanta, es sencilla, pero distinta, puede que se guarde muchas cosas que no se atreve a decir... Ella piensa sobre sí misma que es un bicho raro incomprendido... como yo he sentido muchas veces.

Parece ser que nunca ha tenido novio, y eso se le nota... porque algo baja la autoestima, se ve muy fea, y me habla en muchas ocasiones de chicos que le gustarían, los amores platónicos que todo el mundo tenemos. Eso es curioso, porque también me pide mi opinión para saber si tal chico me parece guapo o no... y me extraña porque ella no sabe nada de mi homosexualidad. ¿Quizás era una prueba? No lo sé, lo dudo... porque le dije que si, que tan tipo me parecia guapo y tal otro no era mi tipo... arriesgué, pero me sorprendió el resultado. Ayer hablé con ella por el msn, y estábamos tonteando insultándonos, ella me llamaba zorra, pero de repente no sé por qué me dijo que no le parecía nada feo. Siguió con el tema, y dijo que le gustaba mi flequillo, y que era guapo... pero yo me mantuve en mis trece de siempre, insistiendo en que me veía espantoso... pero que lo había asumido ya. Estaba todo cubierto por una capa de falsedad, estábamos bromeando, aunque bajo esa capa dijésemos la verdad. Le dije que era guapa, al igual que se lo dije cuando quise tomarle fotos... y se sonrojó, diciendo que no.

Hablo mucho por el msn, le hago reir porque sé hacer reir cuando conozco a la persona... y tonteé con ella. Cualquiera diría que estaba ligando, la verdad... y parecería totalmente que la estaba consiguiendo. Ahí comienza lo interesante... ¿y si ella descarta, o no se le ha pasado por la cabeza que yo pueda ser gay? ¿Y si empieza a sentir cariño... y si le gusto? ¿Y si le cojo cariño yo a ella? Y lo más importante, viendo cómo está la cosa... ¿Y si me gusta ella a mi?

Ahí empiezan las dudas...

Nunca antes habría imaginado que me podrían volver a gustar las féminas... y físicamente, sigo sintiendo igual rechazo. Pero como he dicho... podría enamorarme de la personalidad, del alma, la forma de ser, la mente, su entidad sentimental. Y no quiero que eso pase... porque sin querer, "obsesionándome", podría pasar al plano físico y empezar a sentir atracción. Eso lo veo lejano y difícil... pero perfectamente posible. Yo tengo bien asentada mi homosexualidad, la he asumido y no quiero cambiarla... ¿Pero qué ocurriría si esas bases se tambalearan? Al principio pensaba que era un bisexual... pero ahora que lo pienso, era nada más por el hecho de no confesarme completamente gay. Ahora no me siento entre las dos aceras... quiero a las chicas... pero no sé si tanto como para establecer una relación de verdad. Si así fuera... abandonaría mi vida de gay, mi querida forma de vivir que tanto me cuesta y que lograré levantar algún día a mi gusto y estilo, totalmente personalizada según como quiero. Sería un hetero más... siempre distinto eso sí... pero me gusta esa particularidad que le daba al asunto y a mi vida siendo homosexual. Y no es que deje de serlo... hoy me siento más maricón que nunca, con mis depiladas piernas cruzadas, escuchando a Madonna y leyendo los poemas homoeróticos de Luis Cernuda.

Pero puede que empiece a dudar tarde o temprano... es algo tan difícil esto de la sexualidad! Por lo pronto sigo normal, poniéndome a cien cuando veo los chicos de Calvin Klein, eso nada lo podrá evitar... pero el tiempo puede deparar muchas cosas y dar un giro inesperado a mi vida, lo sé de muy buena mano... porque yo al principio ni imaginaba que podría llegar a ser gay, ni tanto como lo siento ahora. Esta tarde he quedado con ella, Sarita, mi hermana y su novio y los demás en casa de la segunda, para ver Sweeney Todd... una película que hace tiempo quería ver pero no había podido. Cuando la vea, le llamaré guarra, y ella me dirá zorra, nos reiremos, y punto. No quiero que pase nada más... no quiero gustarle a ella... aunque una parte de mi me sigue diciendo que es imposible que yo le pueda gustar a alguien, y menos a una chica.

Intentaré pensar lo menos posible, así este asunto volará como tantos otros, y no volverá a pasar por mi mente. Quizás solo sea pasajero... pero también quizás sea decisivo.


Un besazo a mis maricas preferidos!!