sábado, 30 de agosto de 2008

Home, ¿¿Sweet?? Home...


Ya estoy de vuelta chicos!!!

Ni yo me lo creo. Miro alrededor... cables encima de la cama, un cinturón, medio bocadillo, dos botellas de agua, la cámara de fotos y demás en el escritorio a mi lado... el ventilador soplándome detrás, y el vecino de siempre comiendo en su cocina al otro lado de la ventana. Escucho la misma música, rodeado de la misma oscuridad, y una vez más, escribiendo en mi querido blog. Vuelta a la rutina... a la odiosa rutina, aunque también tiene sus puntos buenos. Pero ésta placentera rutina se acabará pronto... y volverán las horas de estudio intensivas (juas, no me lo creo ni yo, en mi vida he hecho eso).


Se acabaron mis verdaderas vacaciones, señores bloggeros y señora Sophía. Se acabó el camping. Mi querido camping. Con mi querido Rodrigo. Rodrigo es el chico que conocimos hace dos años, un madrileño muy saleroso, guapo y divertido. Ya hablaré de él en los progresivos días... pero antes de nada, he de decir que con él no hubo nada. Es hetero, o eso me quería hacer ver. Pero al final, parecía que comprendió que yo era gay. Más, en los próximos capítulos.

Se acabó ir a la piscina todas las mañanas, despues de limpiar los platos del desayuno de todos. Se acabó tomar el sol sentado en las escaleras de piedra, frente a la ancha piscina con forma de playa (tenía una leve pendiente hasta lo hondo en esa parte), viendo al monitor bombón haciendo aerobic seguido por decenas de campistas disfrazados de gambas. Se acabó tomarse el Free Passion, un zumo de muchas frutas con leche, en la terraza de una de las cafeterías, viendo las piscinas y todas las parcelas, el bosque de pinos, y a lo lejos el ancho mar, mientras leía durante horas, o jugaba a la Tekken en la PSP con Roberto. Se acabó el salir por las noches a ver las animaciones, y luego ir a la discoteca a mover la cadera, la pierna, el pie, la tibia y el peroné (flashback a mis momentos de Alaska, perdón) hasta que el cuerpo aguantase.

Se acabó lo que se daba. Y lo echaré de menos. Nunca me ha costado tanto despedirme de todos, decirle adiós al camping y a los conocidos que hice allí. Si bien no me he relacionado ni he hecho tanto tanto como querría, acabas cogiendo cariño hasta al banco en el que me sentaba siempre con los otros. Lo he pasado muy bien, ha sido el mejor año. Me he divertido mucho con mi hermana y con nuestra amiga que viene con nosotros siempre, la hermana del indiesito, a la que ya llamé Miriam en la Cena interracial, y más con Roberto. Volvimos a reencontrarnos con Aarón, un chico de un pueblo cercano que se venía todas las noches al camping, muy muy peculiar, del que hablaré mucho. Vimos de nuevo a los monitores de los años anteriores, uno de ellos, el más mayor, también malagueño, muy simpático y también peculiar. Fijo que es gay, segurísimo. También hablaré de ellos.

Los viajes en coche fueron largos. Estoy cansadísimo ahora, es medianoche pasada, y los ojos se me cierran. He acabado demasiado malherido. Me duelen los dos tobillos, el pie derecho lo tengo hinchado, al igual que el ojo. Es extraño, lo tengo enorme, me duele mucho, y el párpado es tan grande que me oculta parte de la pupila, por lo que parece que estoy guiñando perpetuamente. Además, tampoco puedo hablar, como bien escuchó esta tarde eGeo, ya que estoy de nuevo fatal de la garganta. Y ya, del cansancio, me duele la cabeza, y las manos no me funcionan bien. Me suele pasar cuando no puedo más con mi cuerpo, no acierto bien a escribir, me lío con las teclas más de lo de costumbre, ya que suelo hacerlo con los ojos cerrados. Y me expreso como el culo, esa es otra importante que ya habréis notado.

Así que me despido.

Estoy de vuelta a casa, tras 12 días fuera, volveré a dormir en mi camita. Se me hará más pequeña que mi colchón de matrimonio de la tienda de campaña, pero conseguiré descansar.


Un besazo a todos, se os echaba de menos!!!!!!!!