jueves, 18 de septiembre de 2008

Día perdido

Así puedo resumir todo lo que ha pasado esta tarde. No merece ni la pena contarlo aquí... pero tengo ganas de escribirlo.



Me he aburrido soberanamente en Málaga, por varias razones. La primera, y principal, es que no fue como avisaron. Dijeron que iba a venir Kitty, Alba y otras chicas con sus correspondientes novios... Lea me prometió conseguir dinero para el tren... pero me quedé de piedra la ver solo a Marcos, Tony, Marta y Ariadna. Yo que tenía ganas de hablar con alguien interesante, y contarle mis muchas novedades en la vida... pues nada, a pasar un día aburrido con ellos. 

¿No dije en la entrada anterior que no tenía ganas? Pues debería haberle hecho caso a mi instinto, o a lo que fuera que me alertase, y quedarme en Fuengirola, quedar con Sally, e irme a su casa a aprender a hacer malabares (si, estoy aprendiendo!!). Pero no, movido no sé por qué, quizás por la "responsabilidad" de mantener los "amigos" de clase, me obligué a ir, para seguir manteniendo el contacto y no quedar como un ogro o como un inadaptado social. Pero al final, como tal quedé... pues siquiera hablé mucho... no me sentía cómodo entre ellos.

Otra de las razones, es que al final no jugamos a los bolos, ni a ná de ná. Yo dije que no tenía ganas, pero (ya que estaba dispuesto a "sacrificarme") si tendría que jugar jugaría; Marta dijo que no tenía dinero, por lo que solo quedaban tres. Tony dijo que tampoco tenía ganas, así que Marcos y Ariadna, enfurruñados, salieron de la estación. Estuvimos varias horas andando por la ciudad, separados unos de otros. Yo pegado a Marta, pues es con quien mejor me llevaba en ese momento... Tony seguí con su pesada arrogancia, a Ariadna se le estaba pegando, y Marcos.... bueno, con él apenas hablo, no tenemos nada interesante que decir. En varias ocasiones, los tres se separaron de nosotros, así que estuvimos andando solos por la ciudad, pasando de ellos, ya que el pasotismo recíproco. Ella y yo estábamos algo enfadados con ellos... defraudados, me parece a mi. Para colmo, el cielo se encapotó, y empezó a llover.

Marta y yo nos fuimos de nuevo a la calle Larios y volví a entrar en Las 400 gallinas, donde me compré la misma chapa que se me había perdido, algo bueno saqué del día. A la salida, es cuando empezó a llover, pero una lluvia leve, que apenas mojaba, por lo que no me cobijé bajo el paraguas que mi acompañante me ofrecía. Como sabéis, o si no lo aprenderéis ahora, me gusta la lluvia, y caminar bajo ella. Ya atardecía, así que nos fuimos al Vialia, el centro comercial de la estación de trenes, nos tomamos unas hamburguesas y esperamos a la vuelta de los otros tres mosqueperros. Con Marta, hoy aprendí una cosa... que es muy fácil robar, y divertido. Entró en una tienda de complementos... y zaca, sin que nadie se diese cuenta, cuatro pares de pendientes y un anillo que se agenció inmediatamente. Los pendientes tenían los colores del orgullo... y es que ya está asumiendo su condición de, al menos, bisexual, por lo que le gusta llevar los colores, salir con lesbianas e ir a Torroles, la zona gay de la Costa del Sol. También en el hipermercado, el Eroski, cogimos dos botellas de agua pequeñas, nos las bebimos, y las abandonamos por ahí tiradas. Pero qué malvado fuimos... y es que no sé por qué, necesitaba hacer yo alguna estupidez. Tranquilos, no soy ningún cleptómano, solo ha sido una vez!

A la vuelta en el tren, me volví a sentar solo. Claro, somos cinco, los asientos se agrupan en cuatro... 5-4=1. Siempre 1, estas matemáticas de mi vida nunca me fallan. Mirando por la ventana, con un hombre misterioso delante, escuchando música y deseando que pase el tiempo. Arrepentido de haber hecho lo que no quería, sabiendo que podría estar con Sally y las chicas pasándolo verdaderamente bien. Me he dado cuenta de que con ellas sí que lo paso bien... con mis "amigos", es decir, la gente de clase... no, con ellos no es igual, puedo pasear con Sally o Sarita pasándolo mil veces mejor solos los dos que con todo mi grupo. Son unas personas irreemplazables... y me da un miedo terrible que empiece el instituto y que perdamos el contacto. Pero se intentará que no pase así... me daría mucha pena. ¡Son únicos!

Irremediablemente, volveré a las clases y a encontrarme con los mismos de siempre. Ahora acuden las dudas... ¿qué sentiré? ¿me sentiré entre amigos, entre iguales, después de tanto tiempo entre chicas que entiendo y que me entienden DE VERDAD, después de conocer a varios gays a los que he cogido cariño, y que todos están en los otros institutos? La única esperanza... que venga gente nueva a clase. Pero me parece que no... nunca nunca me ha funcionado... y cuando ha pasado... el nuevo ha sido Adán. Y para eso, como que no, prefiero seguir sin amigos. Quizás me junte con Julián y Lola... tendré que ver cómo se suceden los hechos.


En fin, este día ha sido muy muy frustrante para mi. No he aprendido nada, absolutamente, solo que es fácil mangar si tienes la cara suficiente. Y no es un conocimiento muy aconsejable, ni muy moral...


Un besazo a todos, espero que mañana sea un día mucho más productivo!