sábado, 21 de marzo de 2009

Encontrando mi lugar.



(Es la segunda vez que escribo este post... ¡con lo bien que me había quedado el primero, y por cosas de la vida se me borra!)

Anoche fue uno de las mejores que he tenido. No hicimos nada especial, simplemente salir a la calle un rato con mis amigos. El hecho de que fuese tan especial es ese, que estaba con personas a las que podía considerar amigas. Anoche me acordé que no estoy solo, al fin. He encontrado mi lugar, que es junto a ellos.

¡Quién lo iba a decir! Todo empezó la noche del 15 de Agosto, en la playa, cuando me encontré con el rubito gay cuyo nombre desconocía, que conocí a través de Sally y Sarita. Con él, y entre el rugido de las olas del mar, otra chica se acercó para afirmarme que era muy parecido a un amigo suyo, y para asestarme una fulminante pregunta que cambiaría el transcurso de mi historia, un "¿Eres gay?" de inocente mirada. En ese momento, todo empezó. Llegué a conocer con mucha más profundidad a esa chica, que no es ni más ni menos que Lara, Alicia... LÍRIKA (es su nombre verdadero, ella misma se ha querido delatar al comentar con su nombre), una persona maravillosa. Más tarde pude poner nombre al rubito, que pasó a ser Rober; también conocí a mi doble en Fuengirola, Chris, y a su novio, Martin, ambos encantadores. Conocí también a Luca, el chico treinteañero, al novio de Rober, y a algunas que otras personas más a las que no he puesto nombre pero que en mi mente se han hecho un lugar.

Todos son geniales. Cada uno de ellos es una joya de incalculable valor. Me di cuenta de cuánta suerte tengo al haberlos conocido. Son un grupo perfecto, muy compenetrado, "todos para uno, y uno para todos". Son una piña, una sola entidad, siempre piensan en los demás, pero no por ello han de atosigarse mutuamente: cada uno tiene su vida particular, solo que la une con los demás durante los fines de semana. Y, sorprendentemente, yo soy soy parte de ellos. Soy del grupo, uno más. Y como tal, me tratan bien. De eso es de lo que más me maravillo. De cómo se comportan conmigo. Por primera vez en mi vida, sé que hay un abrazo guardado para darme calor si lo necesito. Sé que me prestan atención, me siento protegido entre ellos. Saben dar un poco de cariño a los demás, a pesar de tener a sus novios, cosa que en muchos casos, como con mis compañeros de clase, no hacen: por ejemplo, Kitty se olvida de mi existencia cuando está con su novio, al igual que Lea o Lola, comportamiento que me parece bien, pero que es mejor si las pareja no les eclipsan del todo.

Ayer estuvimos los anteriormente citados, menos Luca, en el parque. Más tarde llegó él, acompañado de otra persona: era su novio, un chico guapo y divertido de Barcelona. Causó mucha sorpresa porque en raras ocasiones había venido aquí, casualmente, la anterior fue el primer día en el que me reuní con ellos en el parque, alrededor de Septiembre, y aun así se acordaba de mí. Luca, cómo no, estaba radiante, al tener a su novio cerca después de meses y meses separados, a pesar de que estaría solo varios días. Esa circunstancia, en otro momento, me habría hecho sentirme mal, al estar rodeado de parejas, pero no, no ocurrió. No ocurrió porque de verdad me alegro por ellos, me encantó ver a Luca feliz al poder demostrar su cariño con su novio. Y, es más, esa felicidad era contagiosa, compartía el cariño con todo el mundo. Por ejemplo, conmigo, mientras cenábamos tacos sentados en un banco, me acariciaba el cuello con los dedos mientras yo me apretujaba contra Lírika, pues yo tenía frío y ella siempre está muy calentita. Ese simple hecho, el de una caricia, significó mucho para mí. Ya véis, una tontería, pero que me ayudó mucho. Me hizo ver que no estoy solo, pues también habría caricias para mí, caricias que eGeo me dió y me dará. Tan solo he de esperar, para estar igual de feliz que Luca. Ser paciente, y aprovechar el tiempo. 

Lírika, para mí como para muchos, es especial. Tan sólo basta tenderle una mirada para que perciba cómo me siento. Entonces me abraza y me llama "estúpido", cosa que, paradójicamente, me reconforta. Porque sí, porque soy un estúpido que se amarga por estupideces. No sirve de nada lamentarse por no tener al novio aquí. En cambio, sí que sirve de mucho disfrutar todo el tiempo que pueda con mis verdaderos amigos, tiempo que de otra forma perdería amargándome. Se me olvidó que hay más cosas aparte de eGeo en el mundo, y anoche lo recordé. Por supuesto, no renunciaré a él, simplemente he de mantener mi mente en otras cosas, aprovechar lo que me da la vida ahora. Tengo amigos, así que le voy a sacar el máximo partido a ello. Durante muchos meses, serán muy importantes para mí, luego, en Septiembre, cuando esté con eGeo, pasarán, lógicamente, a un segundo plano; pero algo es seguro: nunca, nunca los olvidaré. 

Son especiales. Son únicos. Son diferentes. ¡Son como yo! Y por ello mismo, cuando estoy entre ellos estoy cómodo, puedo permitirme ser como verdaderamente soy, sin adivitos. Algo callado, vale, eso siempre, pero ya sin ese miedo a hacer el ridículo, ese "qué dirán o pensarán", esa actuación para aparentar mejor o distinto. Soy yo. Por eso son tan valiosos para mí. Porque, más que haberlos buscado, ellos me han encontrado a mí, se han interesado por este pobre chico que no pinta en ningún sitio, le han dado importancia, me han dado una oportunidad de ser yo. Algo así nunca lo había sentido antes. Qué afortunado soy, qué afortunado.

Esa caricia me demostró que todo llega. Los amigos que de pequeño había añorado, que necesitaba, aquí están, han aparecido sin comerlo ni beberlo. Ya llegará mi amor también. O, lo más seguro, iré directamente a buscarlo: ya vendrá el momento de actuar.

¡Un besazo a todos!


PD: En la foto, los protagonistas de Friends, una de las mejores series de la historia.