jueves, 1 de enero de 2009

Entrada al 2009


¡Bienvenidos al 2009!

Sé que es tarde ya y que el primer día del primer mes de año va a acabar, pero nunca es tarde. Y lo sé bien, nunca es tarde para muchas, cosas, como para el amor. Recuerdo el año nuevo del año anterior. Dormir en casa de mis abuelitos paternos en Córdoba, donde hacía frío de verdad, acostándonos a las 12  y media, ya que se cansaban muy rápido. Entrar al año aún con uvas en la boca, darnos besos, que mi abuelito llorase de alegría y que nosotros nos deprimiésemos. Yo, al menos, siempre me he deprimido el primer día del año. Por una vez, la cosa ha cambiado.

Hoy estoy feliz. La última noche del año fue eterna, hoy he estado durmiendo hasta las 3 y media de la tarde. Sólo diré que me acosté a las 8 y media como un rosa, mañana contaré más detalles de mi primera Nochevieja. Así que me siento extraño, lo típico que suele ocurrir cuando hay un enorme desfase horario, sólo que yo no estoy acostumbrado. Estoy totalmente despejado, no siento que sean las 12 ya de la noche, ni he tenido hambre en todo el día... difícil se me hace creer que me tendré que acostar ya dentro de poco. El día se me ha esfumado, ha estado carente de pensamientos y acontecimientos, no ha pasado nada interesante. Hoy soy feliz, porque conservo el sentimiento de la mayoría de los días, pero no porque haya pasado nada.

Eso me preocupa. Durante una gran parte de este año, voy a ser feliz. Pero sólo voy a ser feliz pensando en un supuesto futuro que no se sabe si se podrá hacer realidad o no. Bueno, esto no es del todo cierto, ya que he aprendido a ser feliz conmigo mismo y con lo que tengo aquí, pero es algo que cuenta mucho. Me estoy explicando como el culo, pero bueno, yo me entiendo. Por una vez, no voy a ser capaz de expresar lo que siento, quizás sea fruto de la papilla cerebral que tengo ahora. No, no es resaca... yo de eso no tengo, ya que no bebí... es desfase y desorientación. 

Los otros años estaba muy triste en estos días. Triste porque veía que el año anterior también había estado triste, pero aún así, me había propuesto ciertas metas y creía que las llegaría a cumplir... y triste porque había fracasado de nuevo. Esa tristeza se iba acumulando año tras año... y el día de Año Nuevo anterior, apunto estuve de explotar finalmente. A puntito de hacer una locura, me dormí llorando a mares en un cuarto de casa de mis tíos, tras hablar con Lea y animarle, hacerle sonreír a pesar de los problemas que tenía con su novio. Lloraba porque yo, una vez más, y no sería la última, le habría prometido que todo saldría bien, porque sabía que iba a salir bien... pero nadie era capaz de prometerme nada a mí, de tan inestable que era yo. Y eso vuelvo a sentir ahora... no hay consuelo para mi pena. Hoy estoy feliz... pero en el fondo, lloro de tristeza.

Aún así, el 2009 acaba de empezar. Tardaré tiempo, como siempre, en acostumbrarme a escribir la nueva fecha correctamente. La fecha de un año que será muy importante en mi vida. Cumpliré los 18 años, viviré grandes momentos con mis amigos, ampliaré el círculo de amistades, veré a mi novio, me iré a la universidad... y si todo es posible, me iré a vivir con eGeo a la ciudad que sea. Ahora siento impaciencia. Felicidad mezclada con tristeza, e impaciencia. Quiero que ese momento llegue YAAA... he esperado tanto... aunque quizás no esté preparado, y simplemente deba hasta ese momento mejorarme aún más.

Os deseo un muy feliz año. Yo, al menos, intentaré que sea especial para los demás, siempre que esté en mi alcance.

¡Un besazo a todos!