miércoles, 11 de junio de 2008

Un aplauso, por favor.



Porque de verdad se lo merece este chico... Lo bordó!!
Quizás no haya llegado a la perfección, pero consiguió emocionarme muchísimo, cautivarme con su voz y con las bellas palabras que decía... Me encantó!!!!
No suelo ver mucho Operación Triunfo... al menos este año no lo he hecho. Me enganchó a las galas Pablo... que es de mi pueblo, y estudió en mi mismas clases!! :P (Si, así, como quien no quiere la cosa, y a quien sea un poco avispado, le he dicho dónde vivo...). Pero al ver a Chipper, a Iván, a Manu, a Virginia, a Sandra... me siguió enganchando! Ahora veo casi todas las galas, no hasta el final pero si bastante. Mis preferidos son Iván, a pesar de ser tan prepotente, tiene una voz preciosa, y unos ojos más aún, y Chipper, que tiene de las voces más perfectas que he visto por la academia. Y de las chicas, Sandra, que interpretó divinamente ayer su canción.

Es cierto que en muchas ocasiones salen desastres humanoides de Operación Triunfo... pero es bonito verles crecer, ver que evolucionan, aprenden y viven. Mi preferido de todos los tiempos siempre fue Daniel Zueras... que sacó su disquito, quizás no lo recordéis (bueh, si, por la polémica que formó el videoclip en el que salía haciendo un trío), aunque no fue muy bueno se podía apreciar su buena voz. Ese chico si que me enamoró... ha sido la única persona del celuloide por la que he sentido algo así .

Y bueh, poco más tengo que decir... que he pasado un día tranquilito, algo aburrido. No he terminado el trabajo de filosofía para el viernes, y quizás no lo haga mañana... pero si digo la verdad, me da igual. No me encuentro con ganas de hacer nada, estoy totalmente pasivo... espero que se pase pronto, porque esta pasividad, este vivir sin vivir, me mata poco a poco...

Un beso a todos...

Morning has broken...

En estos días no sirve de nada ir a clase... no hacemos absolutamente nada, algunos profesores ya no vienen, otros nos ponen películas, y en la mayoría pasan de nosotros, así que preferimos saltarnos las clases.
Como hoy, por ejemplo. Me levanté automáticamente a las 7 y media... incluso más temprano de lo de costumbre! Me fui a levantar y a abrir el armario, todavía con los ojos casi cerrados... hasta que comprendí que el despertador no sonaba porque lo había desactivado. Claro, hoy íbamos a entrar a segunda hora, y yo como un tonto despierto! Me metí rápidamente en la cama, con la sonrisa más feliz que jamás se haya visto, dispuesto a dormir una horita más.

No imaginan el placer que me da despertarme a cualquier hora, y ver que puedo estar media hora, una, o dos horas más durmiendo plácidamente, sin preocupación alguna... En eso consiste mi felicidad (a veces, ojo!), ver que no tengo preocupaciones, que no hay nada que hacer, ni tengo deberes que me aten a una rutina cansada.

Me volví a despertar a las 8 y media... justo cuando otros pringados como vosotros entrábais a clase... juas juas juas!! (bromitaaaa...). Ahora si, me costó una eternidad levantarme, seleccionar la ropa, me la puse lentamente (pantalón vaquero oscuro con arrugas, y camiseta de Converse blanca con dibujitos en gris verdoso) , con los ojos apenas abiertos, bostezando, mis pelos de loca cuando me levanto; fui a desayunar, no habían cereales; cogí unas galletas, estaban blandas pero las engullí con hambre; luego a lavarme, intentando ya abrir los ojos totalmente, me cepillé los dientes, lavé la cara, me afeité, me eché el after-shave que huele tan bien de mi padre, desodorante, colonia, e intentar domar a esos alborotados pelos que van a su bola.

Al fin, cogí mi Mp3 y me lo "instalé", el bocadillo que me dejan en la cocina, las llaves, el DNI, algo de dinero, la mochila, y me dispuse a salir a las 9:20 horas, que pensando que serían las 8:20... mi récord!! Normalmente salgo a las 8:25 y llego a las ocho y media justo... y precisamente mis clases no están muy cerca. Me levanto a las 8 menos diez, a las 8 en punto estoy llendo para la cocina, a las 8:13 me voy a lavar, y en unos 10 minutos estoy listo, afeitado, peinado y perfumado, y con mis aparejos dispuesto a salir a comerme el mundo una vez más.

Y de camino al instituto, acompañado todos los días de mi hermana, siempre me encuentro al vecino que viene de darle una vuelta al perro; al señor ciego que va a la oficina de la once que hay en la esquina enfrente de la biblioteca, con su siempre impecable traje, su bastón blanco y sus oscuras gafas de sol; al otro tipo que es clavadísimo a Matthew Fox, el médico de Lost (o Perdidos), siempre corriendo delante del zoo con polos de colores; al padre de una amiga de mi hermana (que estuvo detrás de mi un tiempo... la amiga, no el padre ni mi hermana) con su bicicleta; y también al quiosquero abriendo su puesto al lado de la plaza de toros. El recorrido no es muy largo, pero te encuentras a muchas personas, y de tanto verlas acabas cogiéndoles cariño, aún sin saber sus nombres ni cómo suena su voz.
Pero hoy, al entrar a segunda hora, no me acompañó mi hermana (que irá a clase solo para hacer un examen a última hora) , ni me pude encontrar con todas esas entrañables personas.

Llegué a la puerta del instituto, y allí estaba otra chica de la clase con la que entré. Nos dirigimos a nuestro edificio, en el que sólo está Bachiller (bueh, este año también 4º de ESO) a la derecha del recinto, subimos las escaleras hablando, y nos metimos en el último aula. La profesora de Literatura llegó poco después, nos repartió las notas del examen, y se sentó en su mesa a corregir examen de los de secundaria. Me quedé flipando con mi nota!! Pensaba que el examen no lo había hecho tan bien como el anterior... pero lo saqué igual!! Otro 9'75... el único fallo fue un despiste, que había puesto el esquema de las rimas en mayúsculas, cuando al ser el poema (era un fragmento de La vida es sueño, escrito en décimas) de arte menor debería ir en minúsculas. Y en la conclusión, la laaaaarga opinión personal donde analizaba todo el texto, donde escribía la interpretación pasada y actual que podría tener La vida es sueño, que me ocupó todo un folio cuando normalmente son unas 5 líneas, me felicitó! Me dijo que eso esperaba precisamente de mi ^^ Estoy orgulloso de esa asignatura, para qué negarlo...

Luego vino la clase de matemáticas... con nuestro temido pero querido profesor. Es mayor, pero no superará los 55 aunque viste con ropa de los años 30 como mínimo; pero a parte de eso, es un buen profesor, y mucho más buena persona. Siempre se queja de que no somos suficientemente educados con él, que no guardamos silencio y nos vamos a nuestros respectivos asientos cuando él hace presencia en el aula y que no le saludamos correctamente. Muchas charlas nos ha dado sobre nuestro futuro, sobre los estudios, sobre la educación, la amabilidad, las matemáticas, la vida en si... tiene pinta de ser una persona muy sabia... o lo aparenta bien. Nos ha leído varias veces textos que ha escrito para periódicos, sobre temas como San Valentín o la recogida de las notas en Septiembre, y siempre consigue emocionar... al menos a mi. Así, que hoy quería ser yo mismo y emocionarlo a él. Mucha gente tenía que recuperar un examen, así que los que no hacíamos nada estuvimos haciendo un trabajo sobre gráficas que hemos de entregarle el próximo lunes. Nos pidió entonces que detrás de la página le escribiésemos cuál debería de ser nuestra nota al final del curso, que evaluásemos el progreso del curso, etc... osea, lo que hacen muchos profesores para saber si somos honestos o no. Y aproveché, y escribí... escribí... y escribí. El folio entero de la gráfica por detrás, y me quedaron muchas muchísimas cosas por decir. Hice un análisis del curso pasado, mis esfuerzos, los altibajos que había sufrido y sus causas, todas las ganas puestas en los exámenes, la ilusión de aprender... etc etc. A la hora de la autoevaluación, me puse un 9, aunque sé bien que la nota media no da para tanto, y mucho menos en este último trimestre en el que no había hecho exámenes tan brillantes. Pero fui sincero, y le di mis razones.
Esperaba que me dijese algo, sinceramente... pero no lo hizo. Lo leyó demasiado rápidamente, apuntó un 9 en su librillo, y pasó al siguiente. Tampoco me preocupa... mientras me ponga ese nueve, o lo tenga en cuenta, me basta :P

Después vino el recreo dando vueltas y tomando el sol con varias chicas, y más tarde informática. En informática, donde supuestamente estamos haciendo la página web (oye, y esas propuestass!?!?!?!?!?!), pero que yo aproveché para conectarme un ratitín y leer algunos blogs que nunca me pierdo, aunque poquísimas veces postee...
A la hora siguiente había dibujo técnico, pero como sabía que no tendría nada que hacer, me llevé un libro y estuve leyendo. Es "Eloísa está debajo de un almendro", un teatro de Jardiel Poncela, que aunque ya lo había leído hace mucho tiempo, quería volver a disfrutarlo. Pasó rápidamente la hora, y vino la siguiente y última, donde nos fuimos al salón de actos a ver Ratatouille, que no está nada mal, es graciosa, y está muy muy bien hecha. Pero claro, es en francés... y yo de francés, entiendo bien poco. Quizás la vea en español alguna vez, que los doblajes en español me encantan, son muy buenos (aunque es verdad que otros son una mierda... pero hay de los que se lo curran).

Y poco más ha pasado hoy. He vuelto a casa y me he encontrado a mi hermana metida en su cuarto sin querer salir. Por lo visto, intentó ir... pero no le dejaron! Claro, se presentó ella con muy pocas amigas a las 2 allí... es lógico que no le hayan dejado pasar. No es tan fácil en mi instituto... si es fácil cuando es mucha gente, normalmente más de 10. Entonces si, te dejan entrar perfectamente... pero se ve que ella no tiene experiencia. Tiene que convencer a todo el que pueda, porque si no se es una piña, si no participan todos, no se puede conseguir. Así que ahí está, enfadada con ella, con los profesores, y con todo el mundo, porque no ha podido hacer el examen.

Ahora estoy haciendo un trabajo de filosofía para el viernes... es muy laaaargo, pero bueh, como siempre, yo me entretengo escribiendo en el blog, leyendo otros, hablando por el msn, o yendo a la cocina a probar el bizcocho recién salido del horno que ha hecho mi madre. Así que me dispongo en estos instantes (son las 18:37) a seguir con el trabajito, y luego a ir a que me cambien el cristal de las gafas... que de la vez aquella en la que se me cayeron en el salón de actos el día de nuestra coreografía, se me rayaron en la lente izquierda, lo que me impide bastante una visión cómoda... Pero no, cambiar la montura lo haré otro día...

Un beso a todos!! ^^


PD: el de la foto es el Matthew Fox antes mencionado... es más guapo en mi opinión de la serie, aunque Josh Holloway (el del anuncio de Davidoff) esté más bueno :P
Y el título de la entrada es el de una canción que me encanta de Cat Stevens... la recomiendo, buscadla!!!