miércoles, 20 de mayo de 2009

Berceuse al espejo dormido.


Duerme.
No temas la mirada
errante.
Duerme.

Ni la mariposa,
ni la palabra,
ni el rayo furtivo
de la cerradura
te herirán.
Duerme.

Como mi corazón,
así tú,
espejo mío.
Jardín donde el amor
me espera.

Duérmete sin cuidado,
pero despierta,
cuando se muera el último
beso de mis labios.


Federico García Lorca

Sigo siguiendo hacia adelante, estudiando sin levantar la cabeza, y aguantando la respiración hasta poder ver el sol de nuevo.

¡Qué ganas de ser libre!
Un besazo a todos.