Después de lo poco ocurrido en el gimnasio, volví para mi casa y me duché. A las 9 me presenté en casa de A, y al poco llegaron varias personas más, entre ellas T y el nuevo novio de A. Íbamos a cenar allí y a ver una película en su salón, la de Juno (que me pareció excelente). Estuvo bien, pedimos las pizzas y nos dimos un atracón de palomitas, todos arrejuntaos en un sofá. Lo único que no me gustó fue que el novio de A, cada vez que veía a un gay por la tele (como el que salió en los castings de OT), les llamaba maricones y se reía de ellos; y doy gracias a A, que posteriormente le daba codazos y golpes, diciendo que no se metiese con ellos. Con ella tengo una relación muy especial, estamos siempre abrazándonos, acariciándonos y besándonos, por lo que el novio pensaba que yo estaba enamorado de ella, despertando tus celos seriamente (y la envidia de muchos otros chicos, lo tengo que decir... juas juas juas, ventaja de ser gay y que las chicas tomen confianza!). No lo consigo trago del todo, quizás porque esté todo el tiempo metiendo mano a mi amiga, haciendo que ella se distancie más de mi, o porque no puedo soportar más verlos felices y ver feliz a todo el mundo con su pareja. Pero olvidando eso, o dejándolo de lado pues no se puede evitar ver cómo se besuquean a mi lado, la noche fue bonita, tranquilita, agradable.
Hoy ya fui por primera vez en serio a la playa este año. Ya había ido una vez antes, pero como hoy no, que fui con mi hermana y mis padres y hemos estado desde las 12 hasta las 5. Alquilamos unas tumbonas cercadas por unos cortavientos, para evitar el viento y tener más intimidad, y la verdad es que los giris allí se lo montan de lo lindo xD.
Tumbado en la arena, oyendo las olas del mar rompiendo tranquila pero continuamente, creando esa espuma salina que se queda pegada en los pies, con la brisa acariciando mi cuerpo, que ocasionalmente es salpicado por las gotitas que el viento ha elevado en una de esas olas furiosas que se suicidan contra la arena. Es increíblemente relajante, he pasado todo el día escuchando música de la que me gusta: todo Carmina Burana, la banda sonora de Amelie, la Sonata Pathétique de Beethoven (que me encanta) dos veces, y la poca discográfía de Andrés Lewin. Me ha servido para desestresarme, para pensar en todo y también para olvidarme del mundo durante unas horas tendido al sol. A parte de para coger un morenito envidiable, la verdad ^^
En estos momentos, me alegro de vivir cerca de la playa, pues aunque el mar esté lleno de mierda, el sol es lo que le salva.
Se regala un abrazo!! ^^