viernes, 30 de enero de 2009

Decent days and nights

Últimamente no sé qué me pasa, que tengo una obsesión irrefrenable en poner a cada post el título de una canción o algo relacionado con algún tema que me haya marcado. Ahora toca uno de The Futurehead, un grupo de indie rock. ¡Me he hecho una cuenta en Last.FM y estoy descubriendo muchos grupos nuevos, y redescubriendo a tantos otros! Ya, al fin, empiezan the decent days and nights.

Hoy me he levantado a las 10. Anoche no pude hablar con eGeo, el dolor era insoportable, no podía ni comer casi, así que me acosté muy pronto, a las 12 ya había conciliado el sueño. ¡Hacía tanto que no dormía 10 horas seguidas! Diez horas que me han sabido a gloria, me han repuesto totalmente. Me duele un poco aún la lengua, pero no se puede comparar este leve malestar con el estallido de dolor que sufría. Como una rosa he desayunado en el salón con mi hermana y mi madre. Mi hermana también se había quedado en casa porque está un poco mala... aunque sinceramente, creo que tiene un poco de "cuentitis", ya que por las mañanas no va a clase, pero por las tardes no va a casa, se pasa todo el día fuera. Bueh, yo también... pero es que yo, además, tengo una carga emocional tremenda. Ella es feliz con sus amigas leales, con su novio tangible y con sus notas perfectas. Yo como mucho, puedo tener próximamente notas perfectas, porque lo del novio, es como si fuese un término extraño, un ente etéreo que siempre está ahí. Aun así, aunque muchas personas piensen que eso no es considerarlo tener novio, me gusta utilizar esa palabra y me siento orgulloso de ello. Tengo novio. Qué bonito suena. Hace meses no lo habría pensado... pero ya ves, dentro de nada, llevaremos 4 meses juntos oficialmente... y medio año en realidad, porque en Agosto es cuando todo ya floreció, y en nuestros corazones surgieron las raíces de este amor tan fuerte que hoy nos une tanto. Te amo, eGeo.

Hoy es un día decente. No es el mejor día de mi vida, pero es mejor que el de ayer, al menos. En clase no hemos hecho nada, después de llegar en el recreo y hablar un poquito con mi niño, de tranquilizarlo y de intentar darle ánimos, he hecho el examen de dibujo. No me ha salido nada mal, si decimos que uno de los ejercicios no lo pude hacer, al igual que ninguno otro de la clase, pues hasta la profesora terminó pidiéndonos perdón por su dificultad. Después de eso, han soportado durante dos horas una conferencia sobre la situación en Palestina y su guerra con Israel, o mejor dicho, la guerra que Israel mantiene con Palestina. Digo que la han soportado, porque a los demás les pareció soporífera, mientras que a mí me ha apasionado. No sabía mucho de ese tema, sinceramente, poco entendía de lo que decían en las noticias. Ahora veo ya todo un poco más claro y soy consciente de la enorme barbaridad que se está llevando a cabo en esa parte del mundo. El anciano palestino que nos dio la conferencia, presidente de cierta organización para la paz de su pueblo, al menos, parecía muy afectado, y consiguió transmitirnos ese dolor que sentía, esa compasión por toda la gente que sufría y que moría diariamente sin razón alguna. Me gustó, sin duda, su forma de hablar, muy sabia.

La tarde ha transcurrido con normalidad. Mañana me iré a casa de mis abuelos en Córdoba. No tengo ganas... pero habré de ir. Hace más de un mes que no voy... y creo que me sentirá bien cambiar de aires. Tomarme un respiro. Pensar. O dejar de pensar...

¡¡Un besazo a todos!!

jueves, 29 de enero de 2009

Día de perros


Hoy he tenido un día de perros, de perros perrísimos, enfurruñados, sucios, de esos con pulgas y el pelo pegajoso, que les huele el aliento a rata muerta y que no paran de molestar. Tengo pocos días así, pero en los que son así, no me aguanto ni yo.

Voy a hacer una pequeña enumeración de todas las cosas que hoy han salido mal.

  1. Me he levantado tarde. Eso es lo normal en mí, de no ser que esta vez ha sido así porque anoche dormí intermitentemente. Me dolía horrores la boca. Y es que, aunque no lo haya dicho aquí, desde el lunes tengo una molesta llaga en la lengua, muy atrás, cerca de las muelas. Al rozar un poco, ya me duele bastante, imaginad cuando me he levantado esta mañana con la boca seca y he ido a beber. El dolor ha sido insoportable.

  2. He decidido, ya que empezaba mal el día, hacer lo posible por cambiarlo. Y algo que me ayuda mucho a motivarme es ponerme ropa que me gusta, bonita, que me siente bien. Me he puesto mis zapatillas blancas, mi pantalón pitillo, mi camiseta de Desigual, mi jersey negro y mi chaqueta de cuero, monísimo había quedado. Hasta que, lavándome (dolorosamente) los dientes, se me ha caído pasta en mi queridísima camiseta. La he limpiado y listo, como nueva... hasta que en clase, a 2ª hora, volvió a salir el manchurrón blanco.

  3. Se me ha perdido el libro de lengua. Me he perdido parte de las explicaciones de Juan Ramón Jiménez, autor que me encanta, parte de literatura que adoro. No lo encuentro por ningún lado. Y dentro de muy poco tenemos examen de varios temas.

  4. También ha desaparecido mi mp4. El de Samsung, el que tenía toda mi música clásica y más personal, algunas fotos, y algunos poemas que me gustaban. Ahora no tengo nada de ello, y lo echo de menos. Quería mucho a mi mp4. Me costó 100 euros hace aproximadamente un año. Era precioso.

  5. El misterio de las desapariciones continúa, ya que ahora lo ha hecho mi pen drive. Un precioso aparatito muy muy muy pequeño, más pequeño que una moneda de un euro. Estaba sujeto fuertemente a la cadenita, que colgaba de mis llaves... pues ahora la cadena está rota, y el mini pen, lost como los de la isla. Creo que no tenía nada importante... quizás unas fotos de un cumpleaños de una amiga, aunque creo que las borré. Es una pena, me costó 15 euros, aunque lo adquirí hace tan poco que no llegamos a intimar mucho.

  6. Una de las cosas más importantes: que anoche no pude hablar bien con mi niño. Debido a un complot de Vodafone, nos cortó la llamada a la media hora. Nos llamamos más veces, pero enseguida se perdía la cobertura, no conseguimos hablar más de un minuto. Me logró llamar desde su otro móvil y pudimos despedirnos. Fue muy triste.

  7. Esta mañana he ido al dentista, porque mi madre estaba empeñada en que me mirase lo mío en la lengua. Resulta ser que era solo un mordisquito, que se ha infectado al rozar tanto con la lengua del juicio, que ha crecido mal. Ha cultivado mucho gérmen y lo ha empeorado todo. Dice (desgraciadamente para mí) que tengo que sacarme todas las muelas del juicio, que las tengo muy salidas, menos una, en la que será muy difícil la extracción. Ahora estoy con el miedo en el cuerpo, porque le tengo verdadero pánico a los dentistas y a los médicos (perdóname, medicuchillo, pero es así). Espero que sea tarde, no quiero sufrir todavía.
Todas estas circunstancias han hecho que hoy, a las 10 de la mañana, desista de todo. En clase estaba irritante, todo me molestaba, y no quería hablar con nadie. Una cara sombría se mostraba al mundo, la cual percibió la profesora de Literatura, que me preguntó si me pasaba algo. "Un mal día, simplemente", intenté ser amable con ella. Cuando no podía más llamé a mi madre y en la media hora siguiente me recogió de clase. Le he dicho que me encontraba muy mal, y que necesitaba estar en casa. Antes hemos ido al dentista, que está muy cerca de mi piso, y me ha dado la fatídica noticia. He pasado el día aquí haciendo resúmenes de historia, estudiando algo de dibujo, ya que mañana tengo el examen, y haciendo una historia para las clases de inglés.

Esta mañana estaba muy triste en clase. Estaba desesperado. Me dolía la cabeza, la garganta y la boca, me picaban los ojos, y me sentía desdichado al haberme manchado la camiseta. Pero sobre todo, me puse realmente triste cuando Kitty me dijo que se iría con su novio un fin de semana a Cádiz, si todo salía bien. Los dos solos, en los carnavales. La cosa empeoró esta tarde cuando mis padres me dijeron sus planes de irse juntos un fin de semana por San Valentín. Veo perfectamente cómo será ese fin de semana. Mis padres por ahí, y mi hermana saliendo todo el día, yéndose a cenar y a comer con su novio, y yo mientras aburrido, teniendo en la mano lo único que puedo tener. Un puto terminal de telefonía móvil. Esto me cabrea muchísimo... que lo único que me una a la persona a la que amo sea un teléfono. Es desesperante. Y muy, muy triste.

Menos mal que el día ya acaba. Ahora solo queda una hora y media de inglés, eso sí, sin apenas abrir la boca, me duele aún mucho. Lo siento por tí, eGeo, amor mío, pues esta noche me parece que no podré hablar toda una hora. Necesito descansar, recuperarme de la boca, y esperar a llegue un día mejor.

¡¡Un besazo a todos!!

PD: Adoro este cuadro de Goya... Perro semihundido en la arena.

martes, 27 de enero de 2009

Todo me parece bonito.

Siempre escucho música, la que acompaña mi ánimo. Y ahora sólo escucho canciones divertidas, de grupos divertidos, como Mecano, La Casa Azul, Vetusta Morla (para cualquier ocasión) y Jarabe de Palo. ¡Ahí va otra señores!


Bonito - Jarabe de Palo.





Todo me parece bonito ya. Ayer estaba algo desesperado, estresado, por estudiar tanto matemáticas y por el tema con mi madre. Sobre las 8 abandoné los libros y me fui al salón, a merendar algo. Mi medicuchillo dirá que es tarde para merendar, pero bueno, que diga lo que quiera. (Por cierto, el medicuchillo es un amigo mío que estudia Medicina en la Universidad de Málaga. Lo conocí hace unos meses por el msn, y nos hemos compenetrado mucho. Él me enseña de música clásica y de medicina, y yo... pues le enseño este blog, que mucho es. A todo el que lo lea y que estudie en Málaga, que sepa que hay un chico muy mono, rubio, ojos verdes, inteligente y futuro médico que está buscando novio. Hala, ahí lo he dejado, medicuchillo, ya no puedo hacer más :P)

Volvamos al tema. Me zampé unas magdalenas en el salón viendo la tele mientras mi madre estaba en el portátil de mi padre. Cuando terminé, me senté al lado suya, y vi que estaba buscando información de la universidad de la ciudad G. Estuvimos entonces hablando un rato de la ciudad, de la universidad en la que ella estudió, cómo era el ambiente, informándonos online de las asignaturas, el precio, las becas y el tema de los créditos. De repente, no sé por qué, le ha dado por prepararlo todo con mucha antelacióny a toda prisa. A mí me parece perfecto, cuantas más cosas arreglemos antes, mejor.

Incluso, al final, estuvimos buscando piso. Bah, simplemente viendo si por la zona de mi facultad había pisos o residencias. Yo le dije, con delicaleza, que no quería ir a un colegio mayor ni nada así, aunque ella insitía en que era mucho mejor. Seguimos entonces buscando pisos. Lo curioso es que no se habló de mi pareja en ningún momento. Todo estaba ambientado para esa posibilidad, buscábamos pisos de más de una habitación. No dije yo tampoco nada de eGeo ni ella insinuó la más mínima posibilidad. Esto puede ser, o una de dos, o que no sabe que me quiero ir con él, o que aún esa parte le cuesta aceptarla, y no se atreve a hablarla. El tiempo dirá.

Un tiempo que, por cierto, pasa demasiado rápido. Espero que siga así, que los acontecimientos se acerquen fastuosos, que mi madre lo acepte, que me apoye, y que pueda irme a vivir con quien yo quiera, y al fin, en menos que cante un gallo, sea feliz. ¡Estoy impaciente por ver lo que me depara el futuro, pero sé que en el presente tengo que esforzarme para después poder disfrutarlo al máximo!

Y por lo pronto, me ha salido bien el examen de Matemáticas...


¡¡Un besazo a todos!!

lunes, 26 de enero de 2009

...nunca saber dónde puedes terminar... o empezar...

También de un escribillo de cierta canción de Vestusta Morla. Y es que este grupo cada vez me gusta más y más y más...





Antes de nada, gracias por vuestros comentarios de ayer y del post anterior. Muchísimas gracias. Pero lamento deciros que mi felicidad, por ahora, es demasiado efímera, que cambia como una veleta, siempre afectados por razones externas que escapan a mi control.

Ayer por la noche, antes de hablar con eGeo, me armé de valor. Me fui con las ideas bien claras al salón, a hablar con mi padre, mi madre ya se había acostado. Le pregunté directa y suavemente que qué le había dicho a mi madre exactamente. Me contestó que le había contado casi todo, aunque una partecita se la había explicado tiempo atrás, supongo que sobre mi homosexualidad. Me dijo que ella llevaba un fin de semana muy extraño, que fue difícil contárselo, y que mi padre siente que está enfadado con ella. Es cierto, ha pasado dos días como cabreada con todos. Mi madre no se lo ha tomado muy bien. Mi padre espera que lo vaya digiriendo poco a poco, pues saberlo de sopetón es lógico que le haya dejado impactada.

Lo que no sé es qué no se ha tomado bien. Se supone que sabía que soy gay, se supone que es mi madre y que me quiere, se supone que no habría problemas con ello ya y se supone que este factor lo podemos descartar. ¿Es que mi madre no quiere que me vaya con eGeo? ¿Puede que sea como el estribillo que a cosa hecha he puesto? ¿Que ella no sabe dónde puedo terminar... tiene miedo de que acabe mal? Lo que yo si sé es que así voy a empezar, pero mi vida feliz, la vida de verdad, que tanto necesito. Mis padres no conocen mi situación, ni conocen todo lo que he pasado antes para que necesite tan urgentemente esa personita que me hace feliz, por ello les costará comprender que me quiero ir a vivir solo, y con otro chico. Pero si es cuestión de mi felicidad, también, de nuevo, se supone que harán todo lo posible por que yo la encuentre.

Espero que mi madre se lo tome bien. Anoche yo estaba bastante afectado, hablé con eGeo sólo media hora, ya que no tenía ganas de más. Estaba cansado, con la cabeza como un bombo, necesitaba dormir y despejarme. Hoy me han dado algunos bajones, pero ya estoy mucho mejor. Hace unas escasas horas mi madre ha venido a mi cuarto y me ha regalado una pulsera. Dice que es de tal tienda, ya que tenía dinero de sobra por una devolución. Le he dado un beso y se lo he agradecido... pero ha estado ella muy fría. Se le ve muy pensativa, aunque ya sé en qué piensa. Deseo que se aclare las ideas lo antes posible, que se atreva a hablarlo conmigo y con mi padre, para evitar las situaciones incómodas. Éste me dijo anoche que mi madre no quería hablar del tema, ni con él ni con nadie, parece que no está mucho por la labor. Espero que recapacite... y para ello, solo es posible darle tiempo. Con paciencia, verá que no es todo un gran problema. Por ahora, me insiste en que busque información sobre la universidad de la Ciudad G, y eso es lo que estoy haciendo. 

Y estudiando Matemáticas, que mañana tengo el primer examen del 2009, sin duda no será el último. Espero que éste sea en Diciembre, en alguna materia relacionada con la Arquitectura de cierta ciudad, con cierta persona muy especial a mi lado, preparándome café por las noches. Seguiré ahora con los límites hasta el infinito en 1, las funciones a trozos, los logaritmos neperianos, las derivadas de los arcocosenos, y la indeterminación del infinito elevado a 0.

Un chiste de matemáticos, que nos contó el profesor el otro día:

¿En qué se parecen una asíntota y un preservativo?

En que por mucho que roce y que roce, no lo traspasa.

domingo, 25 de enero de 2009

Mírame, soy feliz, tu juego me ha dejado así.

Hoy estoy feliz. Llevo unos días muy feliz. Todo se pone a mi favor, con eGeo las cosas van cada vez mejor. ¡No me puedo quejar de nada! Voy a contar algunos detallitos que me han ayudado a sentirme bien conmigo mismo y con el mundo.

El jueves, un chico de mi clase (en cierta ocasión le llamé Paco... chico interesante, divertido, muy inteligente, que ve más allá de las cosas, compartimos muchos gustos y nos llevamos bien, lo normal) iba anunciando a todo el mundo que había un concierto de flamenco por la tarde, y cada uno de ellos le decían que pasaba del tema. Yo me interesé, le dije que quizás iba, pero al ver la hora me di cuenta de que sería imposible, ya que estaría en las clases de inglés. Lo curioso fue que esa tarde, la profesora faltó, así que me dirigí a la Casa de la Cultura, donde se representaban los bailes, el cajoneo y el guitarreo. Estuve con él más de una hora de pie viendo a dos mujeres danzar, a una cantaora y a dos guitarristas muy buenos. Me gustó muchísimo, para ser el primer concierto de flamenco puro y duro al que asistía. Él a la salida me agradeció haberle escuchado y no haber pasado de él, y yo le agradecí que me hubiese avisado. Quedamos en que en los próximos eventos culturales del estilo nos avisaríamos e iríamos.

El viernes por la tarde salí a la plaza, como es ya costumbre establecida, con Alicia (ex-Lara!), Martin y Rober. Este último, el rubito gay, estaba más salido de lo normal, y quería tocarnos ciertas partes a todo el mundo... así que Alicia nos protegía a Martin y a mí. En cierto momento, volvió a ocurrir algo que también, desgraciadamente, se convierte en costumbre. Los niños pequeños, la mayoría marroquíes, que rondan por la plaza, comenzaron otra vez a dar balonazos cerca nuestra y a insultarnos descaradamente. Uno de los balones pasó demasiado aproximado, y cuando Martin lo cogió y lo devolvió muy respetuosamente, quedándose ellos sin saber qué decir ante extraña generosidad, se acercaron y le dijeron a una pareja de chicas que les daba asco ver a las lesbianas, y otras cosas por el estilo. Siguieron jodiendo un rato más, hasta que nosotros, muy disciplinarios, nos fuimos a requerir la atención de un policía cercano, que no nos hizo ni puñetero caso. Los niños volvieron a acercarse, esta vez porque querían saber si le habíamos dicho sus nombres a los policías. Martin, de nuevo rompedoramente amable, les dijo que no, y les pidió insistente y pacíficamente que se disculpasen ante la pareja por haberlas insultado. Al final, lo hicieron, y se marcharon sin volver a aparecer. Bravo por Martin, su actuación fue excelente... aunque el próximo día se repetirá todo. Esa noche salí con Sarita, Sally y demás, también se vino Alicia. Fue una noche divertida, aunque no es posible compararla con la de ayer sábado.

Mi hermana tenía un cumpleaños, lo que no sabía era que lo tenía en casa. Mis padres, sintiendo ya el terremoto que se avecinaba, se fueron a mi otra casita en Torre del Mar, escapando del bullicio. Después de estudiar y de comer, a las 4 el piso se llenó de críos. La mayoría están para toma pan y moja (o pa meterlos en una chapata y no dejar ni las migas, como también he oído decir), eso sí he de decirlo. Y ruidosos, también he de decirlo. Estudié un poco matemáticas, pero enseguida me cansé. Toqué el piano, la guitarra, chateé, hice de todo menos escribir, que es en lo que debía haber empleado el tiempo. Tenía un dolor de cabeza increíble, de tanto ruido que había en casa. A las 8 me llamó Lea, la desaparecida en combate, y nos fuimos a la tetería. Hacía muchísimo que no salía con ella y la echaba de menos. Después de la tetería, nos fuimos a jugar al billar, y nos encontramos con el mijeño buenorro, Paco, el chico del principio, y algunos otros que no conocía. De dos partidas, gané una.

Con el espontáneo grupo ya formado, nos fuimos a cenar kebap y al Burbujas, la champañería. Nos pedimos nuestra ponchera de fresa, y entonces sacaron cámaras y se pusieron en acción. Lea tuvo la "genial" idea de querer pintarle los labios a alguien... y al final acabamos el mijeño, Paco y yo con nuestros labios pintados de rojo fuerte, haciéndonos tantas fotos cuantas quisieron. Como me dijo Paco, debía olvidarme de la vergüenza, y hacer el tonto por una vez en mi vida. Sobre las 12, y ya sin el maquillaje, apareció Alicia, a la que había avisado yo mediante un sms. En un principio, creí que se sentiría incómoda, ya que yo no le había dicho con quién estaba, y pudiera no llevarse bien con los demás... pero rápidamente me dí cuenta de que Alicia es Alicia, una chica en absoluto tímida, y que cae a todos bien por su desparpajo y forma de ser. Rápidamente congenió con Lea, a la que ya le había hablado de mi nueva amiga, y con Paco, el chico interesante. Mucho más con él, acabamos la noche a las 2 y media bailando rock de los 70-80 en un local, los tres, haciendo payasadas, y riéndonos. Algo bebieron, el mijeño como siempre unas cuantas cervezas, yo lo que me tocó de la ponchera (que fueron tres litros entre 8 personas) y un chupito de gelatina muy curioso que ponen en el mismo local donde bailamos. Paco quedó muy impresionado con ella, descubrió parte de su personalidad magnética. También a Alicia le gustó su forma de ser, el look de Lea, y la cara bonita del mijeño buenorro.

Esa noche descubrí otra cosa, esto es no más que una anécdota. Según hablábamos de varios temas con Lea y Paco, yo los iba dirigiendo al ámbito de la sexualidad. Entonces se vio, por algunos comentarios que hizo Paco, que él es, como mínimo, bisexual. Nos declaró que le sería más fácil darle un beso a un chico que a una chica, y que él no le hacía ascos a nada. ¡Al fin en mi clase, alguien sin reparos, afirma su bisexualidad! Bueno, Lola también la acepta... aunque ella lo hace por morbo más que por otra cosa. Incluso Lea se lo ha pensado muchas veces. Ya era hora de que todo el mundo mostrase su sexualidad... y que no se asustasen del sexo, como Ariadna o Kitty, que se escandalizan si alguien dice una palabra relacionada con el tema. ¡Con lo divertido que es el sexo y hablar de él!

En fin, que este fin de semana ha sido muy muy divertido. Mi padre tenía pensado hablar con mi madre del tema en el viaje a Torre del Mar, según me había dicho... hoy le he preguntado, y me ha dicho que sí... pero me ha hecho un gesto con la mano como diciéndome que "regular". Lo que no sé es si le ha dicho solo un poco... o si no se lo ha tomado bien. Hoy han estado un poco bordes conmigo... espero que no pase nada, que mi madre no tenga problemas al aceptarlo. Mi vida con eGeo depende de ellos... y con esto, mi felicidad completa.


¡¡Un besazo a todos!!


PD: No paro de escuchar este disco... ¡¡Lo recomiendo enfervorizadamente!! (Menuda palabreja...)

viernes, 23 de enero de 2009

Me gusta como eres

Para el que no lo sepa, estoy enamorado de eGeo. Para él va esta canción de uno de mis grupos favoritos, Jarabe de Palo. Me gusta su estilo único...




...pero me gusta mucho más eGeo. Ya sabéis que es un chico amable, tierno, inteligente, dulce, cariñoso, atento, que se preocupa por que todo vaya bien. También es un poco cabezón, por qué no decirlo, pesado e irritante, se deja llevar por la furia con demasiada facilidad. Todo ello, claro está, cuando quiere... cuando no, es el chico maravilloso que suele ser en la inmensa mayoría de los casos.

A pesar de tus contras, y porque los pros tienen más peso todavía, te quiero, te adoro. Aunque a veces me saques de quicio, aunque te saque yo a tí, aunque no me parezca a mí lo más romántico del mundo que me cantes Guns and Roses y aunque tu no entiendas mis fotografías, por ejemplo, estoy encantado contigo. ME GUSTAS COMO ERES. 

He de confesar públicamente, ahora que todo ha pasado, que entre eGeo y yo ha habido algunos roces, todo en realidad menores... pero que ahora, analizándolos todos en frío y tranquilamente, me doy cuenta de que están producidos por una cosa. Por la distancia. Si estuviésemos juntos, no habría problemas en cuando a qué hora hablamos o cuánto. Por eso sé, con más fuerza ahora que nunca, que nuestra relación será muy intensa cuando estemos juntos, que no habrá problemas en la convivencia. Ése era un temor con fundamento, ya que es más bien difícil que dos personas que no han estado juntos más de 10 horas, se lleven a la perfección cuando empiecen a vivir juntas, nos pincharemos con nuestros picos. Por ello, durante estos meses hemos de redondear nuestras esquinas, cambiar cada uno un poco de sí, y conseguir adaptarnos perfectamente el uno al otro. Y veo que lo estamos consiguiendo.

Hoy quería dar un paso importante que me acercase más a mi meta. Quería decirle a mi madre que soy gay, que tengo novio, y que quiero irme a vivir con él. Llevo días pensándolo, hoy sería el más apropiado, ya que estaría mi hermana de excursión en Sierra Nevada y comeríamos solos... aunque no sabía, no tenía ni idea de cómo decírselo. Cuando llegó mi padre a la hora del almuerzo (quería decirlo delante de él), le dije por lo bajo lo que pensaba hacer... y me ha recomendado hacerlo otro día, más adelante. Me quitó un peso de encima, y más cuando añadió que él sacaría el tema, que no me preocupase yo, que él se encargaría. Ya me relajé del todo, ya que me iba a evitar el hecho de decirlo así de repente. Mi padre me está ayudando muchísimo... y se lo agradezco de veras. Ya lo hablé con eGeo: en un futuro lo más cercano posible, cuando tengamos suficiente dinero, le vamos a regalar un viaje a Toscana, porque sé que le encantará. Como agradecimiento por todo lo que ha hecho por nosotros, siempre nos mantendremos en deuda con él.

Así que la confesión se ha aplazado, hasta tiempo indeterminado. Quiero hacerla cuanto antes, para ir buscando ya el piso en Granada y formalizar la cosa. También quiero decírselo a mi hermana... pero será una cosa también difícil, no encuentro la manera. Y es que yo lo veo ya como algo tan normal, que no sé qué podría decirle, ni cuál sería su contestación. Otra razón de por qué quiero decírselo antes es por si existiría la posibilidad de ir a visitar a mi niño. Muchos ya me lo habéis dicho en comentarios, no creáis que no he pensado y repensado en ello, y sí, era posible, podría haber ido. El único impedimento era la ignorancia de mi madre respecto al tema, cosa que espero arreglar dentro de poco. 

En fin, poco más que contar, que me he enrollado más de lo que esperaba. Este fin de semana me quedaré aquí porque mi hermana tiene un cumpleaños. Estudiaré matemáticas, haré resumen de historia y saldré, cómo no. A las 6 he quedado en la plaza con Alicia, Martin y los demás, a las 7 y media me iré a casa de una amiga con Marcos, Kitty y muchos más a cantar en el SingStar, y por la noche supongo que saldré con Sarita y Sally, a quienes ya echo de menos. Aunque verdaderamente echo de menos a eGeo, eso ya no hace falta ni que lo diga... Sueño cada día en cómo será levantarme a su lado... y poco a poco lo veo más real, más claro. Algún día se hará mi sueño tangible... y aquí estaré yo para contároslo.

¡¡Un besazo a todos!!

jueves, 22 de enero de 2009

Días aburridos.


Me sumo de nuevo a la monotonía de mi vida. Un día acaba siendo igual que el otro... lo único que le salva es la horita de conversación con mi niño (que estará haciendo ahora el examen... ¡¡le deseo muchíiisima suerte!!). Esto es malo, porque significa que no hago nada productivo... pero bueno, porque así se pasará más rápido el tiempo.

Hoy, como ayer, y el otro, y el otro, ha sido un día aburrido en clase. No he hablado con casi nadie, he estado todo el rato recluído en mí. Faltó mi querida profesora de Literatura, así que pasé toda la hora escuchando música y ojeando el libro de Física, ya véis, no tenía otra cosa mejor que hacer. Todos los demás estaban apiñados, hablando de las diferencias entre chicos y chicas en cuestión de pareja... cosa que nada me interesa. Cada vez soy más introvertido respecto a mi clase... veo a la gente aburrida, simple, no son nada interesantes para mí. Prefiero estar solo pensando en mis cosas que callado oyendo sus tonterías.

Kitty en una ocasión se acercó a mí a preguntarme si me pasaba algo... y le dije que absolutamente nada, que estaba bien, solo que no tenía ganas de estar con gente. Con ella si hablé un poco... pero me cansé enseguida, ya que todos los temas acababan derivando en ella y en su novio, su querido novio. Le hablo un poquito de eGeo, y vuelve a saltarme con él. Ya veo lo que le interesa lo que yo diga... siempre escucho yo, nunca mis palabras son escuchadas. Por eso paso de gastar saliva. Bastantes años he pasado haciendo el palipé. Están organizando una fiesta de disfraces para Semana Blanca... y creo que paso de ir. No me refiero a la Semana Blanca de El Corte Inglés,  la Semana Blanca de aquí son unos 7 de vacaciones que tenemos aquí en Febrero... también hay en otras regiones, pero no sé exactamente en cuáles, ya que no es algo nacional.

Cada vez veo a la gente más simple, son todos unos clones unos de otros. Será por el contraste, me encontraré confuso, desorientado, defraudado con todos, al pasar un fin de semana con esas personitas tan especiales... pero el caso es que me aburren todos. Dentro de poco ya dejaré de aburrirme, más que nada, porque no tendré tiempo para pensar en más cosas que no sean los exámenes. La semana que viene tenemos ya el primero fuerte de matemáticas y uno leve de dibujo técnico, a la siguiente ya viene historia, física, lengua, y algo más que caerá. En filosofía (Descartes) y en historia (Restauración) me estoy enterando de todo, la verdad es que lo paso bien en las clases. Estoy el primero, presto atención, tomo datos, aprendo, y se me pasa el tiempo rápido. Nunca creí que diría que esas clases me llegarían a gustar. Pero es que me ayudan a evadirme... a evadirme de la nada.

Pocas cosas ya que contar quedan. Que como siempre, no hago nada por las tardes, y eso ha de cambiar. Hoy he hecho matemáticas y una redacción de inglés, pero es poco. Estoy acostumbrado a pasar la tarde vagueando y entreteniéndome con chorradas, para luego al final del día ponerme a hacer todo corriendo, y escribir a la velocidad de la luz, y encima, mal. Por ello reduciré la calidad de los posts, pero seguiré actualizando el blog día a día, mientras pueda, con la consecuencia añadida de que serán más cortos.

¡¡Un besazo a todos!!

miércoles, 21 de enero de 2009

Orlas

Hoy en clase no hemos hecho nada, tan sólo una triste clase de historia a última hora. En las dos primeras, una profesora faltó y otra... bueno, la otra es la de inglés, que como pasamos mutuamente el uno del otro, es como clase perdida. A las 10 y pico llegó el fotógrafo, se armó el revuelo, y nos fueron llevando uno a uno.

Yo, por el apellido, fui el primero en irme hacia mi fatídico destino, hacia el salón de actos. Allí el fotógrafo, chico de mediana edad muy simpático, había preparado unos focos y flashes, un asiento, y un panel blanco detrás. Me puso la toga falsa esa que suelen poner, como un traje pero sólo por la parte de los hombros y el cuello. Unas pruebas con el fotómetro, y pim, pam, pum, tres fotos hechas. De las tres, que me dejó verlas después, salía demasiado sonriente en dos, en una medio aceptable, la que escogí. Tenía esas muecas tan raras porque delante los compañeros no dejaban de decirme cosas, era el primero, estaba nervioso, y yo qué sé qué sé yo. El caso es que, como siempre, y a pesar de haberme levantado antes y haberme peinado durante una media hora, en la foto salí mal. Pero da igual. Esa foto sólo se colgará en el salón y la verán mis abuelitos... y como ellos nunca vienen a casa, siempre se quedará ahí.

Estos días en clase son bastante aburridos... carentes de sentido, de emoción. No hablo nunca con nadie, a cada rato estoy con una persona diferente, pero con ninguna estoy a gusto. Me voy con Alex, me escapo con Kitty, charlo con Julián, hago el tonto con el mijeño o intercambio canciones con Azul... pero ya está. Lea lleva desaparecida días, ya ni viene a clase, como su novio. No sé qué estarán haciendo, lo que temo es que le está afectando demasiado en el aspecto académico. No es bueno.

Hoy ando ocupado, y no sé qué poner. Así que os integro un poema de García Lorca, la Canción novísima de los gatos, que ha de estar aquí, como buen Diario de un gato que es. También os dejo un vídeo de un compositor nuevo que acabo de conocer gracias a un lector amable. Ludovico Einaudi. ¡Espero que os guste tanto como a mi!







Canción novísima de los gatos - Federico García Lorca

Mefistófeles casero 
está tumbado al sol. 
Es un gato elegante con gesto de león, 
bien educado y bueno, 
si bien algo burlón. 
Es muy músico; entiende 
a Debussy, más no 
le gusta Beethoven. 
Mi gato paseó 
de noche en el teclado, 
¡Oh, que satisfacción 
de su alma! Debussy 
fue un gato filarmónico en su vida anterior. 
Este genial francés comprendió la belleza 
del acorde gatuno sobre el teclado. Son 
acordes modernos de agua turbia de sombra 
(yo gato lo entiendo). 
Irritan al burgués: ¡Admirable misión! 
Francia admira a los gatos. Verlaine fue casi un gato 
feo y semicatólico, huraño y juguetón, 
que maullaba celeste a una luna invisible, 
lamido (?) por las moscas y quemado de alcohol. 
Francia quiere a los gatos como España al torero. 
Como Rusia a la noche, como China al dragón. 
El gato es inquietante, no es de este mundo. Tiene 
el enorme prestigio de haber sido ya Dios. 
¿Habéis notado cuando nos mira soñoliento? 
Parece que nos dice: la vida es sucesión 
de ritmos sexuales. Sexo tiene la luz, 
sexo tiene la estrella, sexo tiene la flor.  
Y mira derramando su alma verde en la sombra.  
Nosotros vemos todos detrás al gran cabrón. 
Su espíritu es andrógino de sexos ya marchitos. 
languidez femenina y vibrar de varón,  
un espíritu raro de inocencia y lujuria,  
vejez y juventud casadas con amor. 
Son Felipes segundos dogmáticos y altivos, 
odian por fiel al perro, por servil al ratón, 
admiten las caricias con gesto distinguido. 
y nos miran con aire sereno y superior. 
Me parecen maestros de alta melancolía,  
podrían curar tristezas de civilización. 
La energía moderna, el tanque y el biplano 
avivan en las almas el antiguo dolor. 
La vida a cada paso refina las tristezas,  
las almas cristalizan y la verdad voló, 
un grano de amargura se entierra y da su espiga. 
Saben esto los gatos más bien que el sembrador. 
Tienen algo de búhos y de toscas serpientes, 
debieron tener alas cuando su creación. 
Y hablaran de seguro con aquellos engendros 
satánicos que Antonio desde su cueva vio. 
Un gato enfurecido es casi Schopenhauer. 
Cascarrabias horrible con cara de bribón,  
pero siempre los gatos están bien educados 
y se dedican graves a tumbarse en el sol. 
El hombre es despreciable (dicen ellos), la muerte 
llega tarde o temprano ¡Gocemos del calor! 
Este gran gato mío arzobispal y bello
se duerme con la nana sepulcral del reloj . 
¡Que le importan los senos (?) del negro Eclesiastés, 
ni los sabios consejos del viejo Salomón? 
Duerme tú, gato mío, como un dios perezoso, 
mientras que yo suspiro por algo que voló. 
El bello Pecopian (?) se sonríe en mi espejo, 
de calavera tiene su sonrisa expresión. 
Duerme tú santamente mientras toco el piano. 
este monstruo con dientes de nieve y de carbón. 
Y tú gato de rico, cumbre de la pereza,
entérate de que hay gatos vagabundos que son 
mártires de los niños que a pedradas los matan 
y mueren como Sócrates
dándoles su perdón. 

martes, 20 de enero de 2009

So happy together... hasta que s'acabó!


Mis ojos se abrieron y percibieron lo mismo que cuando los cerré por última vez. Las seis vigas en el techo. A mi lado estaba Alicia despierta pero sin hablar, como Chris, Martin, y J, desvelados aunque yacentes todavía, sin ganas de levantarnos. Eran las 10 de la mañana y el sol entraba con fuerza por el salón, atravesaba la puerta entreabierta y nos deslumbraba. M y Rober ya estarían en cualquier sitio, quizás desayunando, luego descubrimos que se habían ido a dormir al salón, no sabemos bien por qué.

Estuvimos alrededor de una hora y media somnolientos revolcándonos entre las sábanas. Alicia me decía que yo por la noche había hablado, había dicho cosas incoherentes, como "Notre Dame dos tres dos tres"... me quedé muy sorprendido, ya que no sabía que yo por la noche hablaba... aunque ella me aseguró que más sorprendida se había quedado, y más que nada, asustada, jeje. Espero que a eGeo no le importe que yo hable... y si es así, pues que me tape la boca, que me bese, o que me pegue un almohadazo, que yo no quiero molestar. Como Martin y Chris seguían con sus besuqueos matutinos, me fui a duchar. Una ducha espléndida en un cuarto de baño espléndido, salí como nuevo, listo para encarar un día más y ganar a todos en el Guitar Hero. La parejita se encerró misteriosamente en el cuarto mientras los otros desayunábamos tostadas con mantequilla Lorenzana, una mantequilla pura (¡y muy cara!) que me fascina.

La mañana pasó rápida, muy triste. El día era cálido, precioso, por lo que, tras jugar mucho con la batería y la guitarra, estuvimos largo rato paseando e inspeccionado el terreno. Estuve dando una vuelta solo por la parte posterior, por un caminillo que se internaba entre las colinas de bosque, pero no llegué muy lejos. Volví a la casa, y me senté con los demás en el puente sobre el  bonito riachuelo que delimitaba la finca. Hice más fotos, hablé con ellos, tomé el sol... y se empezó ya a echar de menos aquello, aún sin haberlo abandonado sentía nostalgia. Nos fuimos a comer tarde, sobre las tres y algo, puesto que habíamos desayunado muy tarde. Hicimos lasaña precocinada en el horno, deliciosa, aunque sobró demasiada, y es que Martin se empeñó en hacer una tercera bandeja. La cosa ya era distinta, estábamos todos muy callados. Teníamos una sola hora de libertad ya, pues a las 5 habríamos de ponernos manos a la obra, arreglar los cuartos, organizar el salón y limpiar todo lo que pareciera sucio. Los padres de Martin tenían que dar el visto bueno, para que en próximas ocasiones nos dejasen irnos más tiempo. Eso era todo lo que deseábamos, estar más tiempo, se nos había pasado demasiado corto. 

Esa hora de libertad, como decía... fue pésima para mí. Os pongo en situación. Estaba yo en el salón sentado en el sofá, con todo el mundo yendo de un lado para otro, algunos recogiendo, otros tomando algo de postre. Martin y Chris estaban en el suelo ante mí, acariciándose, besándose, primero tímidamente, luego, cuando me pude de manera que no me vieran la cara ni yo les viese, sin tapujos. Me puse a mirar mi móvil como quien no quiere la cosa... y vi los mensajes de eGeo. Entonces mi alma se empezó a marchitar más que nunca, mi cara se agravó, y en el corazón aparecieron sentimientos que creía lejanos, ya olvidados. Me sentí, sobre todo, desdichado, mucho. Mucho más me sentí cuando Alicia se sentó a mi lado, me miró a los ojos, y me preguntó si me pasaba algo. Entonces rompí a llorar. Como siempre, el Gato, en el momento más inoportuno se pone a llorar como una niña. Pero lloré y lloré, silenciosamente, sin que los demás se dieran cuenta, lloré sobre le hombro de Alicia durante un rato. No había manera de animarme, la compasión no me servía, simplemente me veía desdichado, con mala suerte, en un mundo que no estaba hecho para mí. Creía uqe todo me iba a salir mal siempre, y que para que algo debiera salir bien, tenía que esforzarme demasiado. El precio que tenía que pagar era mayor que la recompensa misma, o eso era lo que veía en ese momento.

Llevo varios días así, hasta que exploté allí. Necesitaba hacerlo... pero no quería derramar mis lágrimas contenidas en una casa ajena, durante un fin de semana que se suponía debía dedicar nada más que para mi disfrute, para despejarme, para olvidarme de todo y reponer fuerzas. Poco conseguí. Al menos redescubrí satisfactoriamente a mis nuevos amigos. Alicia se preocupó mucho por mí, en el viaje de vuelta, al abandonar ya ese paradisíaco lugar de evasión, me dijo que le dolía verme llorar. Se le veía apesadumbrada... entonces me arrepentí mucho más de haber sido tan débil. Pero es que no pude, no pude evitarlo, era ya incontenible. No quería que ella se sintiese mal... que lo hacía, porque no veía solución alguna a mi problema. Problema que ni yo sé clarificar...

Muy a nuestro pesar, el fin de semana se había acabado. A las 6 y algo ya estábamos de vuelta hacia el hogar. Volver a la rutina de siempre... solos, sin apoyo, repitiendo lo mismo cada día, sin motivación alguna.

Al menos puedo presumir de que estuve muy feliz durante estos dos días. Aunque no completamente feliz, por mucho que quisiera. Me pregunto si algún día lo estaré.


¡¡Un besazo a todos!!

lunes, 19 de enero de 2009

So happy (and sleeping) together...


Después de la abundante y deliciosa comida, de arreglar la cocina y poner el lavavajillas, nos fuimos al salón. Nos entró la morriña, ya sabéis, el adormecimiento tras la comida, cuando estás con el estómago lleno, se te cierran los ojos y solo piensas en la cama, en ocasiones terminando en la típica siesta española. Parece ser que ese fenómeno sólo se da en este país... cosa extraña.

Algunos cantaron, otros tocaron la guitarra y la batería, pero yo, más cansado que los demás, me senté en el sofá con Alicia, medio dormidos, cerca del crepitar de la chimenea. Comenzó entonces a dolerme la cabeza horrorosamente, a quemarme los ojos y a sentir que desfallecía. Estaba totalmente sumido en un sopor irritante, apenas me sostenía a ponerme en pie, me sentía con fiebre... y como es típico en mí, yo no dije ni mú. Alicia lo notaba, e intentaba sacarme de mi aletargamiento. Hasta que no pude más, y dije a todo el mundo que me encontraba muy mal. Martin me dijo que allá no tenían ningún medicamento... pero entonces yo recordé que al abrir casualmente un pequeño cajón de un mueble, había visto, milagrosamente, un paquetito de Espidifén. Desaparecí de escena y aparecí con el sobre en la mano, ante el asombro de los demás, dispuesto a tomármelo. Me sentó de maravilla, me curé en un plisplas, y ya pude unirme a la fiesta. Canté, bailé, salté, toqué la guitarra, me reí, todo fue genial.

Pasamos la tarde entera encerrados en ese saloncito. En ocasiones echaba un vistazo al móvil, que seguía sin cobertura todo el día. No podía darle ni un toque ni mandarle un mensaje a eGeo, como tampoco podía recibirlos. En un momento dado, me llegó uno que escribió 4 horas antes, entonces salí a la calle en la noche a buscar un poco de señal. Él sin duda estaría enfadado, mal, defraudado, porque vería que yo lo tenía apagado... y tenía que explicárselo cuanto antes. Conseguí al fin enviárselo, esperando que él se hubiera calmado. A pesar de no saber nada de él y de estar tan lejos, sé perfectamente cómo se siente en muchísimas ocasiones. Lo conozco como la palma de mi mano. Y sé también que le habría encantado estar allí conmigo, en esa bonita casa, con esa gente tan simpática, tan abierta a todo, tan libre de prejuicios. Cada vez que Martin y Chris, o Rober y J se daban un beso, algo en mi corazón hacía "crick", me sentía romper por dentro, más vacío que nunca. Yo, que he tenido una vida penosa llena de adversidades, ahora tengo que soportar una dolorosa relación a distancia, con muchísimos de sus contras y sus débiles pros, aunque eso sí, al final si todo sale bien la recompensa será enorme. Pero quiera o no... en ocasiones me canso y me harto... pero de ello aún no he de hablar.

La noche era ya total, comenzaba a hacer demasiado frío, y en nuestros estómagos rugía el hambre. Rober se metió de nuevo en la cocina, Martin puso música, Alicia bailó con ella, Chris preparó la mesa, J y M jugaron a la nintendo DS y yo hice un poco de cada. Las salchichas y las hamburguesas ya estaban en la mesa. En esta ocasión, no me gustó mucho la velada, ya que tenía el estómago algo revuelto, seguía sintiéndome mal... y a demás, descubrí tarde que las hamburguesas estaban poco hechas, con sangre aún. Y a mí la sangre en la carne me sienta muy muy mal... a parte de que me resulta repugnante, no puedo con ella, necesito las comidas muy bien hechas. Con malestar terminé de comer y me volví al salón. Nos pusimos los pijamas, yo exageré un poco, quizás, ya que iba todo doble. Me puse dos pantalones, uno de chándal y otro de pijama, dos camisetas, y dos calcetines. Llevaba unos solos boxers, los de eGeo, pero no eran necesarios más, porque ya me calentaban por sí solos (Toma lo que he dichoooo). Pusimos mantas en el suelo, nos tumbamos y estuvimos hablando sobre qué hacer. Al final se decidieron por un plan imprevisto para mí: ver un espectáculo de Les Luthiers. Yo le había llevado a Alicia unos DVDs que yo tenía, sabiendo que le gustaban... ¡pero lo que no sabía es que los verían allí con todos!.

A algunos les aburrió, como a J, a M y a Rober, pero a los otros tres les encantó. Entonces fue cuando, tumbados en el suelo, Martin y Chris empezaron con el tonteo, a besarse, a tocarse. A un lado estábamos Alicia y yo, pendientes de la pantalla, intentando hacer oídos sordos al muack muack, aunque era inevitable. Yo... no me sentía muy bien, lógicamente... pero bueno, ya sabía que eso ocurriría, y venía preparado. En el viaje de ida esa misma mañana me había concienciado de todo, de que debía pasármelo bien, olvidar los problemas, la lejanía, la soledad, todo, simplemente divertirme con mis amigos. Pero... era inevitable. Alicia, ella fue mi punto de escape. Hablando con ella de chorradas, riéndonos con Les Luthiers, o explicándole chistes, conseguía evadirme de todo. Ya eran casi las 3, no teníamos sueño, pero aun así nos fuimos a la cama.

Habíamos preparado con anterioridad una habitación para dormir, con sus estufas puestas todo el día con el fin de caldearla. En el centro había una cama de matrimonio, y a los lados, dos colchones en el suelo. Nos dispusimos de la única manera posible... y la más triste para mí. A un lado, Chris y Martin se besaban bajo las sábanas, a otro J y Rober se acariciaban, y en el medio, el Gato miraba las vigas del techo con los ojos como platos, entre las dos chicas. Hablábamos, nos reíamos, Rober no paraba de decir tonterías y de hacer el payaso, no teníamos sueño, no nos queríamos dormir. Como me dijo Alicia, para ella dormir era morir, ya que nos quitaba tiempo de nuestras vidas. Yo le dije que cuando dormíamos, podíamos soñar, sueños que después podríamos hacer realidad. A pesar de mi aparente positivismo, yo me hundía cada vez un poquito más entre las sábanas, atravesando el colchón, el somier y las baldosas del suelo, llegando hasta el lugar en el que muchos años me había recluído.

Menos mal que sobre las 4 conseguí conciliar el sueño, entre los sonidos en estéreo de las parejas felices.

domingo, 18 de enero de 2009

So happy together... and home alone!


He pasado, sin duda, uno de los mejores fines de semana de mi vida. Con mis amigos... mis verdaderos amigos, solos, en una casa de campo. Una maravillosa casa de campo... pero bueno, vayamos por partes.

Antes de nada, quiero anunciar algo importante, muy importante. Voy a hacer algo único, sin precedente en este blog... cambiar un nombre a una persona. A partir de ahora, Lara, mi amiga tan cercana, a la que hace relativamente poco descubrí y comprobé que merecía la pena su amistad, pasará a ser... Alicia, mi amiga tan cercana, a la que hace relativamente poco descubrí y comprobé que merecía la pena su amistad... Ese nombre... bueno, sé que le gusta mucho "Alicia en el país de las maravillas", y si algún día le muestro mi blog, creo que le gustará. También llamaré Rober al rubito gay, que el pobre siempre ha estado ahí pero aún no había tenido un nombre.

A las 9 menos 10 el niño de mis ojos me llamó al móvil y me sacó del sueño, tal y como yo le había pedido. Me duché, arreglé las cosas, y a las 11 ya estaba esperando con Alicia (ex-Lara!), Martin, su novio Chris, Rober, M, y J. M es una muy buena amiga de Alicia, chica simpática, callada, pero que cuando quiere, habla mucho y payasea como el que más. J es un chico alto, de 19 años, pelo oscuro como el de eGeo, que está de rollo o de relación extraña con Rober, también se junta con nosotros. Le he puesto sólo esas iniciales (las de Michael Jackson, ahora que lo pienso) ya que no son muy importantes en mi historia, al menos no todavía. Al poco llegó el padre de Alicia, nos repartimos entre su coche y el de Martín, y partimos hasta la casa del segundo, cerca de Alhaurín. A la media hora corta llegamos, entre naranjos, limoneros, chumberas y muchas otras casas, a la preciosa villa del señorito. Era una pequeña finca con algunos árboles frutales, algo de terreno (no sé cuánto, no pude explorarlo todo), y en el centro, una adorable y pequeña casita de nueva construcción. Con tejado a dos aguas, una planta, grandes ventanales de madera, una imponente puerta y pintura exterior amarilla, ya se veía desde afuera que por dentro sería preciosa. Pues nos equivocábamos. Era preciosísísísima.

La decoración era maravillosa, de estilo rústico, pero no muy cargado, al revés, bastante actual. En las paredes blancas de cal y bajo las vigas del techo había cuadros curiosos (a destacar uno de un elefante, más alto que yo), platos andaluces y aperos de labranza antiguos, como horcas y bieldos (especie de horca, casi un cepillo). Todo era blanco en las habitaciones, las sábanas, las colchas, las cortinas, las paredes la poca decoración en ellas, todo era límpido, perfecto. Había tres dormitorios grandes, una cocina-comedor, un salón, dos baños y un rellano en el que solo había una inmensa maceta y un trillo. Los baños eran enormes, todo de piedra lisa y madera, un plato de ducha inmenso, y una alcachofa muy curiosa. La casa entera olía bien, a nuevo, a blanco. A excepción del salón, que a llegar ya empezaba a desprender el aroma de la leña quemada en la chimenea. Allí pasamos la mayor parte del tiempo, pues estaba la televisión, el sofá, y todo lo que necesitábamos.

Poco después de llegar, se fueron los mayores. ¡Ya estábamos solos en casa!. Al principio fríos, tímidos, sin mucho ánimo, pero rápidamente nos activamos cuando empezamos a jugar. Martin instaló la Wii, la PS2 y la PS3 (se nota que viene de familia rica, ¿¿no??), yo cogí la guitarra, y Alicia con la batería nos hinchamos a canciones en el Guitar Hero de la Wii. Nos turnábamos, el mejor en la guitarra era Rober, aunque a mí no se me daba nada mal, teniendo en cuenta que era la primera vez que jugaba. Empezábamos a pasárnoslo bien, con libertad por toda la casa, hablando todos con todos, riéndonos de las payasadas de Rober, de los bailes de Chris, o de las ocurrencias de Alicia. Al llegar la hora de comer, nos metimos en la gran cocina, entera para nosotros. Yo partí salchichón, serví embutidos y puse elegante la mesa, mientras Rober preparaba la comida con destreza. Nos fuimos todos a comer, los 7 en el centro del comedor, felices, escuchando de fondo música buena, divertida. Los espaguettis le salieron divinos, deliciosos. Nos sentíamos muy muy unidos... éramos como una de esas familias de las películas, que se unen para cenar pavo en el Día de acción de gracias.

Estaba feliz, mucho, hacía tiempo que no estaba tan bien. No hay nada mejor para estarlo que pasar unos días con las personas que más quieres, divertidas, sensatas, atentas y preocupadas por el prójimo.

jueves, 15 de enero de 2009

Cómo hemos cambiado, y planes de fin de semana.


2º de Bachillerato es aburrido. Mi vida estudiantil entera se vuelve más aburrida que nunca no hago nada, paso todo el día vagueando, ni mandan deberes, todos los días son iguales. Aunque bien sé que el chollo pronto cambiará, y que tendré que ponerme las pilas sí o sí ya mismo, a estudiar como loco para los exámenes. Y ahora recuerdo al Rey del Recorte hace un año, cuando me decía todo lo que tenía que estudiar... ¡y fíjense, ahora estoy yo aquí, en su lugar! Todo cambia... nunca deja de sorprenderme cuánto efecto tiene el paso del tiempo, el la única cosa que puede con todo.

Hoy he recibido un email de una persona paisana mía, hablándome de la ciudad X (que poco a poco va deformándose en G... de Gay, ¡por supuesto!). Me habla de dicha ciudad, incluso me ofrece su ayuda en el caso de necesitarla para buscar información. ¡Lo que más me ha sorprendido es que ha alabado mi blog! Me da las gracias por escribirlo, me dice que le hace sentir muy bien. A uno, que ya se considera un poco escritor, eso le sienta de maravilla... y no tiene más que agradecerlo, y quitarle importancia a sus elogios. Porque esto a mí no me cuesta nada, porque lo hago porque quiero, porque lo veo simple, fácil, no suficientemente bueno, porque empecé probando algo, y aún sigo, aprendiendo cada día un poco más. No me considero un as en la materia, ya lo sabéis, no paro de repetirlo... pero es natural en mí ser tan modesto, excesivamente modesto. ¡¡Y es que en humildad soy el mejor de todos!! (nótese la paradoja). Lo que sí es cierto es que gracias a vuestros ánimos me esfuerzo siempre para dar lo mejor, pues os lo merecéis.

El caso es que hace un año estaba deprimido por las solitarias Navidades, sin ganas de que lleguen las siguientes; y ahora me encuentro ansioso por que el 2009 acabe ya que estaré con quien quiero. Cuando empecé el blog, pensaba cerrarlo rápido si veía que no era lo mío, en ningún momento lo haría por tener más o menos visitas, no era ese mi objetivo; pues en este momento tengo ya 40 visitantes, que subirán conforme termine de escribir y postee el post, muchos más de los que hubiera imaginado. Siete meses atrás, no habría pensado que mi vida podría cambiar tanto. Que conocería a eGeo, que trabaríamos tamaña amistad, que nos conoceríamos, que nos enamoraríamos, que me daría su primer beso... todas ellas son cosas que yo pensaba improbables antes. Puedo decir que ha sido un milagro, o achacarlo todo a la magia del mundo, a los hados o a los genios... pero no, es la vida misma. Por ello, desde aquí en mi fría habitación sin vistas, os animo a todos, ya que cualquier cosa es posible. El cambio viene cuando menos te lo esperas. Básicamente, esto es porque cuando no esperas algo, el tiempo parece que fluye más rápido... de manera que intentad ser así, despreocuparos, vivid el momento, no os comáis la cabeza ni lloréis sin causa razonable, nunca abandonéis, en cualquier sitio puede estar el chico ideal. O la solución a los problemas, o la adecuada forma de pensar, o la vía de escape, o el mando de la tele. Todo aparece en su debido momento. Sed pacientes. NUNCA os restreguéis en vuestra propia desdicha, NUNCA os revolquéis en vuestra propia mierda, como suelo decir. Es lo peor que podéis hacer. Creedme.

En fin, después de este lapsus emotivo-educativo que me ha salido del alma, os contaré que este fin de semana tengo un plan especial. El lunes Martin me llamó por teléfono para decirme que estaba invitado a pasar dos días en su casa de campo con todos los del grupo. Maravillado, quise aceptar, pero antes debía pedir permiso paterno. Y, sorprendentemente, el permiso me ha sido concedido. ¡Voy a pasar el sábado y el domingo solos en una casa con mis mejores amigos! Sin duda, estará genial, nos lo pasaremos de miedo. Prepararé incluso un bizcocho, me llevaré cartas, DVD's de Les Luthiers... quiero aportar mucho, ya que les estoy muy muy agradecido. Mi relación con todos, en especial con Lara, es muy estrecha. Incluso con los que veo poco, como a la chica lesbiana, o a Chris el novio de Martin, me llevo sorprendentemente bien. Lo siento por los de mi clase... pero no tendré remordimientos cuando mañana les diga que no voy a ir a la botellona que habían organizado para el sábado noche. ¿Es que no se enteran de que eso a mí no me va?

Me despido ya. Voy a pasarme por el centro comercial para comprarme un pijama. Iré solo, estaré una hora dando una vuelta antes de entrar a las clases. Veré si me compro algo más... ya veré, quizás unos boxers... aunque ya llevo mucho gastado, los pantalones de ayer me costaron 50 euros, demasiado para mi desacostumbrado bolsillo.

¡Un besazo a todos!

PD: El de la foto es Justin Gaston, el novio de Miley Cyrus... ¡pero qué suerte tiene la tía!

miércoles, 14 de enero de 2009

Filosofía de peluqueras.

Al final fue falsa alarma el post anterior. Todo se solucionó antes de lo previsto. Yo ayudé a eGeo en lo que pude, menos mal que no necesite mi ayuda más, al menos respecto a ese problema.

Hoy, como dije ayer, tocaba peluquería. En realidad no tenía el pelo tan largo, sí muy voluminoso, pero no quedaba feo en absoluto. Simplemente fui a retocarme porque tenía ganas, para arreglarme para salir bien en la famosa orla, y porque mi madre no dejaba de decírmelo. Pero principalmente para lo primero, porque tenía ganas, porque me encanta ir a la peluquería, especialmente a esa en particular.

Me gusta ir porque la peluquera es muy simpática, y porque ADORO que me toquen el cuero cabelludo, que me acaricien el pelo, cosa que ella hace, al lavarme la cabeza y darme un masaje antes de peinarme. Hoy hemos hablado más de lo de costumbre. La profesional, de unos 40 o más años, con una hija y un marido, me ha contado su opinión sobre todo. El mundo ha cambiado muchísimo desde hace unos cuantos años, desde la muerte de Franco, por poner una fecha. Me decía que antes los jóvenes tenían mucha menos libertad, que estaban más encerrados, muy reprimidos, y que nosotros ahora no sabemos lo que tenemos. Y yo le decía que sí lo sabemos, que en mi opinión, las dos generaciones han estado en la misma situación, simplemente nos quejamos y queremos de liberarnos de diferentes cosas en diferentes medidas. Antes ellos podían salir a la calle sin problema por el día a cualquier sitio, y nosotros lo tenemos más difícil, más que nada porque las ciudades han crecido demasiado. Ellos no podían ir a las discotecas por la noche a los 18, y nosotros no encontramos un ambiente favorable en ellas a esa hora, y exigimos estar hasta más tarde. En fin, que todo ha cambiado, pero sigue igual.

También me dijo que en el mundo laboral hay que empezar desde el principio. Que no aspiremos a lo máximo, que en el comienzo nos conformemos con poco, aunque en una oferta de trabajo no nos den mucho dinero, la cojamos, para así adquirir experiencia, que es lo básico en la primera experiencia profesional, para poder después volar a otras empresas contando con algo muy importante. Todo esto ya lo sabía yo... pero como ella bien decía, me aconsejaba pensando en su propia experiencia en la vida, en los errores que había cometido, y que no quería que cometiesen los demás. A cualquier otro, esa conversación le habría impresionado mucho y quizás le habría abierto los ojos a una nueva luz... pero a mí solo me sirvió para repetir todo lo que ya había pensado con anterioridad. Que si los padres quieren lo mejor para nosotros, que si nos dicen cosas para que no nos equivoquemos no nos arrepintamos como ellos, que si en la vida hay que luchar muy duro... etc, etc.

Pienso que las peluqueras son pequeñas sabias del día a día. En su rutina de cortar, lavar, aclarar y peinar, aprenden mucho de cada persona que se sienta en sus sillones. Adquieren mucha experiencia, conocen casos diferentes, pues detrás de cada cotilleo suele haber un significado importante, algo que tener en cuenta, posiblemente aplicable para otros casos en otros contextos. Sabiduría que luego pueden aplicar para solucionar los problemas de los próximos clientes. Son como sus psicólogos particulares, la persona que llega con el pelo largo sale del establecimiento con menos pelo y menos embrollos en la cabeza. Es cierto que, bueno, yo no le cuento mis problemas diarios ni mi vida con eGeo, pero en otros temas relacionados con el instituto o amigos, me suele aclarar bastante...  y eso que yo no hablo casi nada. Siempre están ahí, constantemente, realizando el mismo trabajo, contemplando la vida pasar entre lacas fijadoras y cremas capilares. Mi padre me confesó que quería estudiar peluquería en plan bien, de llegar a ser un buen peluquero, pero mi madre no le dejó. Ciertamente, a mi también me habría gustado ser un poco de peluquero, de observador paciente, que recogiese todo el saber posible de la calle. Pero claro, siendo peluquero, todo el día encerrado en mi cubículo viendo la vida pasar tras la ventana, no sabría cómo es actuar por mí mismo, tener mis problemas, e ir a la peluquería a contárselos a la correspondiente peluquera (o peluquero, que también hay muchos hombres peluqueros). Una duda que tengo... ¿Quién pelará a las peluqueras?.

Bueh, he salido de allí tras una hora de sesión, simultaneando plática y tijeretazo, con mi flamante nuevo peinado. Bueh, soy un mentiroso, ya que estoy exactamente igual que antes, sólo que ahora me pesa menos la cabeza. Me ha quitado muchísimo volumen, me ha recortado del flequillo y de atrás... pero eso sí, no ha tocado ni un pelo de la trenza que Sarita me había hecho hace unos 20 días. Así que ahora tengo ese mechoncito tejido más largo, sobresaliendo por encima de mi hombro derecho. Pienso dejármelo mucho tiempo, ya veré cuándo me lo cortaré... si que da bien, así se quedará. Me haría muchísima ilusión que eGeo lo viese directamente, que juguetease con él, y que pasase su mano por mi pelo una vez más. Prometo que lo hará lo más pronto posible.

He salido de allí y me he parado en el escaparate de una tienda cercana a verme. No me queda nada mal, estoy incluso mono. Me veía con otros ojos ante mi reflejo. Con otros ojos totalmente distintos. La última vez que había ido, fue pocos días antes de visitar a eGeo. Allí estaba, tres meses después del nerviosismo e impaciencia irrefrenable, de mi aventura hacia Logroño, allí estaba, de nuevo con el pelo más corto, apreciando (por primera vez) mi alegre sonrisa, que dibujaba los labios que ya habían sido besados y que besarían muchas veces más. eGeo me ha hecho pasar los mejores 3 meses y pico de mi vida. ¡Y muchos más pasarán en los que se verá obligadísimo a hacerme feliz!

(De la tienda al final volví después y me compré un jersey negro y un pantalón de pitillo, el primero!. Lo escribo rápido porque es tarde y mi madre ya me manda ir a comer. El pantalón era de Lee, pero estaba muy rebajado, estoy contento. Mañana, más, y mejor.)

¡¡Un besazo enormérrimo a todos!!


martes, 13 de enero de 2009

ATENCIÓN: EGEO PRIVATIZA SU BLOG

Ya lo habéis leído en el título. Por razones personales, eGeo se ha visto obligado a privatizar su blog, así que me manda deciros que el que quiera poder acceder a él (y también saber cuáles son esas misteriosas razones personales) le envíe la petición a su correo, egeo91@gmail.com. 

eGeo está bien, hablando ahora conmigo por teléfono, simplemente la intimidad de su blog se ha visto amenazada, y no ha tenido más remedio que privatizarlo. Él seguirá escribiendo diariamente, hará todo lo posible para continuar con él.

¡¡Un besazo a todos!!

Y Arrivederchi de su parte!!!!

Revuelto de temas

Hoy no tengo nada de qué hablar, así que hablaré de todo.

Os dejo antes una joyita de uno de mis grupos favoritos de ahora.  Indie español, de la mano de Supersubmarina, interpretando Cientocero.




¡Aparezco en el 5º lugar si pongo en el Gúgl "Diario de un Gato", osea, el nombre de mi blog! Antes de las Navidades no aparecía hasta la segunda o tercera página... ¡y de repente he avanzado en el ránking! Otra cosa es que sea debido a la calidad del contenido... bastante deficiente, y salpicado, ya que el ritmo difícilmente me cuesta llevarlo... por vagancia, más que nada. Menos mal que no me puse como propósito del año actualizar diariamente... porque no lo habría conseguido.

Este año no me he puesto propósitos, para qué, si no los voy a cumplir. Las cosas que tengo que hacer, ya las sé de antemano, y me auto-obligo a realizarlas... pero no necesito inventarme cuatro cosas más que conseguir este año. Más que nada, porque en este 2009 conseguiré completar muchísimos objetivos y hacer realidad mis sueños. El año que viene, ya se verá cómo anda la cosa, para proponerse cambios o no. Por lo pronto, todo va très bien.

Mañana, a las 4, me espera mi peluquera favorita. No voy a pelarme del todo, ni mucho menos, tan sólo a retocarme un poco la inmensa mata que tengo, demasiado densa. Me retocará un poco, eso sí, le diré que procure no tocar el mechón que tengo reservado para la trenza que me hizo Sarita hace menos de un mes, que quiero que permanezca por tiempo indefinido. En el verano la tuve mucho tiempo, pero se acabó cayendo... y no hubo posibilidad de refuerzo.

Voy a pelarme para ponerme más guapo, si es que lo consigo (piropazo... o autohumillación??), ya que el 19 tenemos que hacernos la foto para la orla. Vestiditos cada uno con un traje con camisa blanca y corbata negra, todo de mentira, posaremos ante la cámara que retratará el momento de nuestro último curso de instituto para toda la vida. ¡Espero salir bien! Aunque difícilmente, esas orlas al final acaban en el trastero, o decorando paredes, dispuestas específicamente para que las visitas te "admiren" y os podráis reír juntos de los feos que eran tus compañeros (lo malo es que las otras visitas de las otras familias de las otras orlas harán lo mismo, pero criticando tu foto).

Hoy he vuelto a hablar con Lea, después de mucho tiempo, más de un mes. Le he contado los últimos acontecimientos, mi historia con eGeo y las sorpresas con mi padre. Me ha animado para aguantar en el futuro, para ser fuerte y deseando que consiga lo que me proponga. Como siempre, me ha nombrado a un amigo de su madre, un médico gay, que vive con su novio desde hace muchos años. Hoy me ha dicho que él salió del armario a los 30 años, sin poderlo hacer antes, ya que su padre era un militar homófobo que no habría permitido tener un hijo maricón. Con ello me quiere decir que tengo suerte teniendo un padre así, y que al final todo sale bien, aunque estés 30 años reprimido. Me ha gustado hablar con ella, sí señor. Hasta con Kitty noto que la relación mejora, es todo un alivio.

La tarde del sábado con Alex y Toby, mi clon malagueño con nombre de perro, fue estupenda. Estuvimos de compras, aunque yo no gasté nada, y haciendo el tonto probándonos cosas. Son personas muy buenas, interesantes y divertidas, lo paso muy bien con ellos, es sorprendente, pero a pesar de las dos veces que nos hemos visto, la relación es muy muy buena, hay mucho colegeo.

Poco más que decir. Sigo levantándome tarde y acostándome tarde. Sigo siendo lento comiendo y sigo saliendo a las 20:30 hacia las clases de inglés, justamente a la hora a la que empiezan, sabiendo que me queda más de un kilómetro hasta mi destino. Y sigo escribiendo esto con total velocidad, sin ver ni medir mis palabras, sólo escribiendo por el hecho de escribir, y porque me da placer. Es uno de los mejores placeres, algo indescriptible, el leer, y más aún el escribir lo que otros leen, y que puede llegar a gustarles.

¡Un besazo a todos!

domingo, 11 de enero de 2009

Conversaciones alrededor del tepanyaki.


Hoy mi madre se ha ido a Antequera a la casa de mi abuelo y mi hermana se ha ido a comer con su novio, con el que pasará la tarde, así que los dos hombres de la casa nos hemos quedado solos. Aprovechando la ocasión de que ellas no están, hemos decidido probar algo nuevo, y nos hemos ido a comer a un restaurante japonés.

Era restaurante en cuestión era un lugar amplio, con motivos nipones, algo de música de fondo, y muchas familias alrededor de las curiosas mesas con el tepanyaki. El tepanyaki, para el que no lo sepa, es una plancha de metal grandecita, rodeada por una barra en sus tres lados donde se disponen los comensales. El cocinero experto va, con la ayuda de dos espátulas, cocinando las carnes, pescados, verduras, arroces, y otras pastas, que sirve directamente en los platos, recién cocinados. Es todo un espectáculo, tanto de sabores como de olores, pero también de arte, al ver cómo el chef prepara los platos con maestría. Hacía tiempo que quería ir a uno... y al fin, allí estábamos.

Pedimos dos menús iguales, y empezamos a charlar, desde el principio sobre el tema que a ambos nos interesaba. Yo y eGeo, eGeo y yo, nuestro futuro, cómo lo íbamos a plantear. Me dijo muchas cosas, muy importantes. Mi padre, antes de nada, me dijo que me ayudaría en lo que pudiera, que contase con él para todo. Que quiere que esté bien, y que si lo estoy con otro chico, así será. También me reprochó, aunque comprensivo, mi falta de tacto estas Navidades. Mi pasotismo total ante la familia, la poca atención que les he prestado. Vi de nuevo qué buena persona es, que pensaba regalarme para Navidades un billete de avión nada más y nada menos con destino a Logroño, para que viese a mi chico, pero que no se atrevió a hacerlo, ya que no habría excusa posible ante mi familia. Me dijo entonces que debería hablar con mi madre... porque si quería irme a algún sitio, lo más fácil sería que, para empezar, ella lo supiese todo. Él no le ha contado nada, ni que soy gay, ni que tengo novio, ni mis planes de futuro, prefiere que lo haga yo cuando crea debido. Enumeró también muchas cosas que yo ya sabía, que ya había pensado. Que quizás era un poco rápido, que aunque le quiera mucho, no significa que eGeo sea la persona definitiva, que todo puede cambiar... me dijo que planease bien mis siguientes pasos, pues podrían marcar toda mi vida... para bien, o para mal. Opinó sobre irme a Madrid o a la ciudad X, con el mismo punto de vista: la ciudad X es más cercana, al estar en Andalucía, más barata, y encontraría menos problemas. Me dijo asimismo que con mi madre había hablado de mi independencia, y que no me veían preparado, suficientemente responsable para hacerme cargo de una casa y de una vida apartada sin el apoyo de un mayor experimentado. Añadió muchas más cosas, como que a él le costó adivinar mi homosexualidad, que lleva tres años dándole vueltas a la cabeza, es más, no sé cómo, acabamos nombrando a Adán. Sobre aquella vez, hace dos veranos en el camping, me dijo que le parecía un chico raro, y me preguntó que si era gay... ahora dice que después de eso se arrepintió, pues no lo hizo con el suficiente tacto. Es verdad, ahí la cagó, y me dio mucho miedo... pero ya está todo olvidado. 

Entre palabras y palabras, una nipona muy graciosa movía las espátulas sobre la plancha mezclando los ingredientes. De primero, nos sirvieron una sopa deliciosa, en un cuenco pequeño con una cuchara muy curiosa de cerámica blanca. Mientras la degustábamos, hacía un revuelto con arroz, algunas verduras y huevo, que posteriormente nos sirvió en otro cuenco. Ahí fue cuando intenté hacer algo que nunca había hecho. Cogí los dos palillos que había todavía guardados en su bolsita de papel, y practiqué un poco, observando a las personas de las otras mesas. Rápidamente, aprendí, y me tomé todo el arroz con los palillos, con repentina destreza. Creo que fue el hambre, que me obligó a aprender rápido... aunque podría utilizar los tenedores, como mi padre. Este arroz frito estaba riquísimo, con el huevo y las verduras producía una inmensa variedad de sabores que se expandían en la boca, siempre encontrando algo diferente en cada bocado. Después, sirvió algo de pollo con una salsa cuyo nombre no recuerdo, de nuevo maravillosa, y algo más de verduras de explosivos sabores. Por último helado de vainilla y té, el cual encontré un poco soso... pero supuse que sería lo lógico, después del festín que nos habíamos dado, para calmar el estómago.

Entonces me tocó hablar a mí. Le dije que tenía razón en muchas cosas, que debía tener cuidado con mis elecciones. Le confirmé que todo podía cambiar, pero que eso era lo que quería por el momento, cosa que había pensado a fondo y meditado para que saliese lo mejor posible. Ya que yo me iría a ir a la ciudad X de cualquier manera, no veía ningún problema en que se viniese eGeo conmigo. Le dije que finalmente yo había querido optar por esa ciudad, más que nada, por mi madre. Porque a ella no le gustaría, si se enterase de mi cambio de planes, le produciría una gran pena, inmensa, y no quiero que sufra. Reconocí mi enorme error, el distanciamiento en las pasadas fiestas, me disculpé, y prometí no volverlo a repetir. Personalmente, les trato mal, porque no soy suficientemente cariñoso con ellos, no les presto la atención que se merecen, atención que ellos sí me prestan a mí con creces. También acordé con él que debería decirles a mi hermana y a mi madre todo el tema, mi situación, para que no hubiese problemas en el momento de organizar algo. Prefiero quedarme en Andalucía porque ellos, y yo, nos sentiremos mucho mejor. Realmente, no me importa irme a Madrid, a la ciudad X o a la ciudad J, tan solo elegía el primer destino por la oferta laboral que eGeo encontraría con total seguridad. Con menos oferta, sí, pero también podría encontrarla en la otra ciudad más cercana. Mi padre también pensó en la posibilidad de que él se fuese a Madrid y yo a la otra ciudad, uno trabajando y otro estudiando, y viéndonos los fines de semana... posibilidad que descarté, ya que no pensaba pasar más tiempo separado de él. Llegado a este punto, hube de asegurarle una cosa, tranquilizarle sobre uno de sus mayores temores. Yo nunca dejaría los estudios, jamás, se anteponen a todo, incluso a mi novio, el cual ya lo sabe. Cuando deba de estudiar, estudiaré, y cuando me encuentre más despejado, disfrutaré con él mi libertad. De ello no tendría que preocuparse, sé que ante todo está mi futuro, el profesional, que a fin de cuentas es el más importante.

Pagamos la cuenta, que ascendía a poco más de 40 euros, y volvimos a casa bien, despejados, y con el estómago lleno. Toda la conversación había sido tranquila, suave, amistosa y delicada. Da gusto hablar así con mi padre, le digo exactamente qué es lo que pienso, y si no, no hace falta, ya que él me entiende muy bien. Sí, reconozco que es un alivio y una suerte tener a un padre así... en fin, todo lo malo que me han podido dar mis experiencias anteriores, pues podría tenerlo recompensado en tener una familia tan comprensiva y buena. Estoy feliz, en la misma situación que antes, pero al menos ya se empiezan a aclarar muchas cosas. El futuro aún es incierto, lo que si sé, es que tanto eGeo como yo, y ahora mi padre, haremos lo posible por que salga bien.

¡¡Un besazo a todos!!

sábado, 10 de enero de 2009

Con mi trajeteo.




Señoras y señores... ¡estamos en Rebajas, al fin! Los precios caen... aunque como ha caído también el grosor de nuestra cartera, poco compensa. Es el momento ideal para comprar lo que siempre quisiste... mucha ropa barata, o poca ropa de marca, al precio que tendría algo normal de Springfield o Pull and Bear en cualquier otra época del año. Y a mí, que estoy cogiéndole el gusto a esto de ir de shoppings (que no de comprar cosas, me duele gastar dinero)... ¡ya me ha llegado el momento de salir a aprovechar los bajos precios!.

Ayer por la temprana tarde salí con mi madre en dirección al Corte Inglés más cercano. Es paradójico, pero es de Mijas, y está más en Fuengirola que allá... buena idea para ellos, ya que nosotros somos sus consumidores principales. El caso es que allí nos plantamos, y empezamos a ver ropa. Más que nada, algo primordial que llevaba tiempo queriendo, y este era el momento perfecto para conseguirlo. Un traje. Nunca me he probado uno, ni sabría cómo me quedaría, tampoco lo necesito urgentemente... ¿pero qué mejor momento que comprarse uno, que usaré mucho tiempo, en las rebajas?. Primero en la planta baja, donde estaban las marcas... pero volé corriendo al tercer piso al ver los precios. En la zona joven, con marcas más normalitas, me miré alguno que otro, pero tan solo me probé una chaqueta. Ya decidí el modelo que querría, de dos botones y tres bolsillos, con el cuello abierto, y en tono liso oscuro, quizás negro, quizás azul marino. El dependiente era gay, como la mayoría, pero no muy mono, desgraciadamente. Seguí mirando alguna otra ropa, me fui ya a las marcas, y apunto estuve de comprarme un jersey muy bonito de Levis por 40 euros, rebajado al 50%. No pude, no sé por qué, sabiendo que estaba biende precio y tal, pero no pude comprármelo. Es raro, tengo miedo de comprarme cosas de marca, como si me traicionase a mí mismo, gastándome demasiado dinero. Finalmente, sí me compré algo de marca, una camiseta por 20 euros de Desigual, casa que me encanta, por tener unos diseños muy innovadores y originales. No encontré nada más de mi gusto, así que volví a casa.

En el camino me llamó Sarita, y al colgarle, Martin. La primera me decía que me pasase por la tetería, el segundo, por la plaza. Así que estuve una media hora con Sarita y Sally tomándome un batido en la tetería, contándole cositas, algunas de mi blog, a las que me gustaría enseñárselos. Ya lo haré algún día, puede que pronto, porque no veo ningún problema. Antes, me gustaría decirle a Sally lo que había empezado a sentir por ella, que me hizo dudar de todo. Después del batido, con ellas me dirigí a la plaza, y allí estuvimos con los demás. Fuimos a cenar juntos al Burguer King, y las chicas se fueron. Estuve con los otros hasta casi la 1, cuando me volví a casa muerto de cansancio.

Esta mañana mis padres me despertaron a las 9. Iban a ir al Decathlón de Málaga, a comprarle una chaqueta de nieve a mi hermana, ya que tiene una excursión a Sierra Nevada próximamente. Estaba tan cansado, que les dije que no iría, que si eso me recogiesen a las 12 y media para ir al centro comercial y apropiarme definitivamente del traje. A las 12 y diez me llamaron, diciendo que salían para acá, por lo que pitando desayuné, me vestí, me lavé e hice la cama, justo al terminar lvolvieron a llamar diciendo que estaban debajo de casa esperándome. Me llamó también en ese momento Alex, que según decía, había quedado con mi clon Toby, en la estación de trenes de aquí, pues vendría. En unos cinco minutos saldré y me reuniré con ellos. Pero antes os diré que me probé varios trajes en el Corte Inglés, y al final me decidí por el que más me gustaba y mejor me quedaba, un Easy Wear normalito, de color negro pero sin brillo tirando a gris, talla 46, que me quedaba como anillo al dedo. Curiosamente, la talla 44 me quedaba muy grande... cosas que nunca entenderé de la moda.

¡Al fin, ya tengo traje! Lo utilizaré en ocasiones especiales, como en la graduación de fin de curso, o en la noche de gala que habrá en el crucero que haré por las islas griegas en Marzo. Según eGeo, que lo ha visto ya, me sienta fenomenal... ¡pues tengo pensado el mismo utilizaré, aunque me quede ya viejo, el día en el que le dé el Sí, quiero, o le pida la mano! Si todo va bien, seguro que lo haré.

¡Un besazo a todos!




jueves, 8 de enero de 2009

Es una lata el estudiar...

Aquí tenéis el videoclip, original como pocos, de una de las canciones más famosas, y de mis preferidas, de los geniales chicos de Vetusta Morla.



Ya hemos vuelto a la rutina... queramos o no, aquí están las clases. Lo curioso... y macabro, es que nosotros las empezamos el día 7, osea, ayer, a diferencia de muchos otros institutos de la región que lo hacen hoy 8 de enero. Por lo que nos dijo el de Filosofía, se podía haber elegido como día de fiesta entre ayer y el 21 de diciembre... y escogieron el último, siguiendo no sé bien qué finalidad, ya que ese día, irremediablemente, no íbamos a ir a clase, pues ya habían terminado (extraoficialmente). Menos mal que no soy de los que piensan que todo el mundo está en mi contra y que nos quieren dar lo peor...

Hablando de Filosofía, anoche dormí cuatro horas "gracias" a ella. A las 3 de la madrugada terminé de hacer un trabajo sobre San Agustín y Santo Tomás de Aquino, dos temas del libro. Había que hacerlo a mano... pero yo pensaba que eso sería demasiado para mí, así que ideé una pequeña artimaña para aligerarme algo de trabajo. Ataqué al duro profesor en su punto débil, le puse carita de niño bueno, y le dije que había hecho ya el primer tema en el ordenador, que si tenía que pasar de nuevo todas las hojas a bolígrafo... al principio dudó, pero finalmente aceptó, le entregaría el que ya tenía hecho (mentira podrida, lo haría por la tarde) y el otro lo haría a mano. A las cuatro me puse con el de ordenador... y mi puño dejó extasiado el bolígrafo a las 3 de la mañana. Casi 4 horas para cada trabajo... espero que haya merecido la pena y sea del agrado del señor.

Poco más que contar, que volvemos a la rutina. Vuelvo a encontrarme con los de siempre, con Kitty, con Marcos, con Ariadna, con Lola y Julián. Hoy he estado hablando largo y tendido con Kitty, sobre lo que ha pasado estos días con su novio. Por lo visto, cuando cortaron repentinamente, él se lió con otra... se dió cuenta de que quería a Kitty, y volvió arrepentido a pedirle salir. Esto a mí me huele a chamusquina... pero bueh.

eGeo no se ha conectado en todo el día... supongo que no estará en casa, o quizás no tiene internet, que es probable. ¡Esperemos que no sea eso! Ya esta noche hablaré con él... lo echo de menos. Te quiero mucho mi amor, mi día de ayer fue eterno sin nuestra llamada habitual. ¡Te quiero tanto!

Ya me he de ir a las clases de inglés. He estado toda la tarde aquí haciendo el tonto, viendo mis fotos y hablando con Milú, que ya hacía tiempo que no hablábamos, estábamos algo distanciados... bueno, yo lo estaba, pues apenas paraba en casa en estas Navidades. Prometo próximamente posts de mayor calidad... os los merecéis.

¡¡Un besazo a todos!!

martes, 6 de enero de 2009

Día de Reyes



Respecto al blog, mal empezamos el año, desapareciendo cuatro días sin justificación ni aviso alguno. Aparte de ello, todo bien, perfecto... bueh, todo lo perfecto que podría estar.

He pasado este breve lapsus de tiempo en mi otra casa, en Torre del Mar. Adoro estar allí. Sí, es sólo una urbanización algo más apartada, siguen habiendo coches y tal... ¡pero es tan distinto a la ciudad! (y eso que vivo en una ciudad pequeñita... o en un pueblo grande). Te despiertas en un remanso de paz delicioso, no oyes más que los pájaros por tu ventana, o al vecino poniendo Luis Miguel, Tamara o Roberto Carlos, bajas a desayunar ya vestido (odio estar en pijama), te tuestas unas rebanadas de pan cateto en la chimenea, miras las llamas, te sientas en los sillones, juegas si eso al billar o tocas algún instrumento (teclado eléctrico, guitarra o acordeón) en el sótano, te vicias a la nintendo DS, o a la PS2, te subes a la azotea te quedas horas mirando a la calle y al mar a lo lejos. Hace un tiempo perfecto, un poco de frío, pero se agradece, ya que de otra forma no podrías disfrutar la chimenea. También puedes darte un paseo por el pueblo pequeño, ver a los chicos montar en caballo o comiendo pipas en los bancos, o a los viejos apiñados en los bares, en el típico "Bar Tolo", viendo el fútbol quizás o echando unas partidas de dominó.

Ayer por la tarde salí con mis padres por el pueblo a ver la cabalgata. Mi hermana se quedó en la casita con su novio y sus amigos, que habían venido esa mañana a visitarla en el coche de él. Ésta vez, gracias a Dios, no me sentí tan mal como la anterior, tan solo y desamparado, tan desdichado. Así que animado me dirigí a ver el ambiente festivo con mis padres. Poco ambiente hubo. La cabalgata era chiquitísima... pero suficiente para el pequeño pueblo (no es Torre del Mar en realidad, sino otro pueblecito aledaño). La inmensa procesión de reyes y pajes se componía tan solo de dos tipos con barba y un tercero con la cara pintada de negro, cada uno subido en su caballo blanquecino moteado, repartiendo caramelos y caramelos a mansalva. Y los que los cogían, no eran más que los 20 o 30 niños del pueblo, poco más. Gritos, mujeres en bata, señores mayores con zapatillas de estar en casa y cayado, chicos de mi edad con el atuendo típico: pantalón de chándal y sudadera patrocinadora de empresas de construcción y remodelación.  En realidad, en ocasiones pienso que esos chicos no tienen sentido de la estética... Y la verdad, es que sí lo tienen, pero el suyo propio. A veces me pongo a criticar por aquí y por allá las personas de los pueblos... pero es que son así. No son inferiores ni nada, sólo son "de pueblo", sin que ello sea un término peyorativo.

En fin, tras este monólogo a vuelapluma... aunque a eGeo no le gusta que diga ello, ya que según él  parece de friki de Harry Potter... así que usaré "Monólogo Interior" ® (El signito ese es porque es Marca Registrada, ya que él lo "patentó" :P)... decía, después de este intermedio, que lo importante en estos días ocurrió hoy, esta mañanita. Todos los niños de España, aquellos que se habían comido conmigo las uvas, estaban abriendo sus regalos con ansia, y sus padres estaban arrascándose el bolsillo con dolor. A mí, la verdad, siempre me ha gustado regalar cosas... detalles, libros, cualquier tontería, siempre solía acertar. Me lo pasaba pipa levantándome la mañana de Reyes muy temprano, sacar los regalos envueltos, ir en cuclillas al salón y ponerlos allí entre los otros, que "misteriosamente" habían aparecido durante la noche, aquellos que observaba intentando adivinar su contenido, para después volver a la cama y seguir durmiendo. Sobre las 8, mis padres se despertaban y nos despertaban a nosotros. Con el pijama y sin zapatillas, corriendo íbamos al salón. Recuerdo un año en el que recibí uno de mis mejores regalos. No era más que dos muñecos, pero eran mis muñecos, que estaban de pie en la cornisa de la chimenea. Dos maravillosos "Power Rangers", uno rojo y otro azul, que se le movían hasta el dedo gordo de las manos. Maravillosos, seguirán andando por la casa, algún día los rescataré, y se los enseñaré a eGeo. Eran mis ídolos... por cierto... ¿sabéis que dicen que el Power Ranger rojo es ahora actor porno... gay? Pues sí, y es el de la foto de arriba, por si no adivinábais a cuento de qué venía. No sé si será actor por no o no... pero vaya, está que trina. 

El caso es que estas Navidades han sido diferentes, mucho, como ya dije hace unos posts. Y los Reyes, por extensión, también. Este año no le he comprado NADA a mis padres... nada de nada, he pasado totalmente... No es que no quisiera... sino que me encontraba desganado, sin ilusión, sin ideas, no estaba inspirado para hacer regalos. Estas Navidades no han sido Navidades... y sinceramente, se les echa de menos. Yo tampoco esperaba ningún regalo, les dije que no necesitaba nada, que ni lo quería... aunque estaba claro que algo me caería. Pues sí, cuatro cositas me han caído, de las cuales no me quejo ninguna. Dos discos de música, de mis cantantes preferidos: Vetusta Morla, y "C'etait Ici", de Yann Tiersen (sabían que me gustan porque miles de veces les he dicho que quiero sus discos... estaba a huevo, aunque no lo hacía pretendiendo que me lo regalasen), también una palestina azul (que por ello, según dice mi mediocuchillo, deja de ser palestina por ser azul) y un bolsito para meter el móvil (acostumbrado a los paréntesis, diré que mi móvil es demasiado gordo para el bolsito... pero bueno, es muy mono, ¡y de la marca Aha, igual que un grupo de música de los 80!). No me puedo quejar, claro que no, tengo dos discos maravillosos, y algo que abrigase mi cuello, al fín el pañuelo que nunca me decidí a comprar.

Como dije, yo no les regalé nada... bueh, sí, "apadriné" algunas cosas para mi hermana, las compró mi madre y yo las pagué... pero no busqué nada yo, cosa de la que me arrepiento, ya que es lo más importante. El dinero es lo de menos... lo importante es preocuparse por la satisfacción de los demás, buscarle algo que tú crees por tu criterio que le va a gustar, lo que implica cuánto conoces al otro. Y este año, no lo he hecho... no he tenido detalle alguno. Me siento mal. Siento que les he fallado, que yo he "matado" a la Navidad y a su significado con mis sentimientos negativos. No puedo evitarlo. Haré lo posible por que la distancia me afecte lo más mínimo con mi gente de aquí. Ahora que lo pienso, y después de que haya pasado lo veo más claro... sólo me encuentro realmente cómodo con Sally, Sarita, Lara y todo su grupo... con los demás, con mi clase... incluso a veces con mi familia, no estoy a gusto. Espero que sea solo una mala racha... al menos con mi familia, seguro que lo es, pues les quiero muchísimo. Son algo importante para mí, por supuesto, lo que más, ya que me han influenciado (positivamente) para ser como soy. Mis amigos... bueh, ese es otro tema que ya podré definir un poco más mañana, cuando se dé el reencuentro en las clases...

... se acabaron las Navidades... una de las Navidades más sosas... más me vale que las Navidades siguientes sean felices junto a mi eGeo...

¡¡Un besazo a todos!!