martes, 1 de julio de 2008

A la antigua 1

Hola amigos!

Estoy escribiendo desde la vieja Olivetti que he encontrado en el abandonado despacho de mi abuelo. Antes, he estado una hora reparándola, porque estaba hecha un desastre, oxidada, con polvo, sin tinta, y con algunas piezas rotas; pero ahora ya está como nueva, limpita y todo. Estoy sentado en el escritorio, frente el enorme ventanal desde el que puedo divisar toda la sierra y el campo, en la 2ª planta de la torre que mi abuelo construyó para mi abuela en mitad de la casa.

A decir verdad, toda la casa la construyó él solo con sus manos y su propio material, que iba recogiendo de las canteras o chatarrerías, donde más barato los encontrase. La pedazo de casa que tienen ahora empezó siendo sólo un pozo con una casetilla de contadores en medio de la nada, al lado de la cual construyó una enorme piscina donde los hijos jugasen; y poco a poco fue agrandando la caseta, agregándole más y más habitaciones, construyó una gran nave para la maquinaria, y un inmenso patio asfaltado de casi mil metros cuadrados, rodeándolo todo de multitud de palmeras, otras plantas tropicales y un espeso seto que delimitaría el terreno de vivienda.

Lo adornó con todas las antiguedades y objetos curiosos que había encontrado y que coleccionaba, utilizándolo para muchas cosas, como por ejemplo la muela de un molino incrustada en una pared, un rulo del mismo molino semienterrada en el suelo y utilizada como mesa, unas traviesas de las vías del tren sirviendo de bancos para sentarse, o las viejas ruedas de una carreta en un rincón entre palmeras. También hay muchas rocas curiosas de unas cuevas cercanas, y maquinaria antigua de arar de sus antepasados, al igual que varias yuntas de bueyes. Si ya entramos en la casa, encontramos cuadros antiguos, fotos de la familia con más de 50 años, platos decorativos, viejos bustos de piedra (que no sé si son verdaderos, pero parecen totalmente de la Antigua Grecia), trillos como puertas para una pequeña bodeguita donde guardaba el vino (y a mala leche, si sabe alguien cómo de afilados son los trillos...).
Y en un rincón, algo que sorprende a mucha gente... la imagen de la Virgen, de muchas décadas de antiguedad, labrada en madera ya carcomida por las carcoma (lógicamente :P), recogiendo a un cristo en sus brazos. Es a escala natural, bastante grande, procedente de una vieja iglesia de un pueblo cercano, y aunque está algo destrozada, siempre tiene alrededor un aurea misteriosa que te deja impresionado.

Hace unos años preparó una parte del terreno de labranza, una pequeña fracción, para poner una pista de aterrizaje para pequeños aviones de aeromodelismo, la cual alquila a algunos clubes. Y, por último, decidió agrandar algo más la casa, que ya constaba de tres dormitorios, dos salones, pequeño despacho, amplia cocina, cuartos de baño y un gran sótano donde estaba la boca del pozo. Construyó una torre de dos plantas, en la primera puso su nuevo despacho con un ventanal, frente al que estoy escribiendo; y en la seguna una amplia habitación, sin nada en ella, solo decorada maestral e ingeniosamente con muchas más curiosidades y detalles que había conseguido. Y, todo ello, desde la escalera de caracol hasta el tejado, construido por su propia mano.

Esta planta final debería tener una bonita barandilla de piedra en el exterior, pero a la muerte de mi abuela hace 3 años, mi abuelo perdió la ilusión por el proyecto, quedando a medio terminar. Y, según dice, y a mi me gustaría, algún día podría acabarlo yo mismo, una vez realizados mis estudios de arquitectura y con algo de dinero, porque resultaría caro. Sinceramente, pienso que a una edificación como esa se le podría sacar mucho partido como hotel rural o como bonito y curioso restaurante, pues tiene todo el terreno un encanto especial que a muchos gusta, al ser como un pequeño oasis verde en medio de la seca Axarquía rodeada de secos olivos.
Pero, claro, como he dicho, hace falta dinero, ganas, y voluntad de sacrificio (por sacar adelante una herencia que nos recuerde a nuestros antepasados y a los veranos azules pasados allí con toda la familia), cosas que precisamente faltan en los hijos de mi abuela, porque incluso a mi madre no se le ve muy emprendedora. Y lo entiendo... pero espero que en la tercera generación la cosa cambie, porque es una verdadera pena...

Me estoy dejando los dedos escribiendo en estas teclas que no paran de trabarse, y siento como si todos los años escribiendo correctamente con todos los deditos se hayan evaporado en el lejano recuerdo, porque ahora solo uso los índices y poco más. El sonido de las dolorosas teclas se escucha en toda la casa, por lo que es probable que en algún momento suba mi madre o alguna de las amigas de mi hermana para ver lo que estoy haciendo, pero intentaré que no lo hagan, y que ni mucho menos lo lean.

Creeréis que estoy loco, escribiendo con una sucia máquina de escribir estas palabras que luego pasaré a Internet, pero es que no quería pasar tres días sin tener nada que enseñaros, aunque quizás tarde más en descifrar estos "manuscritos" y copiarlo al ordenador que escribirlos desde cero cuando llegue. Otra razón de por qué lo hago es porque aquí me aburro mucho, a peser de tener la piscina esperándome para darme un chapuzón, y carios libros que leer, entre ellos "Un mundo sin fin", que empecé hace tiempo, dejé y he vuelto a retomar, ésta vez con más ganas. Y es que aquí, al no tener nada que hacer, leo una barbaridad, ya llevo más de 100 páginas en dos días, y quien sepa cómo es el libro, sabrá que no es precisamente poco. Volviendo al tema, escribo ésto así porque me sentía con ganas, no quería abandonar por tres días el hábito que ésto se ha formado para mi, aunque es cierto que últimamente estoy muy mal organizado...

Los dedos me van a sangrar, la tinta cada vez es más imperceptible, y estoy acabando el único papel que he encontrado, una amarillenta hoja de agenda del año 1990, es decir, con un año más que yo.

Me despido en el borde inferior del papel, esperando que finalmente pueda pasar a la red estas palabras tan torpemente escritas en una calurosa habitación con vistas al mundo rural y de antaño, el mundo de siempre, pero tan desconocido.

Un besazoooo!!