sábado, 28 de febrero de 2009

Ojalá que no pueda tocarte ni en canciones...

Me encanta.

Vedlo. Es obligatorio.





Y ahora, me voy. A casa de Chris, a ver La vie en rose, sobre la biografía de Edith Piaf, con Alicia y toda la trupe. Lo pasaré bien, sin duda.

¡Un besazo a todos!


PD: Esta canción no va para nadie, ni para mi novio ni nada. No ocurre nada. Simplemente es, cómo no, amor al arte.

viernes, 27 de febrero de 2009

La ciudad del mazapán, las espadas, el Greco... y las calles empinadas. (2º Parte)

Toledo me encantó. El tercer día, el lunes, pude saborearlo casi completamente, hasta llegar al éxtasis. Vi que era una ciudad grande, mucho, en sus exteriores, pero que en la pequeña península que se creaba en el lado más cerrado del río, al traspasar la imponente Puerta de Bisagra, todo cambiaba. Se convertía en un pequeño gran pueblo, bullicioso pero tranquilo, de calles empedradas y casas antiguas, locales centenarios y esculturas magníficas por doquier, una ciudad antigua que había contemplado el paso del tiempo sin apenas reforma. La modernización estaba allá fuera, al ver los fríos y altos edificios rojizos de los barrios aledaños, entre avenidas enormes abarrotadas de coches.
Ese día descubrí Toledo más a fondo. Me interné con mi cámara, siguiendo mi propio camino, alejándome de mis padres, observando, obs
ervándolo todo. Adoro observar. Sentarme en cualquier banco y ver a las personas que pasan. Descubrir que cada uno tiene su vida particular, que forman un entramado interno realmente complejo, pues cada una de las acciones de los demás han permitido que yo pudiera estar ahí contemplando paciente. La visita matutina cesó en el almuerzo: mi hermana y mi madre estaban cansadas. Pero mi padre y yo no, así que, aprovechando el lindo día que se nos ofrecía, nos propusimos ir hasta la ermita al otro lado del río, frente la ciudad, en la montaña por la que pasaba la carretera. Tardamos unas dos horas en llegar, bordeando primero el lado interno y después el externo del Tajo. Descendí en un punto hasta la orilla, a contemplar una vieja casa en parte derruida, en la que se veía el agua correr a través de un desprendimiento en el suelo. Me encantan esos lugares antiguos, abandonados, olvidados, me gusta imaginar cuál fue su pasado, qué personas vivieron en ella, qué situaciones se dieron, cómo era y qué pensaron de la preciosa y nueva casa cuando era recién construida.



El paseo fue delicioso, hablando con mi padre de cualquier cosa, el tema de mi futuro no se tocó. A la vuelta seguimos caminando, esta vez por los parques en la rivera del río, floridos, con el delicado olor a verde naturaleza, patos y ocas en el agua buscando el pan que niños y jóvenes le repartían... Era el último día, y el que mejor me sentaba. Pero todo cambió al desaparecer la luz, el río, la hierba, los árboles, las ocas y las risas de los niños. Todos se fueron a comer a sus habitaciones unos bocadillos, yo me negué, me pareció patético sentarme en la cama de un hotel y zamparme el pan viendo cualquier programa en la tele. De manera que me fui solo a hablar con mi novio a la calle, mientras saboreaba mi bocata de tortilla española, que me sentó como nunca, al igual que hablar con él, mejoró mi cada vez más decayente estado de ánimo. 

Pero al día siguiente volvía a caer. Me costó más que nunca levantarme y responder la llamada de mi madre, hube de quedarme 15 minutos más acostado, no podía recostarme. No quería. Quería quedarme allí. Con mis personas desconocidas, con mis pensamientos, con mis fotografías. El viaje fue triste, la verdad. Miraba con lástima cómo se alejaba la ciudad, cómo el Alcázar se escondía de nuevo, desaparecía con más rapidez que con la que apareció. 


Fueron unos días buenos, la verdad, rodeado de la familia, pero distante con ella. No sé por qué, no sabría decirlo. Quería estar con ellos, claro, pero también estaba cansado de su compañía, de eterno "estoy cansada, me aburro" de mi hermana, o el "¿pero de verdad quieres entrar ahí?" de mi madre. Mi padre es el que mejor se portó, por supuesto, y más después de la larga charla sobre eGeo, yo, y todo lo que nos rodea. Las vacaciones familiares ya no lo son tanto. Y pido perdón, en parte es por mi culpa. Pero es que no me sale, no, no me sale, yo también necesito estar bien con alguien, con una sola persona. Cuando pueda cenar con mi novio y con mi familia en Navidades, entonces sí, estaré en familia.


¡Un besazo a todos!

jueves, 26 de febrero de 2009

Agradecimientos, bienvenida, y alguna que otra cosa más.



Antes de nada, lo que debía haber hecho ya hace unos días, pero me ha sido totalmente imposible, ya que no he estado aquí. Sí, bien, llegué el martes por la tarde, pero no tenía ganas de escribir. No me ha sentado bien volver de Toledo y regresar a la rutina.

Gracias.

Gracias a todos, de veras, por todo. Gracias por el premio concedido por eGeo, gracias a todos. No me lo esperaba, sinceramente, no me veía capaz de ganarlo... pero así es. No quiero que penséis que ha habido tongo al ser el novio del que organizó el concurso... no, porque vosotros sois los que votásteis por mí. Me disteis un punto, o dos, o incluso tres, por que me veíais mereceder de este premio. Y ello me halaga hasta el máximo, me hace sentir muy muy bien. Gracias. Gracias también por todos los comentarios del aniversario del blog, gracias. Aunque os la debería dar a vosotros, porque si no hubiese gente leyendo y juzgándome diariamente, no habría llegado hasta aquí, mi blog no habría cumplido un año, ni habría ganado ningún premio, ni estaría animado para seguir escribiendo mucho tiempo más. Gracias, por siempre.

También quiero aprovechar y dar la bienvenida a alguien muy especial. Tan sólo una persona de mi círculo de amigos había leído mi blog, Sofía/Laura/Sophia Loren, que también abrió uno que duró muy poco, y no me dió ningún problema que ella supiese de su existencia. Ahora, a una persona más le he demostrado mi pequeño gran mundo cibernético. El otro día le di la dirección a Alicia, una persona excepcional, que sé que no me defraudará. Desde hace algo de tiempo ya sabía que escribía un blog, pero no me había preguntado por él, segurísimo que estaba deseando hacerlo. Espero, Alicia querida, que te guste el nombre que te he asignado, y que leas a gusto mi blog, mi vida y mis pensamientos. Ya viste desde aquel 15 de Agost de qué manera entraste en la historia de este Gato :P. ¡Pues eso, bienvenida seas, Alicia!

¿Qué más?

Ah, sí. Algunas cositas más. Como que Paco me ha propuesto crear un blog. ¿Un blooog? ¿Yooo? ¿Pero cómo me voy a hacer yo un blog? ¡Si yo no sé nada de esas cosas, además, escribiré como el culo! Por lo visto me ha quedado muy convincente, porque ahora él me está enseñando a hacer uno con él. Hablaremos de cualquier cosa, lo importante es postear diariamente alguno de los dos, y si eso ya se lo daremos a más gente. Será un espacio de reflexiones, rayaduras y tal. Lamento decir que no podré pasároslo, aún no, sería muy cantoso. No tenemos más de 10 visitas, y todas ellas son o suyas o mías. Le espero un gran futuro. Mientras tanto, seguiré haciendo como el que no sabe de nada y prueba algo nuevo, teniendo ya un año y poco más de escritura casi diaria :P

Por último, decir que hoy tenía planeado ir al Centro de Arte Contemporáneo de Málaga con el medicuchillo, para conocernos, además de con Alicia, que se había apuntado. Pero el proyecto se ha visto truncado al levantarme esta mañana con dolor de garganta y cabeza. Anoche ya estaba un poco pachucho, y hoy ya se ha hecho más patente, tengo un inicio de amigdalitis. ¡Otra vez! Espero que de nuevo sea falsa alarma, ya que no lo soporto. Noto el cuello hinchado, algo de pus en las anginas. ¡Y no quiero, no, no y no!. Pero bueno, mientras antes mejor, ya sé que cada año toca una semana en cama (mínimo) por culpa de estas amiguitas que tengo aquí. La quedada con el medicuchillo será postergada para otro momento, prometido.

Y ya está. Que sigo algo malo. Espero recuperarme. Quizás sea el cansancio. Quizás sea la falta de cierta persona. Quizás necesite aspirar tu aroma otra vez. Quizás me ha quedado un sabor de boca demasiado amargo tras unas vacaciones en Toledo notorias por tu ausencia. Esa ausencia que siempre está, pero que se hizo más manifiesta que nunca.

¡Un besazo a todos!

PD: Me hizo gracia la camisetilla xD

miércoles, 25 de febrero de 2009

La ciudad del mazapán, las espadas, el Greco... y las calles empinadas.

El viernes por la noche salí muy poco: tenía que descansar mucho para encomendarme hacia el gran viaje en coche hasta la ciudad de nuestros des
tinos. A las 8 de la mañana estaba en pie, y unas 6 horas después (con una parada para comer), llegaba allí, a Toledo, el lugar en el que debíamos pasar nuestras pequeñas vacaciones.



Nada más llegar, nos congeló el aire. Hacía sol y poco viento, pero la temperatura media de allí dista mucho de la de aquí. En los tres dias soleados, estuve en todo momento con tres camisetas y un jersey, por la noche con chaquetón incluído, y es que yo soy muy friolero, hasta en la zona más calurosa de España. Pero en general, el tiempo fue bueno, mucho, el cielo se mantuvo coloreado de nubes preciosas. Al igual que el hotel, una vieja casona cerca del río Tajo, de pocas habitaciones, pero muy acojedor. Mi hermana y yo compartiríamos una habitación, y mis padres otra.

Tras llegar el sábado, sobre las 4, y dejar las cosas en el hotel, nos dispusimos a hacer turismo puro y duro, con cámara al cuello, como ha de ser. Estuvimos visitando el centro antiguo, la catedral, la zona del Alcázar, los parques, el Entiero del Señor de Orgaz (y no Conde, como muchos dicen, como bien decía un guía a su grupo... pero en japonés), etcétera. He fotos, y fotos, muchas fotos, como la que podéis ver allá arriba. Hasta que la noche cayó sobre nuestras cabezas, y en la plaza central, llamada Zocodover, cenamos. A las 11 de la noche ya estábamos metidos en la camita, reventados, preparados para conciliar el sueño y comenzar un día nuevo, igual de agotador que el anterior.

El domingo por la mañana a las 8 de nuevo sonaba mi móvil, ya que el servicio de despertador (realizado por mi madre) cumplía su cometido. Ese día estuvimos en Aranjuez, viendo el Palacio Real, sus jardines, sus fuentes, aprendiendo su historia, admirando sus cuadros, haciendo fotos y fotos... claro está, fuera del museo. Eso no me gusta nada... que te prohíban hacer fotografías, incluso sin flash. ¡Cómo me gustaría tener un permiso especial, para fotografiar tantas cosas bonitas que no puedo retratar, dentro de los museos! Aunque... bien, seré sincero. Alguna que otra vez mi dedo se deslizó por el botón de disparo, estando casualmente la cámara encendida, y el obturador se abrió y se cerró a una alta velocidad, capturando así el motivo a retratar. Pero pocas fotos buenas hice ese día, tan solo en el parque. Después de pasear y pasear, hablar un poco con mi chico, volver a pasear, nos fuimos a comer. Muchos niños se nos acercaban con folletos de diferentes lugares, muy atrayentes (los restaurantes, no los niños, aunque bueno, había uno que...), pero muy lejanos. Fuimos entonces a parar al lugar más cercano, un Gambrinus. Chicos y chicas aranju... de Aranjuez, nunca vayáis al Gambrinus que está cerca del Palacio Real. Es una caca de vaca. Nos tuvieron hasta las 4, sí, desde la 1 de la tarde hasta las 4, para que nos pusieran la comida. Eso sí, el crèpe con pollo y salsa rosa estaba riquísimo... pero para que llegase, tuvimos que esperar mucho, mucho tiempo, además de la "empanaera" de la camarera. Que si nos pone una cerveza con alcohol en vez de una sin, que si no me trae cubiertos a mí, que si se le caen los platos y tiene que volver a cocinarlo todo... hasta mi madre tuvo que ir a la barra del local, a preguntar por nuestros crèpes... y allí estaban, fríos, que se le habían olvidado a la señorita. Al menos, para sacar algo bueno del almuerzo, se le olvidó cobrarnos las bebidas... algo es algo.



Volvimos derrotadísimos, más que el día anterior. Tanto que apenas salimos a dar una vueltecita al anochecer, casi nada. Las chicas no quisieron cenar, se fueron a sus habitaciones, pero nosotros, los hambrientos, nos fuimos a comer por ahí. El local tampoco era nada bueno, nos pusieron unos calamares que daban pena, pero también se aprovechó el momento. Hablé mucho con mi padre de todo el tema. Él lo sacó, se le veía con ganas de entablar ese tipo de conversación. Hablando de eGeo, de su madre, de mí y de la mía, de nuestra relación, de qué bonito era el amor, de su vida pasada. Me contó que él había hecho exactamente esto que yo planeo hacer. Él se fue de casa a los 18 años de imprevisto, a estudiar ingeniería a Sevilla con su novia de entonces. Allá, pasó de todo, de la novia, de los estudios, de sí mismo, perdió el tiempo. No tenía apenas dinero, por lo que pasado un tiempo tuvo que volver a casa, cual hijo pródigo. Me dice por todas sus experiencias que si es lo que de verdad quiero, que lo haga. Que, aunque salga mal, nunca me arrepentiré, como él no se arrepiente de haberse equivocado. Él me va a apoyar, me va a animar, pero nunca me va a decir lo que debo hacer. Por dos cosas, sospecho, que se enfrentan: que él no quiere que se repita la historia y que lo pase mal, como buen padre que advierte, y que él quiere que yo sea feliz, haciendo lo que quiero, tomando mis decisiones. Por ello, no quiere meterse en el tema mucho. Y a mí, me parece bien. Creo hacer lo correcto. En fin, el tiempo dirá. (De este tema se habló mucho más, sobre lo que me explayaré más adelante).

Los dos primeros días en Toledo... maravillosos. ¡No me podía quejar!

Quiero decir, que no me podía quejar, ya que nada me faltaba... a parte de lo que me falta siempre.

Tú.

¡¡Un besazo a todos!!


(Tranquilos, continuará)


sábado, 21 de febrero de 2009

Mi primer año de vida


Así es, señores y señoras, el Gato acaba de cumplir un año en su vida cibernética. Hace exactamente 366 días (y es que el 2008 fue bisiesto), por la noche, me decidía finalmente a abrir este blog. Llevaba laSemana Santa ya tanteando el terreno, observando a ciertos blogs, como el de Tiz, el de Joac o el de eGeo, admirándolos, y soñando con hacerme un huequito entre ellos.

¡Qué grandes me parecían! ¡Lejísimos estaba yo de parecerme a ellos, imposible sería conocerlos! ¡Qué encomiable su labor, qué maravillosos escritos, qué vidas tan interesantes! ¡Qué manera de plasmarlo todo, qué forma de hacernos sentir de manera tan perfecta aquello que ellos sentían! ¡Qué envidia tenía, pues poseían el don de la palabra, y una cierta reputación en la red, decenas de personas les leían y les comentaban, expresaban sus opiniones, les ayudaban en los problemas!

¡Y qué maravillado estoy yo ahora, al ver que, después de un año, he conseguido estar igual que ellos! He podido conocerles, chatear con ellos, compartir ideas, sentirme uno igual. No les he bajado de su pedestal, simplemente yo he subido un poquito más. Porque eso, sin duda es lo que me ha dado este blog. Este blog y vosotros. La capacidad de crecer.

He aprendido muchísimo a lo largo de este año, soy mejor, un poquito más perfecto, cada vez más cerca de mis grandes elogiados. Antes del verano, lo único que pensaba cada día era venirme al ordenador y contar al mundo cómo me sentía desde esa mañana. Sabía que alguien habría que leyese mis palabras, que sintiese mis sentimientos, y que podría aconsejarme. Y mucho, así es, me han ayudado. Han pasado cosas interesantes en este año, dos de ellas fundamentales, que han marcado mi vida. La primera, que en realidad ya se venía arrastrando desde años atrás, pero que llegó a su colofón, y es la especie de relación odio-amistad con Adán, el chico al que tanto "quise". Como decía en aquel momento, no sabía qué era querer en realidad, pues nunca sabemos cuán de fuertes son nuestros sentimientos, ya que sus límites son insospechados. Siempre podremos amar un poquito más, odiar un poquito más. Y yo ahora puedo confirmar que quiero con más fuerza que nunca a la personita que apareció a mediados de año.

eGeo. Una persona que marcó mi vida. A él yo no lo veía en un pedestal, pues las nubes lo tapaban de tan alto que estaba de mi alcance.  Era él, sin duda, eGeo, el chico más especial que pudiera pasar por la red. Que revolucionaba el sector con cada entrada, que creaba oleadas de posts parecidos a los suyos, que mantenía en vilo a todo el mundo. Y por mi blog, por supuesto, no se iba a pasar... Pues qué equivocado estaba. eGeo entró en mi vida, y casi 10 meses después, no ha vuelto a salir, ni lo hará nunca.

Ahora estoy orgulloso. Aquellas personas inmortales y superiores ahora sé que son como yo. No les he quitado a ellos esa magnificencia, ni esa especialidad que los caracteriza, no, al revés. Yo he aprendido que también soy especial, que puedo ser tan especial como ellos, pero no más. He aprendido que todo el mundo tiene en sí mismo un tesoro de valor incalculable que hay que abrir. Yo, el cofre, he sufrido muchos daños, y algo de mi oro se ha ido perdiendo por el camino. Pero he conseguido aguantar con los pocos clavos oxidados que me quedaban, hasta que ha llegado la opinión que puede apreciar todo mi potencial. Ese mismo crítico soy yo, he visto cómo soy, me he descubierto, y ahora reparto mis doblones de oro y mis joyas al que merezca recibirlas, siendo eGeo el mayor de los beneficiados. Quizás sea él, quizás sea el blog, quizás tenía que ser así, ese cambio en mí se ha dado. Soy distinto, soy mejor, soy el Gato en estado puro, el que siempre quise haber sido, el que nunca imaginé que sería. Aunque aún queda que me lime mucho las uñas, que me peine el pelaje y que me atuse los bigotes con insistencia, para ser verdaderamente yo, en toda mi individualidad, y con todo mi pensamiento personal.

Gracias. Sólo puedo decir eso. Gracias a todos por estar ahí. Gracias por comentarme día a día, gracias por las visitas. Me animáis a hacerme mejor. Lo necesitaba. Encontré la fórmula mágica. La llave plateada que abría el cofre. Cada uno ha de buscarla, nunca se sabe donde está. Yo la encontré aquí, en la expresión de mis pensamientos. Es la mejor elección que he tomado en mi vida, nunca me arrepentiré, tan sólo me ha traído cosas buenas. El amor, lo más esencial, una de ellas.  Y pensar que a punto estuve de no crearme la cuenta en el blog... y pensar que todo de esto no habría pasado...

¿Dónde me encontraría ahora mismo si hace un año no hubiese escrito ese primer post?

Prefiero no imaginarlo....


¡¡¡UN BESAZO A TODOS!!!

viernes, 20 de febrero de 2009

¡Libre!



¡Al fin, señoras y señores, el felino está libre!
Ya acabé los exámenes... desde hace casi un mes llevo teniendo cada dos por tres... y aun así, la semana después de Semana Blanca seguiré teniendo, igual de fuertes. Así, poco a poco, se pasará el curso, entre libros y redacciones y resúmenes y notas altas, o no tanto, hasta que llegue a su fin. Sin duda, se pasará rápido, y es que ahora los días no se distribuyen como siempre, no es Lunes, Martes o Miércoles, es "día de Matemáticas", "día de Literatura" o "día de Filosofía", en el calendario solo aparecen las fechas de los exámenes. El resto de días desaparecen, ya que transcurrirán sumidos en el estudio. Y de repente... pum! En pleno verando, con días ya normales, tachándolos (he de comprarme antes un calendario para ello) hasta que llegue el momento de la llegada de eGeo a mi vida, el cambio radical y decisivo que me guiará hacia el camino que deseo seguir.

Menos mal que entre tanto examen y examen, aparecen días de asueto, como esta vez. Semana Blanca es una, normalmente a finales de Febrero, en el que en la provincia de Málaga no hay clases, aunque el mundo laboral continúa. Ciertamente no sé bien por qué se realiza, sospecho que debe ser por nuestra feria. La Feria de Málaga es en verano, osea, que no es durante el año lectivo, y no perdemos clase. Y como nos gusta vaguear más que otra cosa, pues transladamos esos días que deberíamos tener, que todas las otras ciudades tienen (al tener las fiestas en mitad del año), y nos las plantamos ahora, cerca del Día de Andalucía, el 28 de Febrero. La verdad es que los pueblos que no son la capital nos aprovechamos, ya que la Feria de Fuengirola sí cae en mitad del curso... por lo que perdemos medio mes de clase por la cara. De manera que la siguiente semana la tendré de vacaciones... por ello, aprovechando la ocasión, vamos a hacer un pequeño viaje en familia.

Mañana por la mañana saldremos en coche temprano y nos dirigiremos a Toledo, donde pasaremos varios días, hasta el martes, que volveremos. Podríamos ir a visitar a Milú, que vive en Madrid relativamente cerca... pero no va a ser posible. Muy a nuestro pesar, ya que ella insiste en que lo hagamos... y sé que le gustará... pero va a ser que no, esta vez. Quiere que vaya otro fin de semana cualquiera, a ver algún museo y tal... por mí encantado, pero lo veo difícil. Hasta el verano estaré hasta los topes de exámenes, así que no podré hacer ninguna escapadita... además, la primera espacada que haga será para ir a Logroño a ver a mi niño, eso segurísimo. Una cosa curiosa que decir... el otro día hablando con Milú le insinué que, al menos, no tienen por qué ser las chicas las que me interesen. Algo es algo, y es importante... ya que ella me respondió rápidamente que no pasaba nada, que yo era libre de elegir lo que quisiera. Y cesó ese tema. Poco a poco le iré contando más cositas... hasta que se entere de todo. Su opinión es importante, me ha ayudado mucho desde que la conozco. Hace ya 3 años...

Hoy en clase no hemos hecho nada. Se nos notaba ya cansados, liberados desde la última prueba, la de Literatura, de ayer (que por cierto, no me salió mal... pero tampoco muy bien... para un 8, quizás), tan distraídos que no teníamos ganas de dar clase. Además, hoy celebrábamos el día de Andalucía (es el 28 en realidad, pero al tener fiestas, lo celebramos hoy... ya véis, por tener vacaciones, se hace lo que sea aquí), y según la tradición en todas las escuelas, a la hora del recreo se reparte pan con aceite, y azúcar o sal, a gusto del consumidor. El año pasado fue un caos, ya que la Junta mandó muy poco pan, esta vez se esmeró más y ha salido todo perfecto. Después del recreo hemos visto un conciertillo de flamenco hecho por chicos y chicas de por aquí. Aquellos individuos que son odiados por su "mala follá", como decimos aquí, pero que en el escenario son aplaudidos por todos... menos por mí, o al menos, no tan efusivamente.

A última hora se dio un espectáculo nunca antes visto, y que no se repetirá por nunca jamás de los jamases. El profesor de Filosofía, aquel hombre tan misterioso, serio, con voz cansina y pestilente, nos contó un chiste. Vale, lo he puesto "bonito", aunque en realidad le quiero mucho, es un muy buen profesor. El chiste nos ha hecho gracia, la verdad, no como los 4000 chistes que contó otro chico de la clase. También Julián se animó y contó alguno que otro, bastante bueno. Por ejemplo...

Va un vasco a una tienda a buscar una sierra eléctrica y encuentra una en cuya caja pone "¡Capaz de talar 100 árboles en una hora!", así que el tipo piensa "Ostia, pues tiene que ser buena". La compra, y se propone probarla en un campo cercano a su casa. Se tira horas y horas allí, el bosque casi desaparece, y no consigue llegar a los 100 árboles por hora. Cabreado, se va a la tienda de nuevo, y le dice al dependiente... "Hey, que esto no funciona" "¿Cómo que no funciona, a ver?" Le contesta el otro. Entonces la arranca (prrrrrmmrrrrr...) y exclama el vasco..."¡¡¡Viva la ostia, y ese ruido qué es???¡¡" xD xD


A mi me encantó xD. Ya sé que no sé contar chistes, pero bueh, lo he intentado. Creedme, es difícil escribir el acento de un vasco, Julián lo hacía de perlas.

Y poco más que contar. Que estos días desapareceré de la faz de la tierra blogger, salvo a mañana, que tengo preparado un largo (¡como cada día, vaya!) post, en conmemoración por algo muy muy especial... al menos, para mí. ¡¡Deseadme una buena estancia en Toledo!!

Un besazo a todos.

martes, 17 de febrero de 2009

Carry on waiting...

Estudios, estudios, estudios, solo ellos consumen mis horas. 
He sacado un 7 en historia, no está nada mal. Ayer dibujo, perfecto, hoy matemáticas, no tan perfecto, pero espero que bien. Estoy satisfecho. Ahora queda Literatura, para el jueves. ¡Pero qué pocas ganas tengo de ponerme otra vez con los libros! Necesito unas vacaciones (juas xD).

Os dejo una musiquilla que me ha encantado. ¡El vídeo es buenísimo!





¡¡Un besazo a todos!!

domingo, 15 de febrero de 2009

Largo fin de semana.


No he parado. Físicamente no habré hecho muchas cosas... pero por mi mente han pasado multitudes de ideas, de pensamientos... y he de decirlo, para que veáis por qué caminos os guiará este post... todos ellos malos. He sido muy pesimista. Y hoy he explotado.

El sábado, 14 de febrero, Día de los enamorados para parte del mundo, un día cualquiera para los que no podemos disfrutarlo. eGeo y yo no hemos hecho nada especial, tampoco me habría hecho especial ilusión. Para nosotros, es un día cualquiera. El medicuchillo bien me dijo que había que quitarle toda la importancia al evento para no sufrir por él... y es verdad, leches. No es el día de los enamorados, es el día de los hipócritas, al menos para muchos. No me parece bien que todos se acuerden de sus parejas un día al año, que los maridos compren dos docenas de rosas y las mujeres preparen fastuosos banquetes, para recordarse que se quieren. No me parece nada bien. Hay que hacerlo todos los días. Repartir todo lo que se da en el día de San Valentín a lo largo del año. Si eso, pues coger ese día o fin de semana para irse a un hotelito o a un viajecito, más que nada para aprovechar las ofertas que suelen hacer las empresas. Pero ya está. Como ya es conocido, San Valentín lo inventó el Corte Inglés.

Ese no era el problema. En realidad, ese día no hubo alguno. Lo pasé solo, estudiando algo por la tarde de matemáticas, hablando por teléfono con mi niño mañana y tarde, aguantando al pesado de Dani (un amigo también con serios problemas en casa) en mi cuarto porque necesitaba usar internet... haciendo mil cosas menos lo que tenía que hacer: terminar de postear la entrada anterior, el relato de lo ocurrido el viernes. Pero más vale tarde que nunca. A veces me amargaba un poquito, pero rápidamente me ponía a hacer algo y me mantenía en el buen ánimo. Sobre las 7 me fui a la calle, con Alicia, Martin, Chris y los demás, y hasta las 10 estuve, tiempo en el que me comí un taco con nachos riquísimo (ah, y unos donuts, dato clave en la Historia de la Humanidad xD). A esa hora me fui a casa de Sarita en la moto. Allí, con Sally y otro chico, estuvimos viendo Big Fish, película que me encantó... aunque ya empezaba a sentirme un poco mal. No podía seguir negándome que no tenía a nadie a quien abrazar. Y cuando digo a nadie, me refiero a eGeo, a mi novio... porque sé que a mis amigas sí las puedo abrazar... pero nunca será lo mismo. Lo que mi novio pueda sentir por mí al abrazarme no lo sentirán mis amigas. Ni yo lo sentiré por ellas. A la 1 y media volvía a casa, hasta las 4 no concilié el sueño, tras hablar dos horas con mi niño.

Ahora viene lo duro. Todo cambió de un momento a otro. Me había puesto el despertado a las 10 y media, pero lo apagué debido al cansancio y estuve hasta las 12, cuando me desperté. En esa hora y media, soñé, y mucho.

Soñé que estaba en una casa antigua, con muebles pasados de moda y cuadros de personas mayores. Era un colegio enorme, muy grande, sobre una colina, compuesto de varios edificios. Allí, vivíamos y aprendíamos muchos niños y niñas, todos juntos. También estaba eGeo, y yo estaba con él. Éramos novios... pero a escondidas. Nadie debía saberlo, ya que estaba terminantemente prohibido. Además, y una de las cosas que más me dolió, fue que eGeo estaba ciego. No podía abrir los ojos, siempre había de tenerlos cerrados. Intentaba abrirlos, y la luz le quemaba, el dolor era insoportable, y aun así, lo hacía para poder ver mi cara, y yo sus ojos desconocidos. En cierto momento, todo el mundo acabó descubriendo lo nuestro. La gente nos insultaba por los pasillos, nos tiraban cosas en el comedor, se reían de nosotros y nos menospreciaban, los profesores decían que era lo que nos merecíamos por ser así. Teníamos que escondernos, él estaba en otro recinto más alejado, y yo tenía que ir a verlo a escondidas. De repente, me encontré con un hombre negro y calvo, en una de mis escapadas, que decía que el colegio estaba en bancarrota. Lo cerraron, y comenzaron a llevarse a los niños, cada uno con sus padres. eGeo, mi niño, tuvo que irse con su madre, que le maltrataba. Entre gritos me separaron de él... pero nadie vino a recogerme a mí. Me quedé solo en el colegio, que comenzaba a caerse a pedazos. Había de vivir allí, ya que no tenía a nadie más, solo, recordando cuán desgraciado era al tener que esconder mi amor por eGeo, pero qué feliz era al estar con él, aunque fuese de noche y con temor a que nos vieran. En el sueño lloraba mucho, estaba muy muy triste.

Me desperté con esa sensación de soledad todavía en el corazón. Estaba preocupado por eGeo, quería que me viese, me era doloroso pensar que no podría hacerlo más. Lo primero que pensé al abrir los ojos fue que todo había sido un sueño, que podía darme la vuelta en la cama y ver los ojos de mi novio sanos mirándome cariñosamente. Me dí la vuelta... y solo ví la pared blanca. Entonces me derrumbé. Era tan intensos los sentimientos... los sentía de verdad. En el sueño, besaba sus labios, y tocaba sus ojos cerrados. Al despertarme, todavía sumido entre las nieblas de Morfeo, me había tranquilizado sabiendo que estaba ahí. Y después... caí en la realidad. Esos sentimientos se quedarían sólo en los sueños. No podía sentirlos de verdad.

He pasado una mañana horrible. No he parado de llorar. Cuando mis padres llegaron sobre la 1, intenté arreglarme un poco y que pasase desapercibido... pero ni eso conseguí. Mi labio empezó a temblar en su presencia, mientras me reprendían por haber llegado tan tarde la noche anterior, y hube de irme a mi cuarto. Estuve encerrado hasta las 3 y media, muerto de hambre. No dejé de llorar, cada vez con más fuerza. Mi cielo me llamó en una ocasión, y me animó... pero al colgar, volví a sentirme como siempre. El medicuchillo, Alicia y Martin fueron partícipes de mi estado, no podía negarlo, estaba mal, muy mal. En especial con estos últimos estuve hablando mucho, largo y tendido, sobre la situación. No ya en el plano personal, ni por el sueño, ni por San Valentín, ni por la distancia, ni por el novio, ni por la soledad, no por nada de eso. Estaba mal por mi historia, el curso que había seguido mi vida. Estaba mal porque mi pasado había sido terrible, el presente es sólo un poco mejor, y el futuro... esta mañana, el futuro acababa demasiado, demasiado pronto. Estaba furioso por todo lo que me había tenido que suceder. Estaba furioso con mi suerte, con mi destino, con el erial que era mi vida. Y esa furia incontrolada... una vez más, como tantas otras, se transformó en odio. El único culpable de estar solo, deprimido, sin besos, sin caricias, con marchas candentes de heridas todavía sin curar, de tener tan mala suerte, era yo. Yo, yo y sólo yo. Yo me lo había ganado. Yo tenía la culpa. Y por ello me odiaba. Por eso me detestaba todo lo que se podía detestar. Detestaba mi cuerpo, mi olor, mi cabello, mis manos, mi habitación, mi maldito teléfono móvil, mi ordenador y todo lo que hay tras él, detestaba mi pasado, mis viajes, lo que había deseado, meditado y soñado, odiaba ser tan estúpido, tan iluso, como para creerme con derecho a ser feliz.

Pero ahí estuvieron Martin y Alicia, de opinión férrea, con sus palabras sabias, tranquilizadoras, siempre apropiadas. Siempre les estaré agradecidos... nada más que por el hecho de haberme aguantado. Lo único bueno del problema es que conozco que es un problema, que sé que estoy mal, y por qué lo estoy. Dentro de mi subjetividad, consigo ser objetivo, y darme cuenta de la realidad. Que estoy deprimido por diversos factores, pero que esa depresión podría desaparecer en cualquier momento si yo me lo propusiese. Esta mañana, podría haberlo mandado todo a la mierda y ponerme bien... pero no quería hacerlo, porque con eso solo conseguiría postergar el dolor. Que se acumulasen más y más lágrimas, y que la próxima recaída sea demasiado dura. Necesitaba llorar, lo necesito mucho. Aunque siga con ese aletargamiento todo el día, en el que a cada momento me puede surgir una gotita suicida, sé que pasará. Esta noche me acostaré y estaré mejor a la mañana siguiente. Todo ha sido una mala anécdota, un mal sueño. Todo es un mal sueño. Un mal sueño...

¡¡Un besazo a todos!!

¡¡Indiana Jones, Batwoman, la Chica Gato, Dracula y... Duffman!!


Antes de empezar a relatar el día de ayer, he de pediros disculpas. No he escrito apenas nada en esta semana, desde ese breve post del miércoles, no he tenido apenas tiempo. Bueno... miento. Sí que me he conectado varias veces, podría haber sacado tiempo para escribir... pero no estaba inspirado. Sabéis que forzado, no funciono. Otra de las causas es que no había nada interesante que contar... los días han sido sumamente aburridos. Tan sólo he tenido dos exámenes en toda la semana, pero ellos han consumido todas las horas que en otro momento habría aprovechado para escribir. Física el lunes, no me salió muy bien, aunque por lo visto saqué un 8'25... no está mal. El viernes, osea, ayer, tuve filosofía, Descartes y Hume, con ellos estuve sumido todo el tiempo. El examen no fue el mejor de todos, pero bueh, debería haber escrito mucho más... tan sólo ocupé 3 páginas, frente a las 5 o incluso 9 de los demás. Espero que el profesor sea benevolente. Con nosotros ya lo es de por sí, pues nos puso un exámen bastante fácil respecto a las otras clases, y además dice que somos le mejor grupo que ha tenido nunca. ¡Y es razón, en nuestro instituto sobresalimos por todo! Pero dejaré de vanagloriarme, y comenzaré a contaros el divertido día de ayer.

Desde hace algunas semanas me habían dicho que la inglesita, amiga de Sarita, Sally y ese grupo que conocí en La Viñuela, iba a celebrar una fiesta de disfraces, con el tema de los superhéroes. Días antes no tenía ganas de ir, sinceramente, no me encontraba con ánimos... pero acabé pensándomelo mejor, recordé que irían ellas dos y Alicia, así que me decidí por ir. Ahora no me arrepiento. Estos días anteriores han sido algo malos, no tenía ganas de nada, pero ya estoy perfectamente. ¡Necesitaba airearme!. El disfraz que me puse, elegido por las chicas, era el de Indiana Jones... y la verdad es que no lo tuve nada difícil. Le cogí a mi padre sus botas, sus pantalones antiguos, su cinturón de tela, su camisa de algodón y su sombrero negro de ala, y ya estaba listo. ¡Jaja, parece que mi padre va siempre vestido de Indiana Jones! Pero es que es verdad... le gusta mucho ese estilo, y le queda muy bien. Sólo faltaba el látigo, que compré en el Centro Comercial por 4 euros. Ya sí, estaba listo. ¡Incluso tenía grabada la banda sonora de las películas en mi móvil!

A las 7 Alicia vino a mi casa, ya caracterizada perfectamente de Drácula, muy convincente. Le presenté a mi madre y viceversa, y la llevé a mi cuarto. Al rato llegaron Sally y Sarita, y cuando nos hubimos vestido (Batwoman y una gatita muy graciosa, respectivamente) y preparado, salimos en dirección a la casa donde se hacía la fiesta. Era en una azotea muy muy grande, con un cuartillo, donde pasamos toda la noche. Había música buena, muchas cosas de comer, globos, confeti, y gente disfrazada, lo más importante. La cumpleañera iba de cierta superheroína americana, el novio iba de Luffy, el protagonista de One Piece, otro iba del Cuervo, había una Superwoman, otro de el hombre invisible, y otro más de Buckethead, un guitarrista muy curioso. Había algunos sin disfrazar, o con disfraces difusos. A mitad de la fiesta apareció el hermano de la cumpleañera con sus amigas, las tres supernenas. Él fue el más impactante. Tenía un disfraz curradísimo de Duffman, el personaje de Los Simpsons... la capa, los zapatos, las mallas azules y la camiseta azul pegadita, la gorra con el logotipo de Duff, unos graciosos slips rojos y un cinturón con sus correspondientes latas. Pero lo mejor era su cara. Sus ojos. Era un inglés muy guapo, ciertamente, todos nos quedábamos impactados ante su presencia.

La fiesta fue muy bien. Había, cómo no, mucho alcohol, ponchera, sangría con frutas, cerveza, y gran variedad de licores, aunque yo no probé nada de ello. Tan solo en una ocasión, cuando me ví forzado a ello en una prueba. El novio de la recién dieciochera había preparado un jueguito, en el que cada uno debía hacer una cosa según lo que le salía en el papelito escogido entre muchos. A mí me tocó en dos ocasiones. En la primera, tenía que hacer cinco flexiones con alguien encima. Menos mal que por suerte tuve que hacerlas bajo Sally, que era la persona más delgada, así que, ante mi temor de hacer el ridículo y espachurrarme contra el suelo, conseguí hacerlas sin mucho esfuerzo. La segunda me dio más miedo. Tenía que beberme dos chupitos sin las manos, tan sólo con la boca. Como no sabía cómo hacerlo, convencí a Alicia, y cada uno nos tomamos uno. Primero ella, que a duras penas lo consiguió. Después yo, arrodillado en el suelo, rodeado por todos, lo intenté... y a la primera lo conseguí. Algo se derramó... pero lo conseguí, y me sentí orgulloso de ello, aunque fuese una tontería. Bien es verdad que luego me quemó un poco la garganta, ya que ese chupito llevaba demasiadas cosas, pero no me afectó para nada.

En ese recito hacía mucho calor. La música, la casi veintena de persona, el movimiento, el sudor que empañaba los cristales, era un poco (bastante) agobiante a veces. Así que Alicia y yo nos salíamos a pasear por la enorme terraza, a ver las estrellas en el cielo poco nublado y a charlar. Estuvimos hablando mucho, de mí, pero sobre todo de ella. Tiene muchos problemas en casa, los peores que se pueden tener. Pero por su naturaleza intimista, ella se guarda todo lo que siente, se disfraza mejor que nadie con su perfecta careta, y resulta impenetrable para los demás. Aunque cuando se libera... te das cuenta de cuánto se guarda, de todo lo que sufre. Desgraciadamente, son temas que yo no puedo solucionar, son internos de la familia... aunque el apoyo sí, siempre lo tendrá por mi parte. Es una persona a la que es imposible no querer... ¡tan buena, y se preocupa tanto por los demás! Además, te lo pasas de perlas con su compañía.

Volvimos a entrar, ya estuvimos un poco bailando, haciendo el tonto. De vez en cuando me abrazaba a Sally, adoro abrazarla. A pesar de que esté demasiado delgada, me siento muy a gusto cuando estoy con ella, es muy reconfortante (parezco un vicioso, pero no, no lo soy). Estuvieron los demás jugando con mi látigo, tanto que casi se lo cargaron, aunque todavía le podría dar yo un uso. Lo malo es que otro uso aparte del erótico no se me ocurre, y para eso necesito la participación de otra persona... nah, lo tiraré, supongo. Como tirado estaba yo esa noche, muerto de sueño. Alrededor de las 2 de la mañana, ya con la música apagada y hablando flojito, para no despertar a los vecinos, nos fuimos yendo. La gente se quitó sus disfraces, menos Alicia y yo, que seguíamos dando el cante por la calle. Estaba realmente muerto de sueño, por lo que me fui a mi casa: prefería aprovechar mis últimos PS (wow, es que me estoy viciando a Pokemon ultimamente...) hablando con mi niño que dando una vuelta con ellos por el centro de la ciudad, que es lo que pretendían. Me dormí sobre las 3, charlando con mi niño, tan feliz como unas pascuas. Mi tesoro, te quiero, te adoro, y te llevo a los toros (como no para de decir una amiga mía, aunque no nos gusten los toros). El día había terminado muy bien, contento con mis amigos, y sobre todo, conmigo mismo. ¡Si hasta me veía bien vestido de mi padre, digo, de Indiana Jones!

Esa noche nunca la olvidaré.

¡¡Un besazo a todos!!

PD: Una de las Cerveza Duff que Duffman tan gentil (y bellamente) me regaló.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Imagina una calita, yo te sirvo una clara.

Poco que contar de hoy. Ya sabéis lo que pasó anoche. Ha ocurrido otras... y en esta ya me cansé. Cuando eGeo se pone de malas, se pone de veras... él cree que yo no necesito hablar por teléfono... pues no se imagina lo importante que es para mí. Me paso el día estudiando duro, con clases eternas, y mil cosas más. Pienso en él a cada instante. Me duele mucho tener que colgarle a los 15 minutos o la media hora, pero es por mi estado físico. Últimamente estoy muy muy cansado... y tengo comprobado que con el cansancio no rindo bien en el instituto. Necesito dormir... y sé que él necesita hablar... pero yo también, y he de joderme, negándome a mí mismo lo que quiero por mi bien. Es difícil... pero por frío que parezca, en este momento los estudios tienen más prioridad. En fin, no quiero hablar del tema. Simplemente anoche me cansé de intentar otra vez animarlo, y quería me dijese lo que necesito oír. Pero como cada vez que se pone así, no consigo nada, se muestra duro, impenetrable, como un telón de acero que me separa del amor que busco en cada llamada, sobre la cual impactan todas mis caricias. Yo también me siento solo, mis oídos tienen la necesidad de palabras bonitas, tanto como él. Él siempre las tiene cuando las pide, y sin pedirlas, están a la orden del día, en cada llamada. En fin, no quiero hablar de ello. Es un tema que, para qué negarlo, me da mucho que pensar. Y es algo personal, de pareja... así que me temo que en pocas ocasiones lo reflejaré aquí, en el blog.

Pese a todo... TE QUIERO.

Y ahora, un videíto. Espero que os guste, por favor, escuchadlo, o leed la letra. A mí me encanta. Simplemente, maravilloso.

Facto Delafé y Las Flores Azules - Enero en la playa




Y tu piel es blanca como esta mañana de
enero demasiado hermosa como para ir a trabajar.
Sin pestañear hablamos con el jefe un
cuento chino y, como niños, nos volvemos a
acostar. Se supone que debía ser
fácil ¿Tienes frío? Pero a
veces lo hago un poco difícil.
Perdón. Suerte que tú ríes y
no te enfadas porque eres más listo y menos
egoísta que yo ¿Todavía
tienes frío? Bueno, cierra los ojos un
minuto que te llevo a un lugar.

Imagina una calita, yo te sirvo una clara. Es
verano y luce el sol, es la costa catalana.
Estamos tranquilos, como anestesiados.
Después del gazpacho nos quedamos dormidos
mirando el Tour de Francia en la típica
etapa donde Lance gana imponiéndose al
sprint con un segundo de ventaja en el
último suspiro colgándose a sus
hombros el maillot amarillo. De nuevo al
chiringuito, un bañito, un helado de
pistacho y un partido al futbolín. Lanzamos
unos frisbis, jugamos a las cartas y acabamos
cenando sardinas y ensalada. Bebemos, dorados.
Hablamos, callados. La luna, la sal, tus labios
mojados. Me entra la sed y pido una copa y
España se queda en cuartos en la Eurocopa.

Pero nos da igual, hoy ganaremos el Mundial.
Subimos a casa, hacemos el amor y sudamos tanto
que nos deshidratamos. El tiempo se para, el aire
no corre. Mosquitos volando y grillos cantando y
tú a mi lado muriendo de sueño.
Cansado, contento, me pides un cuento y yo te lo
cuento, más bien me lo invento. Te explico
que un niño cruzó el universo
montado en un burro con alas de plata buscando una
estrella llamada Renata que bailaba salsa con un
asteroide llamado Julián Rodríguez
de Malta. Malvado, engreído, traidor y
forajido. Conocido bandido en la vía
láctea por vender estrellas independientes
a multinacionales semiespaciales. Y te duermes…

Vivan las noches. El sol, la sal en tus labios...

Al principio, como siempre, dormimos abrazados y
cuando ya suspiras me retiro a mi espacio.
 Me gusta dormir solo a tu lado
 de la cama, de esta cama
 ahora repleta de mantas
 en esta mañana
fría, fría,
 fría, 
congelada....
...congelada.



Increíble. Esta canción puede conmigo. Algún día me abandonaré yo a tus brazos, mi vida... lo prometo.

¡¡Un besazo a todos!!

martes, 10 de febrero de 2009

Descartes, el mijeño, el tarot, Lea y los profesores.


Estos dias no he podido postear porque ando muy muy ocupado. Estudiando filosofía, entre otras cosas. Sí es cierto que me he conectado, una hora o más, y que podría haber tenido tiempo para postear... pero es que sinceramente no tenía ganas. No me ha pasado nada, tranquilos que todo va perfecto, simplemente se debe a la escasez de inspiración que llevo sufriendo unos días. Y yo, si tengo que escribir sin ganas, me cuesta mucho... menos mal que suelo tener mucha iniciativa. El viernes tengo que declarar todo lo que sé sobre Descartes y su relación con Hume en un folio ante el profesor, y para ello me estoy preparando. Espero tener una buena coartada con todos los detalles bien pulimentados, y que no se me note el plumero. Más que nada, porque no tengo mucha pluma. ¿O sí?

Esta última pregunta viene al caso de lo ocurrido hoy. Lea, en el salón de actos, mientras el profesor correspondiente nos ponía la tanto de las novedades respecto al crucero y a la graduación, con cena y noche de discoteca incluída; me contó algo por lo bajo. Por lo visto, el mijeño guapo le contó la otra noche que yo a veces le parecía gay, pero que otras no, que andaba confuso. Quería que ella le dijese si yo lo era o no... y ella pues le dijo que no sabía. Esto es curioso... porque con el mijeño cada vez estoy más tiempo, la relación se estrecha más. No es que sea nada del otro mundo, ya ves, no le cuento nada a él, pero sí que solemos estar juntos siempre, hablando de cualquier cosa, haciendo el payaso, riéndonos de nosotros mismos. Me sigue el rollo a mi y yo se lo sigo a él, lo que crea situaciones un tanto extraña. Por ejemplo, cierto día tan solo me llamaba diciendo "precioso", y yo le respondía con un "bombon" o "bombona". Tonterías, pero que dan qué pensar. ¿Y si él es gay? ¿Tal vez?. Lo dudo mucho, porque no le pega para nada. Siempre ha hablado de tías y tal... ¿pero podría ser, no?. En fin, quién sabe, tampoco me interesa mucho a mi saberlo. Ya no, que mi corazón pertenece a otro ^^ ¡Además, tan guapo no es el mijeño, leñe! :P

Hoy me ha podido decir eso Lea porque ha venido a clase. Ayer también vino, pero solo unas horas, a hacer un examen. Una cosa curiosa pasó con ella este fin de semana. El sábado, después de ver "El curioso caso de Benjamin Button", salí con ella, Alicia y la lesbiana. La primera se había comprado una baraja de tarot de Luis Royo, y las dos siguientes estuvieron ojeándola. Cuando Lea se fue, la lesbiana se acercó a mí y me preguntó que si le había pasado algo a mi amiga. Me juró que había sentido que Lea tenía problemas en casa, que se rallaba mucho, tan solo al tocar las cartas. Desconocí la causa, se lo dije, y no volvimos a hablar del tema. A la lesbianita le gusta mucho este tema, pero en plan bien, no hace cosas raras, simplemente por curiosidad aprendió. Lo fuerte es que al día siguiente, osea, el domingo, Lea me llamó por la tarde. Estaba llorando. Se había peleado fuertemente con la madre, se había escapado de casa y no quería volver. Pensaba pasar la noche en la calle, en cualquier portal, estudiando para un examen el día siguiente, ya que seguiría yendo a clase aunque no viviese en su casa. Empecinada como estaba ella ante mis insistencias de que retornase, me cansé, y poco caso le hice. Más que nada, porque conocía a Lea, y sabía lo que iba a pasar. Lo fuerte es que la lesbianita, en efecto, acertó de pleno. Lea había discutido un poco el sábado con la madre y al día siguiente llegaron al colofón. Es fuerte, si tenemos en cuenta que la lesbianita era la primera vez que veía a Lea... Así que algún día le diré que me tire las cartas, a ver si acierta algo... ¡pero que me diga solo las cosas buenas!

Sabía que Lea iba a volver. En efecto, a la mañana siguiente, lunes, apareció por clase antes del recreo. Le pregunté sobre la noche anterior, y me dijo que no quería hablar del tema. Entonces le pregunté a Azul, una muy amiga suya, y ésta me contó que había vuelto a casa al anochecer.... porque tenía frío. Tan iracunda y decidida que estaba Lea cuando me llamó que ni tuvo en cuenta la realidad, que de ninguna manera podría pasar la noche afuera. Por mucha rabia que tuviese, habría de resentirse al final. Eso mismo hizo, y por ello no quiso decirme qué le había pasado. Porque su orgullo estaba herido, me había prometido que no volvería a casa y yo había pasado del tema. Porque yo, una vez más, había tenido razón, y no me había alarmado de sus amenazas ciegas. No me gustan nada las personas que se mueven por impulsos de esa manera... al final no terminan bien. O sí, puede que terminen bien, pero de la peor manera, y pasando por lo más difícil hasta llegar.

Apesadumbrado, he de seguir con Descartes y con Humes. No sabría decir cuál me cae mejor. Descartes, me parece, he leido una parte de su "Discurso del método" y me gustó su manera de expresarse.

¡¡Un besazo a todos!!

Foto: la carta de la muerte en la baraja de tarot de Luis Royo (para el que no lo sepa, es un dibujante muy famoso)... con esa baraja, que tiene los mismos elementos de las barajas españolas más esos especiales de tarot, estuvimos jugando a un juego que me enseñó Lea muy gracioso...

sábado, 7 de febrero de 2009

En el país de las maravillas.

Ayer fue un día tranquilo, normal.

Por la tarde, como es costumbre ya en todos los viernes (mala costumbre), no hice nada de nada. Me puse a intentar física, pero tenía dolor de cabeza, por lo que no me salía nada de nada y acabé frustrado. Empecé entonces a resumir filosofía... que va, no había manera, tampoco podía concentrarme, hice poco, enseguida me cansé. A las 7 y media desistí, posteé, y charlé un poco con Milú. Ella últimamente está un poco molesta... no es que esté molesta conmigo, supongo... está molesta con todo, está triste. Y es que parece ser que yo soy lo único que le hace sentirse bien... sí, lo sé... así que cuando yo no puedo estar hablando con ella, se viene abajo. Piensa que ya no somos igual de amigos que hace tres años. Son tres años... mucho tiempo para hablar solo por el msn, es difícil que siempre tenga algo que decir. No le puedo contar nada de eGeo, ni de mi futuro ni nada... y eso ella lo ha notado. Dice que su amigo ha desaparecido, que lo ha perdido demasiado tiempo, y teme hacerlo definitivamente. En realidad, el que me he perdido soy yo... he estado mucho tiempo sumido en mis cavilaciones, con mil temas que ella desconoce... y eso ha afectado al nivel de nuestras conversaciones. He estado muy distraído, escribiendo, hablando con eGeo, o con otras personas también importantes, le he dedicado más cosas a lo demás que a ella. Lo sé, y me arrepiento... pero es que no he podido evitarlo. Se creaba una situación incómoda... ella quería saber más, sentía que no era lo mismo que antes, quería que fuese como al principio, cuando yo le contaba que había tenido una riña en el instituto o mis expectativas de futuro... pero no, no podía ser así.

Waw, menudo rollazo me he marcado. Ni yo lo entiendo. Perdonadme. No hace falta que logréis sacarle significado. El caso es que le dije que en Semana Blanca nos iríamos a Toledo. Así es, lo anuncio ahora, en Semana Blanca me voy a Toledo unos días. A mí me habría gustado que fuese a Logroño, por supuesto, para ver a mi nene... pero va a ser que no. Según mi padre, es un poco precipitado por mi madre, ya que aún no lo asume del todo. En fin... habrá que seguir esperando, le dije. Me respondió que lo sentía mucho... que le dolía decirme que no. Sabe que lo estoy pasando mal. El otro día, el jueves, por la noche, le dije que me iba a la cama. "¿A hablar con eGeo?". "Pues sí...." con tono de resentimiento respondí. "Vaya... ¿qué remedio, no?". "Sí, eso mismo, qué remedio....", con una gran tristeza. Me puso la mano en la cabeza y me dijo "Pobre...". Todo ello con seriedad, con sentimiento, en la cocina fría. Lo siente por nosotros, sabe lo que estamos pasando. Por ello, espero que en verano me ayude y me deje ir a ver a eGeo, o que facilite todo para que consigamos nuestros propósitos... puesto que creo que me lo merezco. Siempre le estaremos agradecidos...

Salí después de hablar con Milú y estuve en la plaza con mi gente. Con Alicia, Martin, Rober, Chris, la chiquita lesbiana, todo fue perfecto, de no ser por el frío. Me encontré con Julián y me preguntó que qué tal. Estuvimos un rato hablando, y se fue con su BMX a hacer piruetas solo. Me llamó Sarita a las 9 y a la media hora ya estaba en su casa.

Vimos dos películas que me encantaron. La primera, una mítica, "Alicia en el país de las maravillas"... ¡cuya adaptación al cine está llevado a cabo el genial Tim Burton! Qué ganas tengo de que salga... La segunda fue una que a mi de pequeño me gustaba mucho, y de la que tenía dulces recuerdos. Me refiero a "James y el melocotón gigante", película de stop-motion... ¡de nuevo de Tim Burton! Y es que este tipo me ha llegado muy hondo... me gusta mucho, consigue expresar muchísimo con sus luces, ese ambiente que crea es impactante. Al final de la película, Sally y Sarita, apoyadas en mis hombros, se habían quedado fritas... Tuve que despertarlas suavemente. Me encantó verlas dormir, tan apaciguadas, tan monas. Pero en realidad no les veía a ellas... veía a eGeo, al momento en el que él se dormirá en mis brazos, apoyado en mi pecho. No paro de pensar en tí, mi vida... eres lo único importante por lo que merece la pena luchar. E

stos nueves meses de sufrimiento engendrarán un amor eterno...

He pasado la tarde en casa de Kitty estudiando física. Ahora, me voy al cine. Toca ver "El curioso caso de Benjamin Button". Y después, ya veré, si salgo, y con quién.

¡Un besazo a todos!

viernes, 6 de febrero de 2009

Hace fríiiioooo

Es triste, pero eso es lo único que puedo decir de estos días atrás. Que hace un frío que pela. Que desde el domingo lleva lloviendo todos los días, y esto es un sinvivir. De veras lo digo, no estoy acostumbrado a la lluvia. Me gusta, pero me hace mucho daño. Me duelen los huesos a todas horas, me entra frío en el pecho, y estoy cansado todo el tiempo. Ni yo ni la mayoría estamos acostumbrados, pues todos sentimos lo mismo. ¡Qué ganas de que llegue nuestro calor, calor tórrido de verano, calor que nos pega la piel del sudor, calor, bendito calor! Siempre dije que me gustaba el frío... pues me parece que es hora de cambiar de opinión. Soy cabezón... pero ahora noto en las carnes, frías carnes, qué es mejor :P

Una cosita que sí podría decir, y sobre lo que hablé y vi, halagado, que os preocupó, es el examen. Pues bien, lamento decir que no me salió bien. Me puso un tema que no me sabía casi nada, precisamente el de los nacionalismos, que no me enteraba de él, así que pasé y me estudié más lo otro. A ver, tampoco me salió mal... yo puse todo lo que tenía que poner... pero no lo hice del todo bien. Cuando terminó, yo que me creía más o menos satisfecho, teniendo el cuenta de que habia improvisado mucho, miré en el libro... y tendría que haber puesto muchísimas cosas más. Me arrepiento ahora de no haber estudiado esa parte como cualquier otra... y por supuesto, no le echo la culpa al momento de hablar con eGeo y contarle todo el rollazo, que el pobre (más o menos) bien me aguantó, ya que era tarde para ponerme a estudiar. De noche soy incapaz, y más si estoy muy cansado. Lo míos son las mañanas, o a media tarde. Aunque mejor se me da no estudiar nada... pero bueh. El caso es que el examen ya está hecho. No saldré muy orgulloso, pero en fin, hay que preocuparse por el siguiente. Muchas gracias a todos por los ánimos ^^.

Otra cosita de la que hablar rápidamente ha sido de un suceso sorprendente de hoy. Lola, la novia de Julián, no ha venido, así que Julián, el novio de Lola, estaba aburrido y vagabundeaba por todos lados. En un cambio de clase, le pregunté por su novia, y me dijo que estaba muy mala, y que la echaba de menos. Entonces él me preguntó, ante mi asombro, sobre eGeo, sobre cómo iba lo nuestro, nuestros planes y tal. Le conté un poco, y él me dijo que tenía que ser un poco duro tener una persona tan lejos, que no me podía entender pero que lo imaginaba. Se lo aseguré con creces... lo es, lo es mucho. Pero merecerá la pena. Me sorprendió mucho que se interesase en saberlo porque yo nunca había hablado de eGeo con él... tal vez con Lola hace mucho tiempo, cuando empezó a ocurrir todo, y él estuviese delante. El caso es que me agradó mucho. Él es una persona muy especial, muy interesante, también distinto a los demás, al mismo nivel que Paco. Es una sorpresa ver que algo le importa a él lo que pase.... y que sin embargo, cuando le dije a Kitty que llevaba 4 meses saliendo con eGeo, sólo supo decirme que en dos meses hacía un año con su Andrés, y que se irían a nosequé lugar... ¿Os parece justo?

A mí no...

¡Y ya, he de irme! He quedado, esta noche iré a casa de Sarita a ver una peli con ella y Sally. ¡Sesión Disney, oh, sí!

Un besazo a todos ^^

miércoles, 4 de febrero de 2009

Momentos de paz

Llevo unos días frenéticos. No paro, no paro en nada. Desde el lunes estudio cada tarde completa Historia, hoy ya he acabado. Me sé de pe a pa toda la Restauración, su sistema canovista, y la independencia de las colonias hispanas de América. Bueno... quien dice toda la tarde, dice desde las cinco, pues antes me suelo dar un garbeo por aquí, y si puedo, escribo. Ahora aprovecho antes de cenar, mientras mis padres hablan. Creo que llevo bien el examen, mañana se verá. Lo malo... que es una composición histórica, que se me dan de culo, sinceramente. Por culpa del profesor, por culpa de mi escaso conocimiento o por culpa de mi pésima habilidad con el bolígrafo, el caso es que del 7 nunca he pasado. Deseadme suerte, y sobre todo, inspiración.

Ya, al fin, he acabado. Ahora estoy tranquilo, pero "imperactivo", como dice Rober, el rubito gay que tanto me ilusionó en verano. ¡Era el primero que conocía de Fuengirola! Ahora me llevo muy bien con él, tengo un buen rollo increíble, en general con todo el grupo. Es fantástico estar con ellos. Me he acostumbrado totalmente a su forma de ser, a sus personalidades, a la manera de actuar y de tomarse las cosas, aunque la principio me sorprendiese. Tanto me he acostumbrado, que ahora en clase me siento muy apartado. Con eso quiero decir, que me deposito en un asiento muy lejano, de alguna manera, aunque esté donde siempre, estoy en mi mundo. No hablo con casi nadie, sólo con mi compañera de mesa, una chica maravillosa y divertida a la que le quiero contar lo mío, y con Paco, sobre música y otros temas que nos interesan. Con Kitty la relación está muy fría, no hay apenas relación ya. Ni le he contado que ayer cumplí el tercio de año con mi niño. No se lo he contado porque le conozco y pasará de mí. Con Lea la cosa tampoco va, y es que lleva una semana más faltando, aunque a veces viene, en clases puntuales, porque le da la gana. A ella también se lo he dicho, y me ha respondido que qué bien. El único que ha sido bueno es Alex, que al contárselo me felicitó inmediatamente, y me aseguró que se alegraba por mí. Yo siempre les felicito a ellas cuando me dicen cuántos meses llevan juntos... ¿por qué ellas no hacen nunca eso conmigo? Es como si yo no tuviera novio para ellas... como si no entendiesen lo importante que es él para mí... como si no supiesen lo que he pasado y todo lo que he sufrido... como si yo no existiese para ellas. Con Kitty tengo pendiente una conversación algún día de éstos, cuando me dé la picá. Quiero que sepa que hace cosas que me molestan, que no es nada justa. Y saber yo si me tengo que seguir preocupando por sus cosas, o estoy malgastando el tiempo.

Después de la parrafada quejica, volvamos al tema. Acabo de ducharme, después de cenar, y estoy como unas pascuas. He pasado un día genial, y eso que no he hecho gran cosa, he pasado 4 horas encerrado en mi cuarto con mis resúmenes delante. Lo bueno de hoy ha sido lo que teníamos planeado Sarita, Sally y yo. Después de las clases (aclaro que ellas dos están en otro instituto diferente), hemos quedado en un Burguer King para comer juntos y charlar un rato. En su origen, el plan se concibió para hablar del disfraz que me pondré el viernes 13, en una fiesta de superhéroes que ha organizado una amiga (la inglesita que conocí en La Viñuela el verano pasado (Para el que quiera urgar en mi pasado, mira aquí, aquí, aquí y aquí)). Al final, del disfraz poco hablamos, como era lógico, pues yo me centré -me preguntaron- en mi historia con eGeo, las últimas novedades, el futuro, y los problemas que pudieran surgir y cómo sortearlos. Lo hemos pasado muy bien, hacía mucho que no lo pasaba tan bien con ellas dos. Por un momento hemos vuelto al verano, cuando cada dos por tres quedábamos, para ir a Málaga, ir a la playa, a casa de Sarita, o a hacer lo que fuese, con tal de estar juntos. Son unas chicas geniales. Hoy estoy piropeador, pero es que lo siento así. Me encantan. Estoy asombrado con todos. Y ésto es porque yo antes nunca había tenido amigas, es ahora la primera vez en que siento que me quieren de verdad, que estoy totalmente a gusto con otros chicos y chicas de mi edad.

Pero se acabó lo que se daba. A las 4 y media ya estábamos en nuestra casita, empapados por la lluvia que comenzaba a caer. Desde el domingo llueve muchísimo. Intermitentemente, pero durante largo rato, y bien fuerte. Es la primera semana que llueve tanto en este invierno, y no soy el único que lo dice. Que llueva aquí es algo raro, más si lo hace durante todo el día.

Ahora, un regalito. Me lo ha enseñado mi hermana, y la verdad es que no está nada mal. Es muy divertido. Requiere rapidez lectora, también de traducción, y un nivel de inglés medio. Y sentido del humor ^^.




¡Espero que os guste!

¡¡Un besazo a todos!! ^^

¡¡¡¡Y rezad esta noche por que me salga bien el examen!!!!

martes, 3 de febrero de 2009

Los 120 días de... FELICIDAD


Hoy. A esta hora precisa estaba terminándome un sandwich de jamón y queso, pedido directamente desde la habitación del hotel. Del precioso hotel, de la hermosa ciudad, en la que me reuniría con un fantástico chico. Estaba nervioso, diminutas hormigas corrían por mis entrañas, y a la vez mil elefantes percutían en mi corazón. Iba a conocer al chico de mi vida. Por allí estaba, ese móvil que tanto había sonado y tanto sonaría, lo hacía una vez más para avisarme que estaba preparado. La sensación es indescriptible. Se me inundan los ojos al recordarlo. A orillas del río Ebro, nunca imaginé que sería allí, a las 11 y 35 minutos de la noche, otros labios se acercaban decididos a besar los míos. Y yo no oponía resistencia, yo me acercaba más a mi destino, lo necesitaba. Era el maná de vida que me iba a proporcionar fuerzas, que iba a subsanar todas las heridas de mi vida anterior. Porque sí, ya podía considerar un antes y después. Antes de eGeo y Después de eGeo. Sin duda, me ha cambiado la vida totalmente.

Ahora son 4 meses, dentro de 30 días serán cinco, pronto haremos el medio año, y cuando no nos demos cuenta, será verano. Iré a verlo a Logroño si me es posible, o me visitará el a mí, hasta que llegue el día de dicha. Se quedará en Fuengirola unos días, organizaremos papeleo, y nos mudaremos a la Ciudad G. Queda aún mucho por planificar, sí, pero lo importante está dado, al menos podemos tantear con seguridad el terreno del futuro. Un futuro que quiero, que deseo, que sé que voy a pasar con él. Poder pasear juntos por esa preciosa ciudad, agarrarnos de la mano, desayunar churros, jugar con el futuro segundo felino de nuestra casa... y tener eso, NUESTRA CASA. De eGeo y de Gato. Hacer nuestra propia república independiente, poner nuestras reglas, y vivir.  VIVIR

Lo único que puedo pedir es que salga todo bien. Si todo fuera tan fácil y hubiera algún dios al que rezarle para que se cumpliesen nuestros anhelos, le rogaría que todo continuase como está. Que el destino no me hiciese ninguna mala jugada, bastante ha jugado ya conmigo. Sí, ahora me vuelvo egoísta, y hablo de mí. De que lo necesito, me merezco ser feliz, por encima de todas las cosas. ¡Y qué suerte ha tenido eGeo, que le ha tocado en la rifa, y yo he decidido ser feliz a su lado, por lo que él también lo será! Necesito ser un poco caprichoso con todo, que me regalen los oídos y el alma, que estén atento a mí, es una forma de resarcirme, de recuperar todo aquello que entregué sumiso. eGeo sabe hacerlo, y espero que siga así. Es una persona maravillosa.

Mi vida, 120 días. Aquellos que en la referencia del título habían pasado haciendo el "amor" de cualquier manera, nosotros también lo hemos hecho, a nuestra manera. Hablando cada día por teléfono. Ciento sesenta y cinco horas susurradas entre las sábanas, habladas sin miedo por la calle, lloradas de tristezas, exclamadas de alegría. Y no hemos dejado de hacer el amor ni un minuto de todos ellos. Un amor de verdad, puro, que nunca imaginé. Antes creí sentirlo...  no, ahora sé lo que es amor. Con una pareja estable, sé lo que es ya la seguridad, la tranquilidad de que continuará, aunque no la monotonía: nunca ha existido, ni existirá. Sólo falta una cosa, lo que ya sabéis. Y lo que conseguiré si seguimos así.

Puedo haber perdido algunas cosas en estos cuatro meses, como tiempo, pues es casi una semana hablando, pero no me arrepiento de nada. Muchas cosas más he ganado. Hemos avanzado muchísimo como pareja, mucho, y aunque aún quedan cosas por hacer, cada vez es menos. Cuando sea verano, estaremos lo suficientemente preparados. A ver lo que nos depara el futuro.

Un besazo a todos.

Y uno más fuerte, que le daré ahora por teléfono.

Te quiero. 

Ni más.... ni menos.

PD: Espero no haber sido excesivamente cursi/ñoño... :P

domingo, 1 de febrero de 2009

Llueve


Hoy no ha parado de llover en todo el día. La nube perversa nos ha seguido durante todo el día, desde la casa de mis abuelos en Palma del Río hasta Fuengirola. Ni un segundo han dejado las gotas de percutir sobre el suelo, el metal, las maderas, o la tierra ya empapada. Gotas suicidas... lo que me recuerda a...

Yo no sé, mira, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro, qué hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana; se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae. Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes, mientras le crece la barriga; ya es una gotaza que cuelga majestuosa, y de pronto zup, ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol.

Pero las hay que se suicidan y se entregan enseguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran; me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.   
Julio Cortázar
Me gusta ese texto de ese buen hombre. Como me gustan los días de lluvia... menos cuando son oscuros. Cuando la cantidad de nubes en el cielo lo cubre totalmente y no nos deja ni percibir el leve resplandor del sol a través de todas sus partículas suspendidas, huyo aterrorizado, y hago lo peor que puedo hacer. Encerrarme en mí. Pensar. Está visto que no es bueno pensar, y menos en un día sin luz. Pensar que todo va mal, que estoy en un callejón sin salida, que el futuro no se divisa como el supuesto astro rey, que no se sabe si está o nos ha abandonado. Ahora me entra miedo, mucho miedo, por mil cosas que están pero no las veo. Un escalofrío recorre mis piernas hacia arriba, puede ser por la vibración del ventilador del ordenador, de este ordenador que me permite abrirme a vosotros, y a mí mismo. Y que me deja escribir tonterías sin ton ni son, porque sí y porque no, sin saber qué estoy haciendo.

La nube ya nos empezó a seguir este viernes pasado. Salí con Alicia (¡ex-Lara, recordad, apreciados lectores!) y otra chica, lesbiana, pequeñita, muy graciosa. No tenía ganas de hablar, así que escuché atento los problemas de esta chica divertida y curiosa, mu salá, como las que suele haber por aquí, que pa algo esto es Andalucía. Aprendí de ella mucho y le cogí un poquito más de cariño, algo fácil en una persona como ella. Mientras estábamos sentados en la terraza de un local, empezaron esas gotitas suicidas a inmolarse contra nosotros. Ese leve golpeteo en la chaqueta que repentinamente se convirtió en un torrencial furioso, haciéndonos esconder en diversos portales, y obligándonos a ponernos en la cabeza las palestinas como ridículos borrachos. Llegué a casa a las 1 y media con los zapatos chorreando, el pantalón más oscuro de lo normal y el susodicho pañuelo con el triple de peso. La noche se calmó y su cielo resplandeció luminoso cuando oí la voz de eGeo.

Ahora estoy triste. No soy una persona feliz. Tenía mil temas preparados de los que hablar, en el viaje de vuelta quería contaros todas las cosas que se me habían pasado por la cabeza en estos dos días. En cierto momento, se han esfumado, y no han vuelto. Sé que volverán, junto con mis ganas de sonreír, cuando llame a eGeo. Cuando pueda sentirme más cerca de él. Ahora me siento lejos, y desdichado, mucho. En esta última semana, me ha costado horrores controlarme, podía echarme a llorar desconsoladamente en cualquier momento, y todo es por lo mismo. Porque es muy triste tener que hablar cada día por el teléfono una hora para que todo sea soportable. Es lo único que tengo, no me he de quejar, lo sé. Porque si no tuviese eso, si no estuviese mi niño ahí, nada sería soportable. Habría sucumbido ya, o sucumbiría dentro de poco, muy poco. Tengo miedo... porque no confío en mi suerte, ni en mi destino. Debería, pero no, a lo largo de mi vida, todo me ha salido mal. ¿Por qué debería cambiar? Y ahora, necesito, más que nunca, que alguien me grite al oído que sí, que esto va a cambiar, que de verdad voy a ser afortunado en mi vida... pero sólo me lo creeré cuando note en mi oído el aliento de ese grito.

Te quiero, eGeo. Lloro (sin lágrimas) de amor por ti.

Un besazo a todos.