martes, 28 de abril de 2009

El blog se muere.


Tan solo 9 posts en el mes de Abril. Podría alegar que he estado muy ocupado, que tengo que estudiar y que apenas tengo tiempo siquiera para respirar, pero todo serían mentiras como castillos. La realidad es que sí he tenido tiempo, pero no ganas. El blog había ido perdiendo mi interes cada vez más, cosa mala, muy mala.

No quiero que muera. Es algo que yo he creado, un rinconcito en la web hecho por mí con estas manitas, y que no merece desaparecer porque sí. No desaparecerá, tranquilos. Quizás sí se merezca un descanso. Quizás esté yo cansado de escribir y me aburra. Quizás necesite ideas nuevas, un nuevo aire, nuevas experiencias.

Pero es que mi vida sigue igual que siempre, va bien. Estudiar un poco por las tardes, hablar todos los días con mi niño, salir los fines de semana, agobiarme en clase... nada cambia. Tal vez algún finde diferente con mis amigos, con los que sí voy trabando cada vez mayor amistad. Pero nada nuevo que contar. Mis reflexiones ya son escasas, no hay tiempo para ellas, y cuando surgen, estoy tan alejado del ordenador que no las escribo. Puede ser que mis dedos estén cansados de teclear todos los días. No lo sé, pero el blog se muere.

Aun así, que nadie se preocupe. El blog sobrevivirá, como que me llamo Gato Con Converse. En verano volveré poco a poco a cogerle el gustillo, a descubrir tantos aspectos que antes me maravillaban de escribir diariamente. Volveré a exponer mis pensamientos, a contar mis historietas, a hacer largas descripciones, a hablar del futuro... prometo que volveré a entreteneros. Haré todo lo posible porque así sea, este blog se lo merece, vosotros os lo merecéis.

Mil disculpas. Los exámenes me quitan las ganas de todo, mi novio lo puede comprobar. Menos mal que queda menos de un mes. ¡Más me vale sacar una buena media!


¡Un besazo a todos!

jueves, 23 de abril de 2009

Rescatando: La salsa de la vida.

Os pongo un texto que escribí hace algún tiempo, en uno de mis bajones. Estaba por ahí guardado, hoy lo he rescatado y he considerado oportuno mostrároslo. Espero que os guste. Lamentablemente, no he vuelto a escribir nada más de este tipo... ¿quizás debería volver a intentarlo?



La salsa de la vida.





Hoy he ido a cenar, y he encontrado un paisaje desolador. Esta noche cada uno se prepara su comida, cada uno puede elegir. Bien, es el momento de dar rienda suelta a mi creatividad culinaria. Pero al coger el bote de ketchup... me percaté de algo desagradable, horrible, que no había podido ver antes, ciego ante mis ojos, que podría cambiar el transcurso de toda una vida.

No podía ser verdad, no.

No había ketchup.

Ni una gotita rojiza y pegajosa, nada. Apretaba con fruición, sacudía el envase, y con él temblaba mi mundo, pero nada iba a conseguir. Se acabó, ya está. Habían venido otros a usurpar mi oro sangriento. Me lo habían arrebatado de las manos, esa preciada salsa que da un sabor especial a cada instante. Otros la disfrutan, todos lo hacen, menos yo, que continúo apático con mi bote vacío entre las manos, mirando el infinito de mi pasado.

Y ya es tarde, demasiado tarde. Hoy está todo cerrado, hasta la argentina de la tienda de 24 horas estará en su casa, o viendo la tele, o durmiendo, o comiéndose una de sus barras de pan tan ricas que tiene siempre. Acompañándola de su ración correspondiente de ketchup, cómo no. Pero ya es tarde, demasiado tarde. Podría decir que mañana será lunes y que podré ir a comprar ketchup a cualquier establecimiento, pues lo hay por todos lados, y de todas las marcas. Curiosamente, de las buenas, las Heinz no las he podido tener nunca. Tan solo en esporádicos momentos, muy lejanos ya, demasiado. El sabor no permanece, siempre es variable. En realidad, nunca he probado el ketchup de verdad. El que proviene directamente de los tomates. Jamás he sabido cuál es su sabor. Eso me hace sentir insignificante.

Al igual que se puede decir que será lunes, también puedo decir que no lo será. No es seguro. Quizás el inicio de la semana del ketchup no llegue nunca. Quizás la hayan derogado. Quizás malvados señores vestidos de paisano hayan raptado al lunes que debería tener. O que en España se de una ola de compras obsesivas y mi querido acompañamiento haya desaparecido de los estantes. Nada es seguro.

Tan sólo es seguro que, en estos instantes, no queda nada de ketchup en mi botellín de plástico.

¿Volveré a sentir ese sabor tan característico en mis labios?

¿Llegaré a probar el tomate primigenio?


Nadie me lo dirá. Tan solo el camino que me marque del tiempo.



Mientras, tendré que conformarme con la sosa mayonesa para condimentar mis cenas.



¡Un besazo a todos!

martes, 21 de abril de 2009

Salah - Vídeo obligatorio.

Debéis ver este vídeo. El tipo este es maravilloso. No sé si lo conocéis ya, yo lo he visto algunas veces en El Hormiguero. Espero que os guste. No os perdáis el baile del segundo vídeo, continuación del primero. ¡Es un genio del street-dance!











Y ahora, a seguir con Estadística e Inglés. Espero que estéis todos bien.


¡Un besazo a todos!

lunes, 20 de abril de 2009

Finde de avances.


Escrito el domingo a las 11 y pico de la noche.


Escribo rápidamente. Tan solo serán notas. Mi novio querido estará esperándome para hablar. Pero es que tengo ganas de escribir, y pienso hacerlo. Adiós tuenti, adiós msn, aunque la música -Vetusta Morla- se quedará, tengo que concentrarme para escribir.

Este fin de semana he estado en Córdoba, en casa de mis abuelos, como tantos otros findes. En esta ocasión, hemos coincidido con un primo de mi padre, su esposa y su pequeña hija. El primo de mi padre es policía, no sé bien en qué rango está, tan solo que pretende ascender a Sargento; su mujer es profesora de seguridad laboral; su hija es una niña, y tiene 4 años. Lo importante: viven en Granada. Por ello, el tema central de la mayoría de las conversaciones surgidas en estos dos días han sido Granada, y por extensión, mi futura vida allí.

Me han informado de mucho. La Facultad de Arquitectura está remodelándose, y ahora se encuentra en otro lugar, aunque cercano, en una zona muy buena en la que no hay problemas con la gente, según me dijo el primo de mi padre, que ahora se dedica al tema de la droga. Lo mejor para moverse por Granada es utilizar la moto, así que la mía me vendrá de perlas y el coche no será tan urgente. Hay muchísimos eventos culturales, según me dijo la profesora, mujer muy dicharachera y divertida (y cocinera, que nos hizo un cuscús riquísimo), y es un lugar perfecto para fotografiar.

El domingo por la tarde fuimos a dar un paseo por un parque cercano. Entonces aproveché para hablar con mi padre sobre otra buena noticia que surgió el viernes. Lola me preguntó que si queríamos vivir con ella y su novio Julián en Granada, ya que también van allá, estudiarán Arquitectura, y buscan compartir piso... por supuesto, e inmediatamente, acepté. Se lo conté a mi padre y le parece perfecto. Entonces, él mismo me preguntó que cómo estaba eGeo. Le estuve contando cómo le iba, y se interesó por saber qué es lo que haría cuando estuviese en Granada. Bien, eso es un punto positivo, pues ya ha asumido que vamos a hacer todo lo posible por que nuestros planes se hagan realidad, y no lo ve como una quimera, fantasía de unos niñatos, lo que al principio parecía que pensaba. Le dije que haría Bachillerato, lo más seguro a distancia, pero que estudiaría y que trabajaría a la vez, en lo que fuera, pues la ayuda económica por su parte debía ser tenida en cuenta. Mi padre, como repitió, nos ayudaría en lo que pudiera. 

-Cambio de música. Dos canciones de Facto Delafé, dejo de escribir y llamo a mi novio, lo prometo-

Habló de un tema espinoso. Piensa que eGeo debería contarle a su madre nuestro plan, aunque fuese levemente. Dice que como madre, debería entender lo que quiere él, y que tendría que apoyarle y ayudarle económicamente, pues es su hijo. Mi padre no se quieren meter, claro, es eGeo el que ha de hacerlo todo con su madre. Volveré a hablar con mi novio sobre el tema, ya se verá lo que se hace. Como dice mi padre, si se lo cuenta a su madre, o una de dos, o ella ayuda y él se viene, o él se viene de todas formas, aunque sin la ayuda de su madre. Si se organiza todo bien, él no tiene nada que perder, y mucho que ganar para los dos.

Esto ha sido todo. En estos dos días he estado otra vez mudo, pero no por ello me he deprimido. He pensado mucho, he observado, he aprendido... y he jugado. Una vez más, mi prima pequeña, y ahora la hija del sobrino de mis abuelos, han conseguido que me olvide de todo y que corra tras ellas haciendo el payaso y poniendo caras raras. No me gustan los niños, los veo molestos, malolientes y cagones. Pero cuando te dicen "pimo" para que corras detrás de ellos, entonces me conmuevo. Y medito... ¿seré padre yo alguna vez?.

¡Un besazo a todos!

domingo, 19 de abril de 2009

Se acabó lo que se daba - Heraklion, y los Juegos

La cubierta durante la primera noche...

Los días pasaban. Ya llevábamos más de la mitad del viaje en el barco, y se notaba. Estábamos un poco tristones, no nos podíamos creer todavía dónde estábamos, dónde habíamos estado y dónde estaríamos después. Quedaban tan lejos aquellos padres, aquellos exámenes, aquella rutina... que no queríamos volver, tan solo que el ritmo de museos, caminatas, pero discoteca, comida a mansalva y descanso domincal continuase indeterminadamente.

El sexto día en el extranjero fue en el que más se hicieron patentes las huellas del cansancio. Estábamos muertos. Como decimos, era el día zombie. Tocó ir a la capital de Creta, Heraklion, ciudad que no tiene nada en especial, salvo que se encuentra cercana a los yacimientos de Cnosos, muy conocidos (al menos en Creta). La verdad es que estaban muy bien, eran interesantes... de no ser porque un tal Evans restauró los hallazgos a su manera, según él pensaba en el momento que hubieran sido, destrozando así lo poco que había e incapacitando posteriores investigaciones... aunque poniéndolo bonito, eso sí. Pero ese día, como decía, no estábamos en correctas condiciones para ver el pedazo de templo (o lo que quedaba, reformado, de él), estábamos derrotados, dormidos, con ojeras... menos yo, que jamás se me han notado. Todos con gafas de sol, ese día fue el que menos fotos saqué. El profesor acabó cabreándose, claro, porque a él le hacía ilusión, siendo profesor de Historia del Arte, pero su entusiasmo ese día no nos lo pudo transmitir. Lo siento, pero ese día no. Vimos Cnosos, volvimos en bus a Heraklion, y subimos corriendo al crucero.

Allí, después de dormir la siesta unas cuatro horas, salimos a dar vueltas por el navío. Era como una ciudad en miniatura, donde podías vagar a tus anchas. En ese momento, nuestra creatividad explotó. Más exactamente, la creatividad de Paco. No se le ocurrió otra cosa para pasar el tiempo jugando a cosas que se inventaba, como abrir las puertas con las tarjetas, pero con la boca, o jugar al ascensor. Teníamos que ponernos de rodillas en el rellano del primer piso, meternos en el ascensor que parase primero, tocar con la boca el último botón, de la planta 10, y continuar de rodillas aunque todo el mundo parase el elevador y se montasen. Era el juego del ridículo. Nadie nos conocía allí, no nos podrían decir nada, tan solo reírse, quizás mirarnos extrañados. Algunos guardaban silencio, otros se miraban, otros preguntaban por lo bajo que si estaba rezando a la Meca, incluso otro le preguntó muy afectado que si necesitaba ayuda para levantarse. Por supuesto, ese ritual lo repetimos Marcos, Azul y yo muchas veces (yo menos... ya que me empezaban a doler las rodillas). Por supuesto, eso no lo repetiremos jamás... por eso, quizás, nos atrevimos a hacerlo. Hacer cosas absurdas y sin sentido, era lo interesante. Como la noche en la que Paco y yo nos presentamos en la discoteca... con nuestros pijamas y nuestras zapatillas de andar por casa, las mías robadas a una niña. Este local estaba situado en el mejor sitio del barco, en la popa, desde la que se veía todo, con una redonda pista de baile, muchos sillones y una barra libre con varios camareros constantemente acosados. La gente no bebía mucho, la verdad, eran todos muy responsables. Yo tan solo probé un mojito y me tomé un chupito diminuto de tequila con limón y sal, que no me gustó. Había buena música, aunque algo repetitiva, al menos pudimos pedirle las canciones que queríamos escuchar, como Marisol; lo que no pusieron era la música de Interestatal 5555, película animada que estaban proyectando en una pantalla continuamente, basada en las canciones del grupo francés Daft Punk. Cuando empezamos a bailar tecno con nuestras ropas de noche, la gente nos miró raro... pero mucha otra dijo que con seguridad debíamos estar más cómodos así. Otra anécdota fue el enlace matrimonial de Marcos y Azul, quienes habían decidido un año atrás que se "casarían" cierto día de abril, así que fijaron la fecha en la noche de gala. De manera que organizamos la boda en el mejor sitio que podríamos... ¡el ascensor principal!. Yo al vídeo, otro chico con la cámara de fotos, Paco con su alzacuellos, otra chica con los anillos, bien trajeados nos dispusimos a casarlos. Hasta la cancioncilla nupcial tarareada constantemente, incluso un "¡Que vivan los novios!" final al que se unieron las personas que en ese momento se montaron en el ascensor. Cómo no, cuando se entregaron los anillos, lo hicieron en el salón delante de todos... y poniéndoselos con la boca directamente en los dedos. Fue una vivencia muy buena, lo pasé muy muy bien. Qué pena que esas cosas no se vuelvan a repetir...

Con ellos tres, Paco, Marcos y Azul, pasé la mayor parte del tiempo. Recuerdo: Paco, chico "interesante", compartimos muchos gustos, solemos discutir de filosofía y muchos otros temas; Marcos, compañero de clase desde primero de ESO, aunque tan solo eso; Azul, chica también interesante, le encanta La Casa Azul (de ahí su sobrenombre), de extrema belleza, cuya madre es fotógrafa y me pasa libros del tema para aprender. Practicando esos extraños juegos, hablando en los camarotes, jugando al Trivial o al Intelect, paseando, hablando, y sobre todo, riendo. ..Lo mejor del viaje sin duda fue estar con ellos, más exactamente, con Paco. Descubrí a una persona nueva allí, que me encantó. En varias ocasiones mantuvimos conversaciones muy interesantes de temas profundos, que no esperé encontrar allí. Fue una experiencia muy enriquecedora en ese sentido, el encontrar una persona en mi clase con la que disfrutar las cosas. 

Y tras la penúltima noche a bordo, una de las que más duró, nos fuimos a dormir, para levantarnos en Atenas, durante el séptimo día de nuestra travesía.


(Continuará... y acabará... algún día xD)

jueves, 16 de abril de 2009

Poema de Pedro Salinas

Lo estamos dando hoy en clase y me parece fascinante. Es genial este tipo. Con este poema, expreso exactamente lo que siento, lo que sé. Espero que os guste, y que lo entendáis bien. Quizás el martes postee un comentario crítico sobre el poema, si me da tiempo ^^


¿Serás, amor, un largo adiós que no se acaba?
Vivir, desde el principio, es separarse.
En el mismo encuentro
con la luz, con los labios,
el corazón percibe la congoja
de tener que estar ciego y sólo un día.
Amor es el retraso milagroso
de su término mismo:
es prolongar el hecho mágico
de que uno y uno sean dos, en contra
de la primer condena de la vida.
Con los besos,
con la pena y el pecho se conquistan,
en afanosas lides, entre gozos
parecidos a juegos,
días, tierras, espacios fabulosos,
a la gran disyunción que está esperando,
hermana de la muerte o muerte misma.
Cada beso perfecto aparta el tiempo,
le echa hacia atrás, ensancha el mundo breve
donde puede besarse todavía.
Ni en el lugar, ni en el hallazgo
tiene el amor su cima:
es en la resistencia a separarse
en donde se le siente,
desnudo altísimo, temblando.
Y la separación no es el momento
cuando brazos, o voces,
se despiden con señas materiales.
Es de antes, de después.
Si se estrechan las manos, si se abraza,
nunca es para apartarse,
es porque el alma ciegamente siente
que la forma posible de estar juntos
es una despedida larga, clara
y que lo más seguro es el adiós.


¡Un besazo a todos!

PD: Sigo estudiando... el examen de Historia... bueh, los he hecho mejores...

martes, 14 de abril de 2009

Empieza el momento decisivo.



Espero que sepáis comprenderme. Supongo que no será muy difícil, ya que muchos de vosotros también estaréis en mi situación. A las últimas de 2º de Bachillerato, una temporada repleta de exámenes, trabajos y obligaciones para subir nota, con el objetivo de alcanzar la media que queramos y podernos sentir orgullosos de nuestro esfuerzo. Por ello, durante estos meses, y hasta que termine Selectividad, desapareceré más que nunca, aunque jamás definitivamente, seguiré escribiendo, solo que más esporádicamente. Ahora empieza la carrera, y he de apartarme del ordenador, que me distrae mucho. Por ello, ya ni lo enciendo, tan solo una media horita, hoy, para leer algún blog, escribir esto, y poco más. De vez en cuando pondré algún poema, alguna canción, algún pensamiento. Estoy perdiendo el hábito de escribir por placer, y es una pena, habré de reengancharme en el verano.

¡Qué ganas tengo de que terminen ya los exámenes! Estoy estresadito, y eso que acabo de comenzar. El jueves tenemos un examen de Historia, sobre la Segunda República, que empecé a estudiar ayer. Todo el mundo lo lleva fatal, y podríamos haberlo cambiado para la semana siguiente sin problemas... de no ser porque una niña se empeñó en decir que no, porque ella tenía que recuperar un examen esa fecha alternativa y no le venía bien, así que nos jodimos todos. Odio a esas personas, que fastidian por el simple hecho de fastidiar a los demás. Veo que poca gente es capaz de sacrificarse un poco por el bien de todo el mundo. Una lástima que el mundo sea así, y que yo me irrite tanto por esas cosas.

Después de Historia tocará Francés, la semana que viene Matemáticas, Estadística e Inglés, la siguiente Literatura, Física y quizás Filosofía.... no pararemos hasta llegar al 20 y algo de Mayo, que es cuando cesan las clases. Después, una semana de exámenes, para recuperar o para hacer globales, otras dos semanitas de estudio intensivo por mi cuenta de todo un poco para la temida Selectividad... recibir las notas... ¡e irme a Logroño!. Dentro de unas semanas se lo plantearé a mi padre, cómo hacer para ir a ver a eGeo. Sería como tomarme unas minivacaciones para mí mismo. Espero que lo entiendan. Creo que me lo merezco, ya que no le he rechistado ni una vez en estos más de 6 meses que llevo con eGeo sobre la distancia.

En fin, me toca seguir. No empiezo fuerte el trimestre, la verdad, académicamente hablando, ya que no voy bien preparado al examen. Espero mañana darle el último empujón y tenerlo bien estudiado. Al menos, estoy con un ánimo excelente. El viaje me ha cambiado. Ya soy muuucho mejor ^^

¡¡Un besazo a todos!!

sábado, 11 de abril de 2009

Se acabó lo que se daba- Kusadasi, Bodrum y Rodas.



La segunda noche a bordo la pasamos ya navegando por el pequeño Mármara, con ese leve balanceo característico. A las 8 estábamos ya en pie, rápido pero opíparo desayuno, lavado de cara y con mochila a la espalda, listos para conocer Éfeso. No me defraudó, era más de lo que esperaba. Enorme, una multitud de ruinas milenarias entre las que podíamos vaguear y descubrir lugares nuevos, aunque, claro está, haciéndonos paso entre las hordas de japoneses con sus cámaras profesionales. ¿De verdad todas las personas que veo con cámaras réflex le dan un buen uso artístico, explotan todo su potencial creativo? Porque me parece en muchas ocasiones que soy el único entusiasta en esto...

En Éfeso, a unos kilómetros de Kusadasi, que era el puerto en el que parábamos, hacía calor, un calor que se repitió en Bodrum y Rodas. Bodrum, resultó ser una simple escala en el trayecto en un pueblo cualquiera, sin mucho que observar, un pueblo bonito, sin duda, pequeñito justo a la vera del mar, pero poco más, aunque antaño fuera la gran Halicarnaso, con su famoso Mausoleo ya desaparecido. Allí hicimos la mayoría de las compras: camisetas, figuritas, pins, azujelos, libritos, sobre todo cachimbas (o narguiles), de las que no compré, ya que no me gusta fumar (he probado a fumar en una cachimba, y no me disgustó, solo que tampoco le veo ningún interés). Encontré una tienda fabulosa, hecha a mi medida: camisetas de todo tipo sobre héroes de la ficción, o personajes tales como Bob Esponja, The Simpsons, o los de Nightmare before Christmas, al igual que muchas figuritas de los mismos. Allí me agencié dos camisetas, una para Lírika y otra para Sally, a ambas les encantó... y ahora me arrepiento de no haberme comprado yo otras tantas para mí, ya que estaban tiradísimas. Eso es lo bueno de allí, que todo es muy barato, absolutamente todo... lo malo, que en la mayoría de las ocasiones, lo que compras es falso, por ello es barato, a excepción de las compras que yo hice.  

Otro día más en barco, después de la mañana en Bodrum fue la primera y única vez que disfruté de las piscinas del barco. No me llegué a bañar, porque yo para eso tengo que tener mucho calor, aunque sí tomé el sol como Dios manda. En el barco había gente de todo tipo, desde ricos, hasta personas de más baja condición, como éramos nosotros. Había gente guapa y simpática, muchos gays como los de la universidad de Murcia, y también palurdos de otro instituto que nos acompañaba, de los de la Málaga profunda, como los denominaba Paco. De todos ellos, tan solo se salvan dos, uno que era descaradamente gay, que no paraba de echar el ojo por ver si pillaba cacho con alguien, que poco consiguió (yo también le tenía echado el ojo a él, aunque nada más que por curiosidad), y otro al que si que no le pude quitar la vista de encima, y no precisamente por que pareciera gay, sino más por su parecido físico. Era el mismo, clavadito a él. ¡Era el doble de eGeo, de mi novio!. Hasta dos personas más pudieron corroborar que la misma persona que se nos ponía delante era clavadito a la foto que me había pasado mi novio una semana atrás, con el pelo corto de hace dos años. Ni su nombre pude adivinar, se mostraba muy esquivo. Pero tenía algo, algo en su mirar, en su forma de moverse, en su alta y delgada figura, que me recordaba mucho a él. Por ello se me iba la mente volando, mil suspiros escapaban de mi pecho y un corazón se estremecía cada vez que pasaba cerca, pues era la vez que más cerca me había sentido de mi novio en muchos meses, por ver a alguien parecido y por navegar sobre un mar que lleva su nombre. Lo perdí de vista y ni por el tuenti lo encuentro. En fin, quizás solo fue un fantasma que vino a recordarme con más exactitud aquello de lo que pensaba tanto.

Al día siguiente desembarcamos en la también calurosa Rodas, capital de la isla del mismo nombre, tan conocida por el Coloso, sexta de las Siete Maravillas que presidió el puerto en la antigüedad. Habíamos dejado ya Turquía, y con ello Asia, y habíamos pasado a mi Europa querida, a la Grecia desconcoda, en un cambio que al principio pasó desapercibido, pero que enseguida se hizo patente... más que nada, por el lenguaje. El centro era encantador, todo un pueblo medieval, de casas de piedras que atestiguaban toda la historia que por sus calles había rodado. También de compras, visita a algún museo, y vuelta al barco. Había que llegar a Heraklion, que se encontraba bastante lejos y por ello necesitaba un largo trayecto. 

Por ahora, el viaje iba perfecto, aunque poco a poco se iba acercando, lamentablemente, su fin. Una pena, una verdadera pena. 

¡¡Un besazo a todos!!


PD: Tenía pensado volver el domingo por la tarde, pero ya que ha muerto el tío Juan, alguien cantaor a quien apenas conocí, he tenido que volverme el viernes a Fuengirola, aunque hoy Sábado ya esté en casa de Martin pasándolo bien en mis verdaderas vacaciones. ¡El lunes, más y mejor!

PD2: Foto de Bodrum... poseía un Mausoleo, también una de las Siete Maravillas del Mundo, pero al ser destruída utilizaron sus restos para crear este castillito tan mono que había.

miércoles, 8 de abril de 2009

Se acabó lo que se daba - El viaje y Estambul.



Pues eso chicos, ya acabó mi dicha. Ahora, de nuevo, la rutina, los estudios, los padres, las comidas repetitivas, la pesadez, el aburrimiento. Adiós al barco, al viento salado en la proa, a la convivencia perpetua con mis amigos, a los descubrimientos de nuevos sitios, a la música por la noche, al pianista y al contrabajista con sus instrumentos, a nuestra querida asistenta de habitación, a los divertidos camareros, adiós a la paz conmigo mismo con y con el mundo. Adiós al entrañable balanceo del barco. Es una de las cosas que más echaré de menos. Me encantó.

Sin duda, todo ha sido una experiencia inolvidable, que me ha marcado. No lo imaginaba así, sin duda. Desde que salí desde el Parque Acuático de Fuengirola a las 12 de la noche del domingo día número 29 de marzo, hasta la llegada este martes a las 6 de la mañana, no he parado de maravillarme. El viaje de ida fue, como todos, pesado, muy pesado. 7 horas de autobús, varias horas esperando en el aeropuerto de Madrid, después otras 4 horas de leve vuelo hasta Estambul, más horas allí aguantando la espera... y finalmente, divisar el crucero, hacernos una foto de bienvenida con nuestras espléndidas caras demacradas por el cansancio, y subir a bordo.

El barco... lo mejor. Impresionante. Sin palabras me deja. Será porque yo nunca he visto nada igual, sumido en mi ignorancia, pero me pareció mejor que el Titanic y cualquier barco que se pusiera delante. 10 plantas, con un teatro, varios restaurantes, un buffet, bares, tiendas, un pedazo de casino, biblioteca, sala de videojuegos, sala de juegos de mesa, gimnasio, exposición de cuadros, estudio fotográfico, y mil y un cosas más. Todo de lujo, muy luminoso, buena decoración, y la tripulación de lo mejor: la mayoría surafricanos, pero encantadores, divertidos y muy amables, con un colegueo que daba gusto.  Las habitaciones no eran muy grandes, de ínfima clase, pero suficientes: se componían de dos camas separadas y sobre cada una de ellas una litera plegable, una pequeño baño con diminuta ducha, unos espejos, cajones y unos armarios. Las camas, no las utilizamos para nada, tan solo la parejita que nos acompañaba, y no precisamente para dormir. En el camarote hubo un buen rollo increíble, nos organizábamos bien, a pesar del estrecho espacio del que disponíamos, al contrario que los demás. Por ejemplo, el contiguo (todos los de mi instituto estábamos distribuidos en habitaciones muy cercanas), en el que convivían Marcos, Lea, Azul y otra chica más, era un caos constante. Peleas, desorganización, suciedad, ropa por todos sitios, quejas por quién tarda más o menos en arreglarse... un desastre. Menos en el nuestro, que todo fue como la seda.

Al fin, estábamos en el barco. Lo visitamos un poco tras ducharnos y cenar en el exquisito restaurante, y sobre las 12 ya estábamos en la discoteca. Hasta las 3 aguantamos, no podíamos más. Dormimos unas tres horitas o cuatro horitas, y ya de estábamos de pie preprarados para visitar Estambul, con su Mezquita Azul, su Gran Bazar y su maravillosa Hagia Sofía. Me encantó Estambul, fue una de las ciudades que más me gustó, si no la que más. A la tarde de nuevo en el barco, a disfrutar. Verlo zarpar fue lo mejor, ese leve vaivén de las olas que nos hacía balancear el cuerpo, al principio me mareó, pero luego me hizo sentir bien.

No me lo creía. Estaba de crucero, surcando el mar del Mármara entre dos continentes, con amigos, no los mejores, pero amigos, al fin y al cabo, y con mi cámara, mis ganas de conocer cosas nuevas, y mis fuerzas que se reponían cada vez más para alcanzar aquello que tanto deseaba: realizar ese mismo viaje con mi niño.


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Y ahora, desagradable escisión durante unos días. Me voy a Torre del Mar dentro de una hora, y no volveré hasta terminar la semana. Puede que, si hay suerte, el viernes me vaya a casa de Martin de nuevo, a aquella casita donde pasamos aquellos días tan estupendos. Hay problemillas en casa, mis padres no están conformes, porque hoy mi hermana se va con su novio a Cádiz y yo me voy el viernes, apenas estaremos en familia pintando la casa, que es lo que tenían planeado hacer. Yo lo siento mucho, pero esto es así. Cada vez será más difícil reunir a la familia, cada uno con sus historias, sus ocupaciones y sus intereses. Es triste, pero así es la vida.


¡Ya estoy de vuelta, señoras y señores!

¡¡Un besazo a todos!!

viernes, 3 de abril de 2009

Medio año.


Pues sí. Hoy, hace justamente 182 días, 26 semanas, seis meses, medio año, una décima de lustro, 0'0005 milenios, hace 4368 horas estaba allí, en la pasarela al lado del río Ebro, sintiendo por primera vez unos labios en frente de los míos. Era feliz, estaba contento, porque por una vez no estaba solo. Alguien había delante de mí que solo tenía en cuenta mi presencia.

Ahora estoy a miles de kilómetros, en algún lugar perdido del mar, paradógicamente, del mar Egeo. Más lejos que nunca, pero tan cerca.  Recuerdo tus labios, tu altura, tu pelo, tus dedos largos, tan parecidos a los míos. Esta noche estaré en cubierta, olvidando dónde estoy, qué es lo que hago y lo que soy, y tan solo pensaré en tí. Buscaré tu silueta entre las estrellas. Millones de estrellas que llevan ahí desde el principio de los tiempos, y que ahora adoptarán una posición determinada para tí y para mí, para nosotros. Porque estoy deseándolo ya, todo el mundo está expectante, estos dos chicos han de encontrarse, de vivir juntos. Se lo merecen, se lo han ganado, ha de ser nuestra recompensa por todo lo que hemos pasado. Al menos yo, siento que es una deuda que la vida tiene conmigo. Ha de darme eso que necesito, si no, sería demasiado perra, intolerablemente mala con alguien que no le ha hecho nada.

Pero sí, lo vamos a conseguir. Tenemos apoyo, mucho apoyo, tanto vuestro, como de mi padre. Sobre mi madre aún no se sabe nada, no quiere hablar del tema. De su madre, bueh, tampoco podemos esperar nada. Pero lo que si nos tenemos es el uno al otro. Esas ganas de estar juntos pueden vencer a todo lo demás. Sabemos que esto es un suicidio, que lo estamos pasando mal, será que somos masoquistas. Algunos problemas surgen entre nosotros, pero todos causados por lo mismo: la distancia. Y el puto móvil, que creo que machacaré cuando esté con él. Sabemos, como he dicho, que esto nos está haciendo mal... pero es la esperanza por estar bien de verdad, felices, abrazados, lo que nos empuja a seguir. Por mi parte,  además se le suma el afán por ganarme lo que me merezco, y supongo que por la suya también. Estoy deseando por fin regodearme de todos los que no creyeron en mí, de los que me quisieron hacer daño, y de los que lo consiguieron. Quiero también demostrar que todo es posible, todo, si se tiene amor, paciencia, y buena voluntad. Quiero ser un ejemplo a seguir, alguien en quien inspirarse, alguien que motive a los demás. Quiero ser aquello que yo siempre admiré.

Y, sobre todo, quiero estar con mi niño. Quiero pasear con él por las calles de Granada, por el Albaicín, invitarle a unos churros por la mañana, a unas tapas y una cervecita (si bebemos) antes de comer, robarle besitos en el cuello abrigado, acurrucarme entre él y un café cuando haga frío, pisar las hojas secas en otoño, pasear por el campo de mi abuelo en primavera y traérmelo a Fuengirola en verano. Aquí subiremos al castillo por las noches, visitaremos el gran zoológico, le haré fotos haciendo el payaso y él me las hará a mí, nos pondremos serios e iremos al teatro, también tomaremos el sol en la playa, y nuestros cucuruchos de la Heladería 900 chorrearán sabores nuevos que probaré en sus labios. Le mostraré la noche fuengiroleña, los locales por los que salgo, le enseñaré a tomarse un chupito de gelatina, y le presentaré a toda mi gente. Y viajaremos, viajaremos a todos lados. Me enseñará italiano en Roma, yo le mostraré Oberammergau y Freising, los pueblos alemanes donde estuve, mejoraremos nuestro inglés en Londres y nos besaremos en lo alto de la Torre Eiffel. Haré con él el mismo crucero, podré mirar con él por la borda como ahora. Estoy deseando hacerlo. Quiero que sea parte de mi vida. Así ella cobrará sentido.

Y si quieres, puedes.

Pero hay que seguir esperando. Eso sólo son elucubraciones, planteamientos, pero no sueños. Son posibilidades. Pueden ser, o no. Y por lo pronto, estoy feliz porque estamos más cerca de conseguirlo que de no conseguirlo, hay más probabilidad de acierto que de error. Ha pasado medio año muy duro, pero haré todo lo posible para vernos en menos de 4 meses, entonces todo ese sufrimiento habrá merecido la pena. Estoy impaciente. Sé que debería aprovechar el tiempo aquí, pero es que la única motivación que me sostiene es nuestro encuentro. Que se hará, prometo que se hará. Os lo merecéis, la Historia se lo merece. Nos lo merecemos.


¡Un besazo a todos, otro más grande aún para el niño de mis ojos!




Te quiero ^^