lunes, 2 de marzo de 2009

¡Eres injusto, César Augusto!


Pues eso, que hoy estoy algo cabreadillo. Con mi hermana y con el mundo en general.

Pues nada, que ha vuelto a pasar. Una vez más, como en cada comienzo del mes, ha llegado su factura del mòvil. De nuevo, se ha excedido de 60 euros. ¿sabéis en qué se va la mitad de esos 60 euros, aproximadamente? En mensajes y mensajes, cientos de mensajes, todos para su novio. Ella se excusa diciendo que es para sus amigas, pues siempre ha ella de organizarlo todo, y eso pues le hace gastar... pero es que la otra mitad se le va hablando por teléfono. Hablar por las noches y gastarse 30 euros en su novio, bueno, yo gasto unos 25 con mensajes incluídos, hasta ahí lo puedo comprender, aun así me sorprende que ella no haga el esfuerzo por ahorrar. Pero lo fuerte es que ella ve a su novio todos los días, por las tardes desaparece para perderse con él. Y aun así, tiene que mandarle unos 5 sms al día y llamarlo hasta las tantas. Joder, que lo haga yo, que tengo a mi novio a 900 km de distancia, pues lo entiendo y lo entiende cualquiera... pero vaya, que lo haga ella, que no se puede quejar de nada... no, no, eso si que no lo puedo entender.

Encima dice que ella intenta ahorrar, sí, pero que no puede. Que se tiene que comprar ella su ropa, más lo del movil, y más otras cosas, que se queda sin nada de la paga, que no son ni más ni menos que 150 euros. Bastante buena es la paga, vaya, para desperdiciarla así. Yo, en cambio, llevo las finanzas genial, de esa mensualidad rarísima vez me gasto ni la tercera parte, tengo más de 700 euros ahorrados, para fundirlos en una cuenta del banco con lo que ya tenía y con lo que tendrá eGeo. Ella no tiene nada. Tiene la cara, además, de decirle a mi padre que al menos se contiene y no se compra cosas caras... ¡pues vaya alivio!.

Otra cosa más: plantea de nuevo cambiarse de compañía. Al principio estaba en Orange, pero como gastaba mucho, se pasó a Movistar, alegando que la oferta era mejor. El primer mes, se gastó más de 100 euros, y de 60 no ha bajado. Ahora dice que se quiere cambiar a Vodafone, diciendo que le saldrá más barato. Claro que le saldrá barato, a mí me sale, pero siempre que lo haga bien, porque la veo llamando a horas indebidas (I mean, antes de las 6 de la tarde), o inchándose a mandar mensajes, que son algo más caros. En fin, que de nuevo se quiere gastar un pastón en un móvil nuevo, móvil que mis padres le regalarán, ya que ella no tendrá dinero ahorrado con que pagarlo, dinero que mis padres antes le habían dado... Osea, esta es la situación. Todo el dinero proviene de mis padres, directa o indirectamente. Tan sólo que mi hermana lo funde inmediatamente, y yo lo conservo para un futuro. Lo que más me jode de todo es que mi hermana podrá pedirle en un futuro todo el dinero que quiera a mi padre, que se lo dará, mientras que yo haré acrobacias para llegar a final de mes junto a mi novio, por no pedírselo, porque parece ser que soy el único que ve cuánto ha dado mi padre por nosotros.

En fin, que me repatea mucho todo esto. Me parece injusto, mucho, mucho. Que mi hermana tenga a su novio todos los días esperándola, que se enfade, cabree y patalee porque una tarde no puede verlo, y que encima proteste cuando mis padres le aconsejan que no debe gastar tanto dinero. Porque mis padres no es que regañen, eso en muy pocas ocasiones pasa, sino que ellos aconsejan, advierten, intentan plantear el problema e insinuar que se debe arreglar. Yo, en ese caso, siempre colaboro, o lo intento, me callo, luego medito las cosas, saco mis conclusiones, y actúo de acuerdo con lo que ellos quieren y yo he pensado. Pero ella no, qué va, ella salta, protesta, y se niega a escuchar. En ese momento, sentados en la mesa, tenía ganas de tirarle el plato de garbanzos en la cara. No le deja siquiera a mi padre hablar, escucharle. Aunque ella luego pase de todo y le importe un pepino lo que oiga, debería dejar a mi padre decir su opinión, al igual que ellos escuchan la de ella con total devoción. Porque es la función de mi padre, advertirnos, aconsejarnos, decirnos lo que nos tiene que decir, necesita decirlo para sentirse tranquilo, y yo lo comprendo.

Total, que sigo un poco agrio con el tema. A ver si esta noche vuelven a hablar, en este caso sí diré yo todo lo que pienso. Aunque apartados, sí me gustaría decirle a mi padre que no me parece justo que ella pueda hacer todo ello sin reprimenda alguna (porque ellos al final no se atreven a cortarle el grifo del dinero), y yo tenga que esconderme por la noche para hablar con mi niño contando los segundos que quedan. No. NO ES JUSTO.


Pero bueno... el futuro dirá, dirá mucho, y pondrá a cada uno en su sitio.



.... o eso espero, por la parte que me toca.


¡Un besazo a todos!