jueves, 18 de diciembre de 2008

¡A aprovechar las vacaciones!



Voy a salir todos los días que pueda estas Navidades. ¡Me lo he ganado!

Voy a hacer fotografías de día y de noche a mis amigos, saldré con ellos a bailar, iré al Vialia en Málaga en alguna que otra ocasión, veré alguna película con Sally y Sarita, hablaré con eGeo, me acostaré tarde, y, por supuesto, escribiré.

La tarde de ayer la pasé casi en su totalidad con Sally y Sarita. Fue una de las mejores tardes que he pasado con ellas, por eso quiero plasmarla aquí. Para que se quede siempre en el recuerdo imborrable, en mi blog.

A las 6 y media había quedado en la puerta trasera del centro comercial con ellas dos, la parejita de la chica inglesa, y otros dos chicos más. Lo primero que hicimos fue ir de tiendas. Las chicas probándose cosas, y nosotros, los "machos", fuera, casi sin hablar, viendo la gente pasar. El centro comercial estaba triste... a pesar de que de fondo se escuchasen villancicos adulterados que intentasen crear ese ambiente navideño feliz, animado y redulzón de las películas americanas... pero no lo conseguían. Al revés, era más deprimente. Un contraste enorme, una diferencia abismal entre esa felicidad... y la realidad. La tarde era fría, mucho, corría viento, y los trajes oscuros iban agarrados a sus los alabados paraguas. Muchas parejas paseaban bajo el techo coloreado de girnaldas, se paraban a ver el inmenso pseudo-abeto, y continuaban hasta la cola de la máquina de palomitas de maíz. Lo único bonito que tiene el centro comercial, el puesto de Belros. Miento, hay algo más, y son los dependientes de Tommy Hilfiger y Zara... ¡pero qué chicos, por Dios, qué chicos!

Verle vestidos y más vestidos, eGeo, prométeme que nunca serás tan pesadito con las compras como las chicas, porque me desesperan. Aunque lo confieso... entré en Pull and Bear y me convertí en otra fémina fanática de la moda más. Estuve un rato, y al final, tras probarme la ropa y pasear ante las chicas cual modelo, me llevé una camisa oscura negra y roja de cuadrados, un jersey de punto, con cuello de pico, negra y algo de gris delante, y una camiseta de líneas horizontales morada. Mono mono mono, me quedaba todo ajustado, perfecto, como a mi me gusta. Y con dos juezas de lujo. Salí con las tres prendas nuevas y 70 euros menos de mi bolsillo, pero salí contento. Me gusta comprar, cuando tengo ganas de comprar.

Entonces empezamos a dialogar entre todos. Queríamos llegar a un consenso, qué es lo que haríamos en nochevieja, a dónde iríamos y tal. Al final, tras casi convertirse en una discusión, la parejita se iría a una discoteca, yo me quedaría dando una vuelta fuera con Lara y el que quisiera apuntarse, y las chicas, Sarita y Sally... pues no saben qué harán. Me dicen de ir a la discoteca... pero es que paso, rotundamente. Me sale por 60 euros pasar una noche con mil tios borrachos, 60 euros que todo el mundo amortiza en alcohol... y que yo no voy a aprovechar. No me sale rentable, para nada, prefiero salir esa noche con poco dinero, y ajustarme a lo de siempre. Las chicas dicen que es una noche especial, que hay que hacer cosas distintas y tal... pues yo no pienso eso. Si me sobrase el dinero, y estuviese bien acompañado, pues si que me iría a la discoteca para luego terminar comiendo churros en cualquier cafetería. Pero yo lo veo una noche normal, como cualquier otra, sólo que estaré más tiempo. Lo importante para mé es estar con los míos, con los que quiero. Lo demás, el lugar y la música, me da igual, no es tan importante. Sí será importante el año que viene, pues le he hecho prometer también a eGeo que vendremos en Navidades a pasar Nochevieja en Fuengirola. Lo necesito, sería una victoria personal sobre todo el mundo. Al fin realizar mi sueño, pasar al nuevo año rodeador de las personas que más quiero, darle las uvas y luego empezar el 2010 prendado de sus labios.

El caso es que llegamos a la conclusión de que no podría haber conclusión alguna. Cada uno haría lo que quisiera. Algunos se mosquearon, otros impusieron su opinión, yo dí la mía y me senté al margen en uno de esos comfortables sillones de masaje que hay... que te dejan como nuevo... siempre que eches el euro conveniente, para unos minutitos de placer, que por supuesto no pagué. Me estaba quedando fritito... estos días estoy muerto de cansancio... como terminaron los exámenes, y con ello el estrés, los nervios que me permitían estar despierto muchas horas desaparecieron, y el sueño acumulado reclama sus derechos. Me tuve que levantar a despedirme de la parejita y los chicos, pues se iban, dejándonos a Sarita, a Sally y a mi solitos. Estuvimos viendo algunas tienditas más, y, ya que eran casi las 9, nos fuimos a cenar al Burguer King.

Ahí pasé uno de los momentos más deliciosos de mi vida. A parte de la hamburguesa, que me pareció más rica que nunca, charlar con ellas sobre el futuro, sobre mi, sobre eGeo, sobre Sarita y sus historias, sobre el novio de Sally, sobre la posibilidad de la bisexualidad en ellas ymuchas más cosas, fue precioso, cualquier tontería nos hacía estallar en risas. Hacía tiempo que no tenía conversaciones largas, que no hablaba de mi novio sin tapujos, de nuestros planes y tal. Le enseñé nuestras fotos, incluso una pequeña parte del vídeo. Se alegraron mucho por mí, yo también estaba alegre. Todo era perfecto. Como anecdotita... os contaré que yo empecé a jugar con un paquetito de Ketchup. Lo retorcía y volvía a retorcer... hasta que oigo que el limpiador que estaba al lado de nosotros haciendo su labor dice que es imposible de romperlo. Entonces me fijo... y veo que es un chico joven, de unos 22 años, no precisamente un adonis... pero por su voz y sus pintas, otro gay gay gay. Le dije que conseguiría romperlo, él siguió con la escoba y yo torturando al pobre paquetito rojo. Las chicas me dijeron que no paraba de mirarme, que se le veía interesado en mi... y yo me ponía rojo, me reía, y de vez en cuando giraba la cabeza... en efecto, me miraba. Pasé de todo, hice como si nada... aunque seguí estrangulando el paquetito... hasta que lo maté. Su "sangre" salió disparadas sin remedio hasta mi chaqueta... pero no importó, rápidamente lo limpié. Dejamos las bandejas entonces en su sitio, y a la salida, veo que desde detrás de esas máquinas enormes de las cocinas, asoma la cabeza para mirarme. Me río entonces, y me vuelvo con mis chicas.

Es curioso... pero desde que tengo novio, los chicos se acercan a mí. En varios he visto ya sus intenciones, la mayoría por el msn... pero ellos ya saben. "Se sienteee, tengo novio!" Y paso a relatarles resumidamente nuestra historia, para que vea lo fuerte que es y lo enamorados que estamos. Pero sigue pareciéndome curioso... el primero fue en Burgos, cuando hice el camino de Santiago. El mismo día de llegar desde un pueblito perdido, durmiendo todos los del grupito que habíamos formado en el mismo albergue, atravesar Atapuerca, campos, montañitas y el apestoso aeropuerto de la ciudad, soltar las cosas en el hostal anteriormente reservado y comer en un restaurante de lujo todos los del grupo... estuve visitando la imponente catedral. Bellísima. En el museo que hay debajo, vi a un chico muy mono, contándole a sus amigos cosas muy curiosas de los cuadros. Se le veía una persona muy muy interesante... por lo que me pegué lo máximo que pude, para que se fijase en mí. Por lo visto lo conseguí, pues después dando una vuelta por la plaza delantera volví a encontármelo. Me pidió que le hiciese unas fotos delante de la catedral... y lo hice lo mejor que pude. Entonces, al oírme hablar, me preguntó que si era de Andalucía... ya que una de sus amigas era de Córdoba y teníamos el acento muy parecido, él era de Valencia. Me estrechó la mano, y se despidió de mí "Que te vaya bien, chico", con una mirada tierna, demasiado, que yo no pude dirigir. En ese momento, y en todos desde una semana antes de aquello, mis miradas tiernas iban dirigida a una persona. Ahora, sólo puedo dirigirlas a una pantalla de ordenador fría, pero le prometo a mis ojos que volverán a ver los bellos atomitos de eGeo algún día.

Después de cenar nos despedimos con un fuerte abrazo triple. Yo en mi motito, y ellas en la de Sally, rodamos por las carreteras juntos un rato, hasta que tocó separarse. Llegar a casa, y lo de siempre, ver el Internado (que está super aburrido ahora), acostarme, y conciliar el sueño después de hablar con mi cielo.

Hoy escribo esto demasiado tarde, ya que he pasado parte del día fuera... aunque no he hecho cosas muy interesantes. Salir con Dani por la mañana, comprarme un Pen-Drive de 4 gigas preciosísimo, chatear con él, y por la tarde irme a la tetería con Sarita, Sally y demás, aburrirme y salir a hacer fotos a la calle, encontrarme con Alex y más chicas y pasear con ellos. No estaba hoy muy hablador, no sé por qué, por nada en especial, así que me aburrí y se aburrieron un poco.

¡¡Eso es todo amigos!!

¡¡Un besazo a todos!!