No, no hubo nada de sexo entre plato y plato, si es a eso a lo que os recuerda el nombre de la entrada. Simplemente es que, cuando mi padre y yo llegamos de dar el paseíto (yo más feliz que unas pascuas), la familia india había venido para cenar con nosotros.
Me encanta que venga gente a cenar a casa!! Entonces me visto bien, me ducho y me pongo perfumes, pongo alguna velita en el salón, y preparo la mesa grande de comedor que nunca usamos. Los hago pasar a la salita, y me voy a la cocina a prepararle algunas tapitas... rebanadas de pan tostado con patés, patatas, queso, más pan, bebidas... Luego me voy a la tele, pongo el Satélite Digital, el canal de Radio, y música de siempre, o algo de jazz, para crear ambiente. Charlamos y luego vamos a la mesa grande, ya preparada con mantel largo, servilletas de tela, cubiertos buenos, doble vajilla y vasos finos. Y comemos. Luego vienen los postres, que siempre suele haber alguna tarta o algo, y me levanto a quitar la mesa. Más tarde, un whiskicito para el que quiera, y para el que no, que coja lo que desee de la nevera.
Pero ésta vez fue distinto... con ellos pocas veces consigo planearlo todo bien, como a mí me gusta. Y es que se presentan sin avisar, de repente, así que hay que improvisar totalmente sobre la marcha. Acabamos comiendo pizzas congeladas hechas en el horno... pero qué importaba? Olvidándonos de todos esos detalles y superficialidades frías del protocolo, lo importante era que comíamos casi en familia. Ellos para nosotros son parte de la familia... los hijos, Iñaki y su hermana, han estado viviendo con nosotros un tiempo, en la época en que su madre trabajaba todo el día limpiando. Así que ya no hay ni que prepararse, es incluso más cómodo que cuando viene un tío o mi prima y no nos tenemos que preocupar por nada.
Así que se presentaron allí sin avisar... La hermana, a la que llamaré Miriam, porque a finales de mes aparecerá cada día en mi vida (y es que se viene con nosotros de camping), venía como siempre, con su laaargo pelo negro, su piel oscura, grandes pendientes y ropa algo holgada, muy mona como siempre. El hermanito, Iñaki, ese chico con el que se puede decir que tuve mi primera experiencia, venía increíble. Ha cambiado muchísimo... gorra de marca (ahora no recuerdo cuál...), camiseta de DC, pantalón de Levis seguro, zapatillas gruesas también de DC ... y una incipiente barba, que le daba un aspecto distinto ahora que se está dejando el negrísimo pelo algo largo, bastante interesante y mono, la verdad. Aish, no pude evitar pensar en todo lo que hacíamos... y me descubrí con ganas de más! Qué pena que no pudiese quedarse esa noche a dormir en mi casa... y es que juega al fútbol, todas las noches tienes entrenamiento con su equipo... y las noches que no, pues sale a emborracharse por ahí. Y la madre, como siempre de interesante. Hablando mucho con su extraño acento y con sus palabras sacadas del inglés, el portugués, o directamente inventadas por ella. Nos contó sobre el mes que pasaron en Alemania, y que ella directamente se fue en autobús a Lisboa cuando llegó del avión. Sus mil y una aventuras y anécdotas a lo largo de su vida, cómo estaba la situación en su país, en India, y en su ciudad, cerca de Goa. Alguna vez iré con ellos a India... porque van casi todos los años, y sé que yo no molesto. Lo malo... las inyecciones, que hay que ponerse muchos medicamentos para eso...
Como el cumpleaños de mi madre fue hace poco, Miriam les regaló un collage hecho por ella, con fotos de ellos que mi hermana y yo le fuimos pasando. Y quedó precioso, la verdad... detrás de la cartulina, venía una bonita dedicatoria, agradeciendo todo lo que habíamos hecho por ellos desde siempre. También le regaló a mi hermana un collage muchísimo más grande, con la forma de la incial de su nombre, y muchísimas fotos de ella, de momentos que hemos pasado juntos, y de la familia. Maravilloso todo... le dije que era injusto, que yo quería una amiga como ella... y se rió, me prometió que para mi cumpleaños me haría otro :P.
La cena transcurrió normal, comiendo pizzas Tarradellas de las de siempre, pero en la mesa comedor, bastante extraño para mi. Hablé poco, la verdad, porque acababa de venir del paseo y de enterarme de que al fin vería a eGeo, así que imaginad en quién estaba yo pensando mientras los demás dialogaban. Sobre la 1 se fueron, porque mi padre trabajaba al día siguiente muy temprano. Me dio una pena!! Ojalá se quedasen mucho más tiempo... e Iñaki durmiese en mi cuarto, como los viejos tiempos! Jugaríamos a la nintendo DS o a la play, hablaríamos de todo, y al final... ejem, ejem! Pero me parece que pasará mucho tiempo hasta que vuelva a ocurrir.... una lástima!
Se fueron, y me fui yo a mi cuarto, con mi ordenador y mi mundo bloggero, hasta las 2 de la mañana... No estuve mucho, solo una horita, pero a esa hora entró mi madre a mi cuarto diciendo que qué hacía tan tarde en el ordenador, que me acostase ya, que si no pensaba o qué...
Ayyy, cosas que nunca entenderé... todo el mundo está en el ordenador por la noche.... pero yo no, a la 1 o 1 y media he de acostarme, y pasar dos horitas mínimo mirando el techo, porque tampoco me dejan leer... Qué ganas de independizarme, en serio! Yo sí sabría cómo vivir mi vida!!
Un besazo a todos!! ^^
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