jueves, 29 de enero de 2009

Día de perros


Hoy he tenido un día de perros, de perros perrísimos, enfurruñados, sucios, de esos con pulgas y el pelo pegajoso, que les huele el aliento a rata muerta y que no paran de molestar. Tengo pocos días así, pero en los que son así, no me aguanto ni yo.

Voy a hacer una pequeña enumeración de todas las cosas que hoy han salido mal.

  1. Me he levantado tarde. Eso es lo normal en mí, de no ser que esta vez ha sido así porque anoche dormí intermitentemente. Me dolía horrores la boca. Y es que, aunque no lo haya dicho aquí, desde el lunes tengo una molesta llaga en la lengua, muy atrás, cerca de las muelas. Al rozar un poco, ya me duele bastante, imaginad cuando me he levantado esta mañana con la boca seca y he ido a beber. El dolor ha sido insoportable.

  2. He decidido, ya que empezaba mal el día, hacer lo posible por cambiarlo. Y algo que me ayuda mucho a motivarme es ponerme ropa que me gusta, bonita, que me siente bien. Me he puesto mis zapatillas blancas, mi pantalón pitillo, mi camiseta de Desigual, mi jersey negro y mi chaqueta de cuero, monísimo había quedado. Hasta que, lavándome (dolorosamente) los dientes, se me ha caído pasta en mi queridísima camiseta. La he limpiado y listo, como nueva... hasta que en clase, a 2ª hora, volvió a salir el manchurrón blanco.

  3. Se me ha perdido el libro de lengua. Me he perdido parte de las explicaciones de Juan Ramón Jiménez, autor que me encanta, parte de literatura que adoro. No lo encuentro por ningún lado. Y dentro de muy poco tenemos examen de varios temas.

  4. También ha desaparecido mi mp4. El de Samsung, el que tenía toda mi música clásica y más personal, algunas fotos, y algunos poemas que me gustaban. Ahora no tengo nada de ello, y lo echo de menos. Quería mucho a mi mp4. Me costó 100 euros hace aproximadamente un año. Era precioso.

  5. El misterio de las desapariciones continúa, ya que ahora lo ha hecho mi pen drive. Un precioso aparatito muy muy muy pequeño, más pequeño que una moneda de un euro. Estaba sujeto fuertemente a la cadenita, que colgaba de mis llaves... pues ahora la cadena está rota, y el mini pen, lost como los de la isla. Creo que no tenía nada importante... quizás unas fotos de un cumpleaños de una amiga, aunque creo que las borré. Es una pena, me costó 15 euros, aunque lo adquirí hace tan poco que no llegamos a intimar mucho.

  6. Una de las cosas más importantes: que anoche no pude hablar bien con mi niño. Debido a un complot de Vodafone, nos cortó la llamada a la media hora. Nos llamamos más veces, pero enseguida se perdía la cobertura, no conseguimos hablar más de un minuto. Me logró llamar desde su otro móvil y pudimos despedirnos. Fue muy triste.

  7. Esta mañana he ido al dentista, porque mi madre estaba empeñada en que me mirase lo mío en la lengua. Resulta ser que era solo un mordisquito, que se ha infectado al rozar tanto con la lengua del juicio, que ha crecido mal. Ha cultivado mucho gérmen y lo ha empeorado todo. Dice (desgraciadamente para mí) que tengo que sacarme todas las muelas del juicio, que las tengo muy salidas, menos una, en la que será muy difícil la extracción. Ahora estoy con el miedo en el cuerpo, porque le tengo verdadero pánico a los dentistas y a los médicos (perdóname, medicuchillo, pero es así). Espero que sea tarde, no quiero sufrir todavía.
Todas estas circunstancias han hecho que hoy, a las 10 de la mañana, desista de todo. En clase estaba irritante, todo me molestaba, y no quería hablar con nadie. Una cara sombría se mostraba al mundo, la cual percibió la profesora de Literatura, que me preguntó si me pasaba algo. "Un mal día, simplemente", intenté ser amable con ella. Cuando no podía más llamé a mi madre y en la media hora siguiente me recogió de clase. Le he dicho que me encontraba muy mal, y que necesitaba estar en casa. Antes hemos ido al dentista, que está muy cerca de mi piso, y me ha dado la fatídica noticia. He pasado el día aquí haciendo resúmenes de historia, estudiando algo de dibujo, ya que mañana tengo el examen, y haciendo una historia para las clases de inglés.

Esta mañana estaba muy triste en clase. Estaba desesperado. Me dolía la cabeza, la garganta y la boca, me picaban los ojos, y me sentía desdichado al haberme manchado la camiseta. Pero sobre todo, me puse realmente triste cuando Kitty me dijo que se iría con su novio un fin de semana a Cádiz, si todo salía bien. Los dos solos, en los carnavales. La cosa empeoró esta tarde cuando mis padres me dijeron sus planes de irse juntos un fin de semana por San Valentín. Veo perfectamente cómo será ese fin de semana. Mis padres por ahí, y mi hermana saliendo todo el día, yéndose a cenar y a comer con su novio, y yo mientras aburrido, teniendo en la mano lo único que puedo tener. Un puto terminal de telefonía móvil. Esto me cabrea muchísimo... que lo único que me una a la persona a la que amo sea un teléfono. Es desesperante. Y muy, muy triste.

Menos mal que el día ya acaba. Ahora solo queda una hora y media de inglés, eso sí, sin apenas abrir la boca, me duele aún mucho. Lo siento por tí, eGeo, amor mío, pues esta noche me parece que no podré hablar toda una hora. Necesito descansar, recuperarme de la boca, y esperar a llegue un día mejor.

¡¡Un besazo a todos!!

PD: Adoro este cuadro de Goya... Perro semihundido en la arena.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Mucho ánimo, que incluso un día torcido sirve para caminar hacia delante. Te copio este poema de Juan Ramón, que espero te recuerde las cosas buenas que te aguardan en ese camino:

"Al fin, nos hallaremos. Las temblorosas manos
apretarán, suaves, la dicha conseguida,
por un sendero solo, muy lejos de los vanos
cuidados que ahora inquietan la fe de nuestra vida.

Las ramas de los sauces mojados y amarillos
nos rozarán las frentes; y, en la arena perlada,
verbenas llenas de agua, de cálices sencillos,
ornarán la indolente paz de nuestra pisada.

¡Mi brazo rodeará tu mimosa cintura,
tú dejarás caer en mi hombro tu cabeza,
y el ideal vendrá, entre la tarde pura,
a envolver nuestro amor en su eterna belleza!"

Cuídate la boca, ¡y no pierdas más cosas!

Un abrazo,
Nacho

Anónimo dijo...

La verdad que no ha sido un día para bailar muñeiras, pero bueno...días así los tenemos todos...

algunos los llevan mas o menos bien, pero otros, como yo, se ponen de una mala leche que vamos...i claro...eso dificulta más las cosas i lo demás sale de mal en peor...

ánimo chico!

saludos,
darri james

Bo Tare dijo...

Vaya, vaya... que mala suerte tío. Todo esto en un mismo día, es para estar bastante jodido en todos los aspectos. Las llagas esas son muy molestas, por experiencia lo digo. Que tristes son estos dias donde todo te sale mal y mal. Espero que el dia de mañana te vaya bien, ten esperanzas con alguno de los aparatitos, quizás esten por casa, como el libro. Un abrazo.

Damian dijo...

suele pasar, todos tenemos un pesimo dia en q todo sale mal, suerte, te leo desde lima,perú
hasta luego

BsF dijo...

Que día de mierda has tenido... pero ya terminará el día, aunque sacarte las muelas del juicio suena horrible.

No intentes ser desagradable con el dentistas por que te puede hacer mal el trabajoo xDD

Relajate... al menos podrán a hablar x telefono ese puto día, lo principal es que tiens a alguein para llamar.

Yo la pasaré peor... todos mis amigos/as andan con pareja y yo soy el único q esta sola... ya te imaginarás.

Ánimos ! !

Saludos.

PABLORE dijo...

Te comprendo plenamente. La sombra del dentista es para mí ya una cosa fatídica.
Pero cada día que pasa es un día menos, un día menos que usaras el teléfono, y un día mas cerca de estar concretamente con la persona que quieres.
Mucha Suerte Gato, y que lo de la muela sea leve!

Gato dijo...

Nacho: Muchas gracias por el poema. Como dices, hasta los días malos me ayudan, porque pasarán como otro día cualquiera. Gracias por el poema, me ha gustado muchísimo.
Coméntame más veces, agradezco que lo hagas.

Zonacero: No, no es buen día, para bailar, y menos muñeiras, que no tengo ni idea de cómo serán :P Gracias por pasarte ^^

Bo: Si, es mala suerte, y son tristes... pero bueno, al final, acaban pasando. Ni rastro de los aparatejos, para mi que se los tragó el monstruo de las galletas. Un beso enorme, querido Bo!! ^^

damian: Eso es un consuelo, que ese día que me pasó a mí, le ha pasado a mucha otra gente :P Un abrazo, sigue pasándote ^^

BsF: Menos mal que al dentista ya lo conozco desde hace años... aunque ya sé que tiene mala leche, espero que se haya tranquilizado un poco, porque no sé si podré cambiar xD Y ese día, lamentablemente, no pude hablar con mi chico... así que fue un día totalmente perdido :P
Un abrazo, y ánimo también para ti, sé lo que es eso!

Pablore: Odio el olor de los dentistas... hay un ambiente tan falso, tan higiénico, que es repulsivo! Y estoy deseando que llegue ya el día en que tire el móvil por la ventana porque pueda hablarle a eGeo directamente...
Un beso!!

Anónimo dijo...

Hola, Gato:

Antes de nada, agradecerte tu comentario en mi blog; ha sido muy amable por tu parte y todo un halago viniendo de alguien que escribe tan bien como lo haces tú ;)
Te leo desde hace un tiempo; la verdad es que descubrí tu blog por medio del diario de Egeo, el cual a su vez encontré por pura casualidad... si es que asombra la de casualidades que nos llevan a un punto concreto...
Una pena que mi primer comentario en tu blog sea, precisamente, en tu día de perros, pero lo cierto es que deseaba corresponder a tu mensaje en el mío...

Por supuesto, seguiré leyéndote, de eso puedes estar completamente seguro.

Besos.

PD: Entiendo que no te gusten los dentistas; yo les tengo una cierta fobia. Pero en fin, valor...

Anónimo dijo...

Un día aciago e infausto lo tiene cualquiera. Son días para olvidar, como si no hubieran existido, como para haberse quedado en la cama todo el día.

Los días así hacen gozar más de los otros, que por suerte son la mayoría.

Un abrazo,

Josep