sábado, 21 de junio de 2008

De Fiesta 1

Como dije ayer en la última entrada, y hace varios días en el planning de este verano... anoche estuve de fiesta!
Desde hace tiempo queríamos organizar algo gordo, algo teníamos que hacer... pensábamos y pensábamos, hasta que caímos en que Kitty era socia de un local del recinto ferial que podríamos alquilar, y que nos vendría de perlas... y decidimos que la fiesta la haríamos temática. Una fiesta Hippie, vestidos de los años 60 y 70, y con música de la época. La empezamos a planear y la pusimos para el día 20, cuando ya todos habíamos acabado y no tendríamos nada que hacer.

Y ayer llegó el gran día...
Por la mañana, como dije, salimos a comprar las cosas y Kitty las llevó a su local. El resto del día pasó aburrido, escribiendo aquí en el blog todo lo que ya sabéis, y dándole vueltas y vueltas al tema. Pocas ganas tenía yo de juerga precisamente... pero tenía que hacer el esfuerzo. Tenía que aprovechar la oportunidad, pues eso me he propuesto este verano a toda costa... que al final me arrepiento, y los remordimientos son mi punto débil.

Habíamos quedado alrededor de las 11... a las 10 y media me estaba duchando aún... y no había cenado... Cuando vino la pizza que habíamos pedido, eran las 11 menos diez! Me comí casi toda la pizza en media fracción de segundo, cogí rápidamente una camisa blanca de manga corta, un pantalón viejo algo desgastado y mi colgante, el móvil, DNI, iPod, algo de dinero, reloj... y listo para comerme la pista de baile!!! xD
Mi padre me dejó en el principio del recinto ferial. Estuve andando entre Seats 600, pues hay una exposición este fin de semana aquí de dichos coches, y había hasta verbena montada en una de las casetas del principio... Pero la nuestra estaba mucho más lejos, así que no molestaba.
Me acerqué a nuestra caseta, de la que ya salía música... pero la puerta estaba cerrada! Me acerqué a la ventana, y los vi allí, algo fríos pero moviéndose... Y llamaba y llamaba, pero no me abrían! Rodeé la calle y al fin descubrí que habían entrado por la puerta trasera... ay, que tonto que fui...

Entré, y vi algo de gente en la caseta. Entonces me resultó extraño, pues estaba acostumbrado al bullicio que siempre hay en los días de Feria, y me pareció más grande de lo que recordaba. Había una barra de ladrillo a la izquierda de la puerta principal, tras la que había dos neveras llenas de hielo y las bebidas, y encima las bolsas de patatas, palomitas, y chucherías. En el centro de la sala no había nada, pero en el fondo se levantaba un pequeño tablado, un escenario que solía estar decorado. A la derecha unas sillas apiladas unas encimas de otras contra la pared, unas mesas, un expositor de trofeos, y los baños, que decían estaban llenos de cucharachas (ni idea si es verdad, porque desde entonces ni me quise acercar...). Sobre nuestras cabezas había telas colgadas, y demás decoración que se utiliza en las casetas de feria andaluzas... ya sabéis, farolillos de Tío Pepe (el jerez) y cosas por el estilo. La música provenía del equipo de música que Kitty se había traído esa tarde con su padre, una pequeña minicadena que se escuchaba perfectamente.

Al poco tiempo ya estábamos todos. No éramos muchos... unos 20, a ojo. De mi grupo estaban todos excepto Lea, que no sabíamos por qué, pero no vino... ni Julián, que anda por Berlín una semana, ni Lola, como algunos otros. Pero los que estábamos, estábamos muy bien.... Las mijeñas de Mijas (porque ninguno de los dos mijeños de Mijas vinieron, cachis, los más guapos de la clase...) se trajeron a una amiga muy mona, y otra chica de la clase se trajo a su novio y al amigo del novio. Alba también se trajo a su nuevo novio, y otras dos personas vinieron con pareja. Y bueno, eso si... ninguno vestido de Hippie! Las chicas si, todas con vestiditos de florecitas muy monas ellas... pero nosotros, qué nos íbamos a poner? Sólo Marcos y yo íbamos con algún detalle... vestidos de colores claros y con ropa vieja (bueno, él no), pero yo con mi colgante de barro con el signo de la paz, y él con su pañuelo en la cabeza y sus gafas verdes a lo John Lennon.

La cosa empezó bien... algo dividos en grupos, pero poco a poco... y quizás gracias al alcohol (quizás no, seguro), todo el mundo terminó hablando con todos. Y bailando! Porque cuanto mejor ambiente había, más se subía la gente a bailar al tablado... lo que sonase en el equipo, eso bailábamos con quien fuera. Y si, es la primera vez que bailo así! A ver, no me desmelené completamente... pero bueno, me moví, hacía lo que quería, sentía la música por primera vez!
Aunque hay que decir... que de música de los 60... ni de coña... al final pusieron lo que quisieron. Pero nos respetaron a los que odiábamos el reggaetón, menos mal!
Yo acabé con un pañuelo blanco en el pelo, que ya ni recuerdo de quién era, bailando con la mijeña nueva que era inglesa... y sin una gota de alcohol!

La gente si, bebía mucho... a las 12 ya habían empezado bien, con los cubatas, el malibú, el cacique con lima, el martini, el JB, y tantas otras bebidas cuyos nombres no sé... pero se ve que controlaban. Al rato estaban con el puntillo, y a algunos se le notaba... (como a la chica ésta... por eso me parece a mi que quería bailar conmigo...), pero aun así, era graciosísimo. No cogían el pedo en los que se ponen agresivos, ni se deprimen, ni se echan a llorar... sino que se liberaban y hacían de todo. Varios besos entre chicas vi esa noche, y muchas cosas más...
Aunque claro... me sentía ridículo con mi enorme vaso de Cocacola, mientras los otros llenaban sus macetas de lo que pillaban. Pero dije que no bebería y no bebí. Aunque bueno...

Hay un chico de la clase que siempre está apartado, es muy simpático y divertido... pero todo el mundo lo toma como un bicho raro. Lo ven como a Julián, una persona antisocial que no habla con nadie, aunque yo sé que es bastante inteligente y que se guarda muchísimas cosas... es una persona interesante. Lo llamaré Paco en esta entrada, aunque no creo que salga mucho más...

Pues bien, este Paco, cuando ya estaba algo bebidillo... me vio con mi vaso de Cocacola haciendo el primo, y me dijo que eso no podía ser. Que tenía que beber y emborracharme, que para eso había venido... le dije que no, gracias, pero insisitó, se fue detrás de la barra... y me preparó algo. No sé lo que era, solo que tenía Cocacola... pero sabiendo cómo es Paco, me habría puesto mil cosas distintas. Lo probé... y si, había una confusión de sabores increíble... que al final se quedaban en nada, se neutralizaban, y no sabía ni a Cocacola, ni a nada... solo un poco a Cacique. Y no estaba fuerte ni nada... entraba muy bien... pero dije que no bebería, y soy fiel a mi palabra. Sólo de vez en cuando le pegaba un sorbo con las dos pajitas, por sed más que nada. Eso fue el alcohol que bebí anoche, nada más...


(continuará)

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